TRAS LA VERDAD
A un día de concluir el periodo de campañas, Roberto Loyola Vera y Francisco Domínguez Servién, dejaron entrever algunos nombres de “probables” secretarios que los acompañarían en caso de lograr el triunfo en las urnas. No se sabe si fue para bien o para mal.
Ciertos nombres de esas personas son ampliamente conocidos, incluso han ocupado u ocupan cargos importantes en la administración pública. Algunos de excelente prestigio y resultados, otros no tanto; otros serían nuevos en el campo de la administración pública.
Regularmente la ciudadanía exige a los candidatos que den a conocer nombres de personas que podrían acompañarlos en alguna cartera de gobierno. Siempre se resisten a dar nombres, no es tradición ni estilo de los políticos mexicanos. Más bien la cultura de los políticos es la sorpresa, la especulación. Aun se recuerda el caso del prestigiado Maestro Jorge García Ramírez, todo hacía suponer que sería el Secretario de Gobierno con Mariano Palacios Alcocer -1985-1991-. Al momento de escuchar los nombramientos ¡Oh sorpresa! No ocupó a ninguna cartera.
Las especulaciones vuelven a surgir, nombres y más nombres; unos buenos, otros no tanto. Los aspirantes a gobernar se vieron en la necesidad de adelantar nombres de “probables” que podrían ser considerados para ocupar las distintas Secretarías, incluso la Procuraduría General de Justicia. Los nombres de los “probables”, que fueron mencionados por ambos candidatos, ya generan la polémica de rigor. Unos pueden sumar, otros restar, según el personaje.
En tanto este nuevo elemento vino a aderezar las campañas, el resultado de las encuestas dan empate técnico entre estos dos contendientes; unos más puntos, otros menos puntos, la diferencia puede ampliarse con el factor diferencial del error +, – (más, menos), en el supuesto de que la falla (error) suba en uno y baje en el otro, entonces la diferencia sería sustancial. Lo cierto que todos los elementos políticos avizoran la judicialización del resultado electoral. Cinco puntos de diferencia harían eso, la diferencia sustancial para que no se impugnara el resultado. Menos puntos de diferencia judicialización.
Los nombres dados a conocer como “probables” se relacionan con áreas sensibles de la gobernanza, como la Secretaría de Gobierno, Planeación y Finanzas y Seguridad. Resaltó el nombre de la Maestra Sonia Alcántara Magos, Notario Público, quien “le lavó la cara a la justicia” cuando estuvo al frente del Tribunal Superior de Justicia y puso orden en materia de gobernabilidad en tiempos de Rafael Camacho Guzmán. Se le conocía como la Dama de Hierro. Este nombre suma voluntades. Martín Granados Pérez, hombre de experiencia en la impartición y procuración de justicia, conocido en el medio por su capacidad.
Queda un día de campaña que se cumplirá por el formulismo legal de los tiempos, habrá que esperar la voluntad popular, esa es la encuesta definitiva. Después los nombres.