De Morena y el PRI surge la guerra sucia

Los tiempos electorales provocan rupturas, reencuentros, nuevos agrupamientos y desplantes entre otros movimientos, siempre de acuerdo al particular interés de los protagonistas.

Una vez que se acomodan y cada cual está en el sitio que quiere o más le conviene, comienza la batalla.

Este año, la guerra comenzó desde las filas del PRI y de Morena, partidos políticos que han coincidido (¡qué extraño!) en la idea de disparar contra el rival a vencer en Querétaro: el PAN.

Los tricolores arrancaron con la infantil acusación que hizo María Alemán contra el blanquiazul y su precandidato a la presidencia municipal, de supuestamente comprar voluntades electorales de la gente.

Mediante un video producido se pretendió sostener la acusación, afirmándose que panistas del municipio de Querétaro (de lo que no hay evidencia en el referido video) ofrecen 30 mil pesos a un ciudadano (del que tampoco hay referencia alguna) para hacer algo que tampoco se evidencia en la grabación, a favor del candidato panista, que tampoco se menciona.

Igualmente ridícula la intentona de Morena, a través de algunos integrantes de la mesa directiva de los condóminos de la Central de Abastos, de usarlos para cuestionar una supuesta falta de atención a dicho centro de abasto.

Este ataque se realizó, también, a través de un video, en el que salen a cuadro Juan Erreguín Olvera (quien ha estado coqueteando con Redes Sociales Progresistas) y que ha respaldado a Gilberto Herrera Ruiz.

También se asoman Eduardo Vargas (Tesorero de la Central de Abastos) y Omar Luján Rico (Presidente de la Asociación de Condóminos de la referida central), quienes han estado trabajando muy de cerca con el legislador de Morena, Mauricio Ruiz Olaes.

El montaje de acusaciones contra el gobierno municipal, de no trabajar para apoyar a la Central de Abastos y a las colonias aledañas resulta insostenible.

Las estadísticas refieren que el municipio ha realizado cerca de una decena de operativos para retiro de ambulantes sin licencia, tan solo en febrero; frecuentes rondines policiales al interior de la central, además de visitas de inspección a comercio establecido.

Mensualmente se realizan acciones de desmalezado y limpieza de camellones; tres recolecciones de basura diariamente, además de recolección mensual de llantas.
El trabajo cooperativo que se pudiera hacer en la Central de Abastos es impedido por la política partidista. Morenistas o aliados de Morena vaya usted a saber- han apostado a destruir y, en los hechos, a bloquear las acciones encaminadas al mejoramiento de la Central de Abastos.

Del PRI, es mejor dejarlo así.

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