TRAS LA VERDAD
Viernes 4 de diciembre de 2020
Desde la gobernación de Salinas de Gortari, se creó la oficina que dejó Alfonso Romo. Siempre fue un área importante, aunque López Obrador, le dio poca importancia después de que Romo abandonó la responsabilidad, claro, ante la evidente falta de apoyo del mismo Presidente.
Romo, poco a poco perdió influencia y poder. Ejemplo, cuando dijo a los empresarios que la obra pública del aeropuerto de Texcoco sí continuaría, en contraste, López terminó por destruir la magna obra. Una total descoordinación entre uno y otro. Así, con el paso del tiempo fue siendo inútil su función de intermediación para con los empresarios. Otro desliz, la cena de los “chipilines”, organizada por Romo, en la que López pretendió embolsarse dos mil millones de pesos del bolsillo de los empresarios, al final no logró recaudar lo que planeó el truculento del Presidente. La estafa de López Obrador.
A diferencia de Jaime Cárdenas, Germán Martínez Cazares o Carlos Urzúa, entre otros funcionarios de primer nivel que renunciaron con claras diferencias y desavenencias, serias fricciones con el Presidente. Ejemplos evidentes fue el del Doctor Jaime Cárdenas, quien denunció la rampante corrupción en la Dirección aquella denominada para “devolver al pueblo lo robado”; Dirección que resultó más corrupta y sin control; Cárdenas presentó denuncia y no prosperó, el Fiscal Gertz Manero se hizo tonto. López se incomodó e increpó a su compañero de andanzas políticas; Germán denunció las compras abusivas y recortes presupuestales, creando la frase de: no seré “florero”, por aquello del simple adorno. El Doctor Urzúa, también denunció abusos y nada pasó.
Con Romo, sin embargo, su salida fue “tersa” y elogiosa su renuncia. Incluso, con las mentiras que caracterizan a López, éste afirmó que seguiría de asesor, a fin de cuentas, no cobra, al igual que parte del equipo del renunciante. A ninguno de los dos les conviene friccionarse. Evidentes mentiras del Presidente de la República.
Ahora resulta que la oficina que ocupaba Alfonso es innecesaria y onerosa, por ello el Presidente decidió prescindir de toda la estructura administrativa. Justifica, bajo la absurda mentira acostumbrada que, con la política de “austeridad republicana”, se ahorrará no solo el salario de Alfonso, el cual (más mentiras de López Obrador), dijo el Presidente, en ocasiones no cobraba su salario, al igual que parte del personal que estaba bajo sus órdenes. De tal suerte que, al salir el Jefe de la Oficina del Presidente López, aprovecha para hacer una “limpia” y barre con todos. De pronto ya nadie es indispensable. Dos años dilapidando dinero, de acuerdo a lo aseverado por el mitómano del titular del ejecutivo.
Miles de mentiras ha difundido Andrés Manuel López Obrador en dos años de gobierno, verdades no demostrables, como algunos las califican de manera elegante. No cesará de mentir, esa es la verdadera “política pública” de la 4T: la mentira, disfrazada de verdad. De ahí que, todos aquellos que dedicamos nuestro tiempo al periodismo de opinión, tenemos la obligación cívica y moral (ya entrados con su política moralina) de desnudar sus mentiras. Aquella frase que reza: “di una mentira cien veces y se convertirá en verdad”, es la que practica Andrés López, por eso sus diatribas en las conferencias para con los medios de comunicación independientes; el mitómano se ha dedicado toda su vida a mentir, así llegó a la Presidencia. Ahora pende de ella su continuidad, de la mentira persistente, en el ejercicio del poder omnímodo que, hasta ahora, viene ejerciendo bajo la complacencia de sus legisladores. La mentira es la base fundamental de su política, contrasta con la realidad. Es imponderable abrir a la verdad las mentiras, desvelar las falsedades del Presidente, quien ha logrado adormecer a millones de mexicanos, la afianza con la compra de voluntades disfrazadas de “apoyo a los pobres”.
La política pública de López Obrador, sin embargo, va encaminada a empobrecer a la mayoría de los mexicanos, por eso su alegría con los resultados de la pandemia. Ante la pérdida de empleos, más pobreza, crece la población de los depauperados, la necesidad de los millones de necesitados de “becarios” aumenta y el gobierno los mantiene, les da de comer; los “becarios” resultan agradecidos por el apoyo. Cuando la verdad consiste en la irresponsabilidad de López, él genera la pobreza, desaparece fuentes de empleo, ahuyenta las inversiones. El círculo vicioso perfecto para crear más clientela político-electoral. López presume que los necesitados votarán por los apoyos del gobierno federal en las próximas elecciones. El engaño perfecto, basado en la mentira. Por otro lado, el dinero de los ingresos públicos no será suficientes para mantener a los millones de “becarios”, los pobres irán en aumento. El Inegi lo ha reportado, pero López Obrador, tiene otros datos, así lo afirmó este día.
Quienes hacemos periodismo de opinión, no somos oposición de López Obrador. La misión del periodismo de opinión responsable, es brindar al lector la oportunidad de contrastar las mentiras del Presidente, con la “verdad histórica”. La crítica incomoda al titular del Poder Ejecutivo, quien busca bufones, payasos y consentidores de sus políticas criminales que han destruido el esfuerzo de millones de mexicanos y no se ve intención en cambiar, la salida de Romo, confirma esa tendencia: generar más pobres. Ante la depreciación de la influencia del poder del Jefe de la Oficina del Presidente, prefirió abandonar la responsabilidad. Un millonario que no tiene necesidad de pasar más penurias.
Aquí los contrastes con la enésima renuncia de un alto funcionario del gabinete del depredador. El millonario empresario de Alfonso Romo, se fue porque no encontró eco en su política empresarial, para eso fue contratado, al menos fue lo que le prometió Andrés Manuel López. Romo no resistió la burla, a pesar de su tráfico de influencias (fue denunciado por el Secretario Víctor Toledo), tampoco aguantó el ninguneo de los “radicales” del gabinete y el menosprecio a su esfuerzo por parte del Presidente. La mentira de López al descubierto. Va por más pobres. Sin embargo, organizaciones como “Sí por México”, “Frena” y alianzas de los partidos de oposición, se multiplican ante los abusos de López Obrador, su molestia es cada vez más evidente; la pretensión de los millones de opositores: contrarrestar los abusos del poder presidencial, son un verdadero peligro para México.
Héctor Parra Rodríguez
