Me Lleva el Diablo
Una cadena de errores, negligencia, irresponsabilidad de las autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social y de la Fiscalía General del Estado, tienen sumidos en la desesperación e impotencia a toda una familia, que además de cargar con el dolor de la partida de un ser querido, tiene que cargar con el extravío del cuerpo de ese ser querido.
Los hijos de Nancy – una paciente que se internó en el IMSS y que supuestamente falleció, y digo supuestamente porque ni las autoridades del nosocomio, ni las judiciales han presentado en cuerpo- señalan que no hay respuesta de delegada del IMSS, sobre el paradero de su madre.
Han transcurrido 4 días desde que la familia Fonseca Trujillo, empezó a vivir todo un calvario, provocado por los errores cometidos de parte de personal del Hospital General No 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Querétaro, al manipular y entregar de forma errónea el cuerpo de la señora Nancy Rosas a otras personas.
Nos preguntamos ¿Qué hacen las autoridades sanitarias del gobierno del estado, del gobierno federal, el fiscal del estado, para esclarecer el asunto?: Nada.
Vamos a partir de una definición médica, jurídica de cadáver: es cuerpo humano sin vida, cuyo deceso debe, para efectos jurídicos, estar certificado previamente a su inhumación o cremación por un médico o funcionario de salud competente.
Es clara la definición: el cuerpo o cadáver de la señora Nancy, en caso de que se demuestre que falleció, debió de estar certificado por las autoridades médicas, primero, y luego el cuerpo las autoridades de la Fiscalía, deben de demostrar que recibieron el cuerpo o cadáver por parte de los médicos, o médico que certificó el fallecimiento, para posteriormente llamar a los familiares a la identificación.
Nada de eso sucedió en el caso de Nancy.
Solo se dio a conocer a través de una tarjeta informativa, que el Seguro Social lamentó el “error” que se cometió en el Hospital General no. 1 en la entidad, donde personal del IMSS entregó el cadáver equivocado de una mujer que falleció por coronavirus a sus familiares y “les ofreció una disculpa pública”, ya que, al exigir una aclaración, recibieron la noticia de que el cuerpo de su familiar ya había sido entregado y cremado.
Cómo es posible que, de la manera más simple, con un disculpe usted, quieran borrar, no un “error”, sino un delito que se cometió.
Y de la Fiscalía, qué podemos decir: otro caso de negligencia, porque su obligación debió de aplicar una inspección al lugar de los hechos, que no otra cosa que el procedimiento técnico que se realiza en todo espacio en el que se planea o materializa la comisión de un hecho que pueda constituir un delito.
No hicieron su trabajo, y con ello se convierten en cómplices de un delito penal.
Para colmo, y como si fuera una burla, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que su delegación en el estado de Querétaro reforzará los protocolos para la entrega de cadáveres de personas fallecidas por covid-19, por lo cual, intensificará la capacitación y supervisión del personal que está a cargo de su entrega y manejo.
Lo más lógico es que se den a conocer a los responsables, que se les apliqué la ley a quienes por “error” entregaron el cuerpo de una persona a otra familia.
Campantemente, la delegada del IMSS dice que la “confusión” ocurrió cuando otra familia reconoció el cuerpo de esa persona como su madre y dicho reconocimiento se realizó ante un perito de la Fiscalía General del Estado de Querétaro, por lo que el cuerpo fue trasladado a dicha Fiscalía, donde por segunda ocasión se realizó un reconocimiento del cadáver.
Dos reconocimientos de la supuesta la familia que recibió el supuesto cuerpo o cadáver que supuestamente cremaron y ¿no identificaron que ese cuerpo no era el de su familiar?
¿procedieron a cremar el cadáver, de ser cierto eso, con conocimiento de que no era su familiar?
Todo suena a un montaje para ocultar la verdad sobre paradero del cuerpo de Nancy, y mientras no sea entregado se puede pensar que lo ocultan por algún delicado motivo: tal vez no falleció por la enfermedad del coronavirus, tal vez hubo negligencia médica, tal vez se pueda tratar hasta de un homicidio.
Eso lo debe determinar la Fiscalía, pero lamentablemente parece que son parte de la desaparición de Nancy.
Entendemos la grandiosa labor que hacen los profesionales de la salud en este momento den critico que vivimos por la pandemia, pero en este caso no se justifica su proceder, y deben de salir a la luz pública los culpables, y aplicar a ley, tanto a los funcionarios del IMSS, empezando por la irresponsable titular de la Oficina de Representación Querétaro del IMSS, Martha Eloísa Sánchez Vázquez, como a los funcionarios de la Fiscalía.