TRAS LA VERDAD
No entenderá el Presidente de la República, Andrés López, seguirá interviniendo en el proceso electoral en favor de su partido y en contra de la oposición de forma descarada, podría decirse que hasta delincuencialmente. Esta vez enfurecido por la coalición que formaron PAN, PRI y PRD, en más de la mitad de los 300 distritos electorales uninominales. No se cansó de denostarlos en el patíbulo de la Presidencia. Siente la lumbre en “los aparejos”, ve peligrar el poder omnímodo que le ha otorgado su partido y aliados, por eso descalifica a los partidos que participan en la contienda electoral.
Sinvergüenza, calificó a la Coalición PAN-PRI-PRD, como aquellos que añoran el régimen corrupto y de privilegios. Hace apenas unos días la Sala Superior del TEPJF, revocó la medida administrativa que el INE, había impuesto al Presidente por intervenir en el proceso electoral, tibios los magistrados apenas atinaron a referir lo que establecen disposiciones legales como el artículo 134 de la Constitución, que establece la prohibición del uso de recursos y participación de servidores públicos en favor de partido alguno. Lo cual favoreció a López, de ahí su aberrante ilegal intromisión en el proceso electoral.
Amlo aseguró que “la coalición electoral del PAN, PRI y PRD representa al antiguo régimen, y ahora se quitan máscaras, se abrazan y formalmente se agrupan, para defender los privilegios. Lo que significó la época neoliberal la inseguridad, el empobrecimiento del pueblo, la violencia. Eso es lo que ellos añoran y están ahora defendiendo. Y van a buscar en las elecciones el regreso de ese régimen antipopular, corrupto de privilegios, pero es legítimo, esto pasa en todo el mundo” ¿Si esto no es intervención cómo lo calificaría el TEPJF? ¡Claro que es abierta intervención en el proceso electoral! Seguramente olvidó aquello de “cállate chachalaca” cuando se refirió a Vicente Fox, siendo Presidente de la República ¡Ahora la “chachalaca es el mismo López Obrador!
Para “curarse en salud”, advirtió que “nadie de su gobierno, y nadie de ningún gobierno estatal o municipal deberá intervenir ni usar el presupuesto para repartir despensas ni comprar conciencias. Y para ello les enviará cartas exigiendo esa limpieza”. Solo él está autorizado a intervenir, nadie más. Vaya hipocresía oficial de Andrés López.
Advirtió que esa agrupación electoral (la Coalición electoral) coyuntural, que pretende arrebatar a Morena la mayoría en la Cámara de Diputados, así como las gubernaturas que habrán de votarse en 2021, solo buscan el poder. Por supuesto que sí. Así lo establece la misma Constitución, los partidos políticos se constituyen para acceder al poder por la vía democrática, pero López lo hace ver como algo anormal e ilegal políticamente. Insisto, López va por una elección de Estado, eso es inequívoco.
Luego agregaría en la conferencia que: “Es algo natural, obvio, ellos se están agrupando porque ellos representan al antiguo régimen, ellos dominaron en los últimos 40 años y lo hicieron asociados, simulando de que eran distintos, ahora ya como se está llevando a cabo una transformación en el país. Es un agrupamiento conservador, porque quiere conservar privilegios. Es amplio y tienen que ver con grupos de intereses creados, todos los que antes no pagaban impuestos, y hacían jugosos negocios al amparo del poder públicos, todos los que recibían subvención, los medios de información que ahora no están recibiendo. Está vinculado a un pensamiento conservador que nos ve como comunistas, populistas, paternalistas, existe también mucha gente así, y todos merecen nuestro respeto”. De preocupar lo sucio, abusivo, ilegal y perverso del juego presidencial con su abierta injerencia en el proceso electoral.
Y no pararían los insultos en contra de sus adversarios políticos, antes militante y aliado de algunos de ellos. Argumentó, sin la menor posibilidad de réplica, que: “al grupo que domina a los que se están uniendo, los que mandan, porque siempre hay niveles, los machuchones, lo que quieren lo que más les importa, es quitarnos el presupuesto, para decirlo con claridad: quitarle el presupuesto a los pobres, lo demás es secundario, quién gana una gubernatura, quién gana en los ayuntamientos, quién tiene mayoría en los congresos locales, lo que les importa, es que no tengamos una representación mayoritaria en la cámara de diputados, que tiene la facultad exclusiva de aprobar el presupuestos”. Mentira, tras mentira, como lo acostumbra y ha quedado probado durante sus dos años de gobierno. López Obrador, se ha adueñado del presupuesto público y no quiere que le arrebaten el privilegio de dilapidar el dinero público. Con él ha aumentado la pobreza, de manera que, nada que “primero los pobres”; solo es un “slogan publicitario de campaña”, en la que le está prohibido participar.
