La afición enardecida exige a golpes un boleto para la gran final entre Gallos y Santos de Torreón.
Al filo del medio día se anunció que los boletos para el partido de vuelta de la final del fútbol mexicano se habían agotado; millares de personas aún formadas no podían creerlo y es que muchas de ellas llevaban varios días prácticamente viviendo en el Corregidora con la ilusión de conseguir su entrada a la gran final.
Fue tras el anuncio que un grupo de aproximadamente 30 personas comenzaron a quitar y lanzar las vallas de seguridad exigiendo un boleto, incluso amenazando a los taquilleros con golpearlos y romper los cristales de la taquilla sur.
Se desarrollaron varios conatos de bronca entre aficionados que arreglaron sus diferencias a puñetazos y patadas; incluso personal de servicios médicos tuvo que intervenir para atender a una persona que debido al stress del momento se convulsionó en las taquillas.
En otra zona del estadio hubo que para desquitar su frustración golpeó a “supuestos revendedores”.
Al incidente acudió personal de Policía Estatal y Municipal que ya tienen controlada la situación. Se espera que poco a poco la gente se retire sin que pase a mayores.