Para justificar sus atrocidades, después de dos años de dedicarse a destruir el país, Andrés Manuel, aseguró que: “ese sector de la sociedad es el responsable de la situación por la que atraviesa el país (el responsable es el mismo López Obrador, él ha causado los graves problemas de hoy en dos años de desgobierno) y aguantan, no soportan el que haya pensión a los adultos mayores, a los niños con discapacidad, que los estudiantes pobres reciban becas, les molesta que se hable de atención médica y de medicamentos gratuitos, les molesta muchísimo el que se siga fortaleciendo la educación pública, y que la educación no sea un derecho. Ellos apostaron a la privatización de la educación de la salud, eso es lo que está en cuestión”. Falso, falso, falso. Lo que dijo sobre apoyos a las clases sociales con rezago económico, ya era apoyada en anteriores gobiernos; al igual que becas para estudiantes de todos los niveles. Amlo miente descaradamente como parte de su sistema de marketing político, adopta la conducta mitomaniaca (mentiroso patológico, compulsión a mentir) para convencer a los desorientados, a los ignorantes y mantener a sus aliados.
El cinismo del Presidente sin parangón. Dijo que: “el proceso será una elección interesantísima, la gente va a decidir, qué quieren retrocesos, o qué sigan adelante: No puede nadie intervenir del gobierno, que es otro distintivo, ellos vienen de un régimen antidemocrático, hicieron fraude, hay muchas evidencias del fraude que incluye a estos que están metidos, incluyendo a los intelectuales orgánicos, que formaban manifiestos a favor de los fraudes, ahora son los que se están agrupando. Me causa mucho orgullo es un triunfo moral el que, al paso de tiempo, después de luchar muchos años junto con millones de mexicanos se logra una transformación, y a los dos años se unen los conservadores, para detener el proceso de transformación nacional. Imaginen si a los dos años, toda esa fuerza conservadora no se manifestará como una oposición como lo están haciendo, cuál sería el mensaje, pues de que no hay ningún cambio de que todo sigue igual, si es motivo de orgullo, del que se estén uniendo en contra de nosotros, porque estamos defendiendo la causa que enarbolamos durante muchos años. Es muy legítimo, es parte consustancial de la democracia que haya oposición”. No hay palabras para definir el cínico intervencionismo de López Obrador. Es enfermiza su participación, se aferra al poder, no quiere perderlo, por esa razón calumnia y agrede sin pudor alguno, se sabe protegido por el fuero que lo arropa.
Y la “chachalaca” continuó con su perorata. También abordó el tema de su partido, comentando que están haciendo las elecciones ¿elecciones? de candidatos, y nadie puede decir que tengo un candidato que he hecho una recomendación nadie en ningún caso, me entero por ustedes. Es bruto, pero no tanto. No va a reconocer que él ha estado imponiendo candidatos en sus fraudulentas encuestas y no por medio de elecciones. El abyecto intruso agregaría que: “le voy a mandar cartas a cada gobernador, les voy a decir a los gobernadores que las elecciones sean limpias, que se respete la voluntad del pueblo, gane quien gane lo voy a respetar porque es la voluntad del pueblo. Es tiempo de mandar cartas, que participemos todos los ciudadanos, que estemos pendientes, que no nos dejemos manipular, como era antes un bombardeo de publicidad, de un candidato, bueno hasta en el cine, por todos lados. Traían expertos en publicidad, mercenarios que se alquilaban para el manejo de las campañas, metían al mercado a cualquier persona, como se introduce el mercado un producto chatarra, lo volvían famoso. Si tenías el colmillo muy grande te lo limaban, y había candidatos que se la pasaban así (hizo una mueca y sonrió)”. Nunca en la historia un Presidente con tal cinismo. No cabe duda de que ¡López Obrador es un peligro!
Héctor Parra Rodríguez