El Demon
Cuánto es un billón de pesos, qué se imagina que se puede hacer con un billón de pesos; ¿una comida en Josecho? No tanto, pero sí.
A raíz del escándalo de los últimos días de septiembre, 28 exactamente, el cual no dejó de sonar por radio pasillo clase alta de Querétaro: en Juriquilla, El Campanario, Milenio, El Campestre etc., y que ahora es retomado por los medios; después de afirmaciones, acusaciones, cruzadas en los lavaderos -redes sociales ahora- me ha llevado a pensar en la “charla de Josecho”; charla que necesariamente tuvo, tiene que ver con las increíbles sumas que ejercieron los tertulianos de septiembre.
A ojo de buen cubero, para estar a tono con el dialogo de ese día de septiembre, en los últimos 5 sexenio, el de Enrique Burgo, Ignacio Loyola, Paco Garrido, Pepe Calzada y Pancho Domínguez, se han ejercido recursos casi por el billón de pesos.
Tan solo en el sexenio que recién terminó, el de Pancho Domínguez, se ejercieron poco más de 220 mil millones de pesos. En promedio pongamos que cada uno de los exgobernadores ejercieron 200 mil millones de pesos en su sexenio. Mil millones de millones.
¿Y cuánto es un billón? suma extraviada que terminamos asumiendo los queretanos que pagamos impuestos y que, en la mayoría de los casos, lo aceptamos sin ni siquiera quejarnos.
La respuesta – de cuánto es un billón- no es decirle simplemente qué es un billón, se requiere una respuesta que le precisara para qué alcanza, o alcanzó ese recurso público.
Ese es el tema: qué se hizo con ese recurso del gobierno en Querétaro, no para presumir o alimentar el ego de cada uno de los exgobernadores.
Y obvio que el tema tiene que ver con honestidad, la opacidad, la corrupción, los resultados en seguridad, salud, educación, vivienda, infraestructura, etc.
Y para qué sirvieron mil millones de millones de pesos; todo para qué, diría la canción, pues para pelear entre ellos a ver quién fue o es mejor; aunque el estado no lo sienta así.
El ejercicio presupuestal y lo que dejaron en las arcas cada uno de ellos a su sucesor dio pie a un pleito que se ha transformado en chime.
Que pena dan los políticos pendencieros, que mal quedan no solo los dos peleoneros, sino todos los presentes, los exgobernadores Querétaro; una lástima que no tengan ni principios ni valores.
Y el chisme creció después de dos meses y medio, algo tan intrascendental en un principio, un chisme deja al descubierto los acuerdos en lo oscurito de los gobernadores queretanos.
Mucho ruido y pocas nueces, o lo que es lo mismo, para que tanto brinco estando el suelo tan parejo, pero eso sí, se comportaron al nivel que realmente tienen.
Pero ni el piso estaba parejo y si hubo brinco, o mejor dicho tiro
Pleito de cantina, diría el extinto Fidel Velázquez, dos pendencieros en un antro, chiste local, chisme local, si los protagonistas fueran ciudadanos comunes y corrientes, que si lo son pero no se sienten así, los do o todos los presentes.
Como de película, Pandillas de Queretayork: bastos y finos pomos, exquisitas viandas de Josecho, y más pomos, y una amena y fina charla, acompañaron a los exgobernadores en la reunión de los últimos días de septiembre y del sexenio pasado.
Del PRI, tres: Enrique Burgos García, Mariano Palacios y José Calzada; del PAN Francisco Garrido Patrón y Pancho Domínguez, además del ciudadano gobernador electo y ahora en funciones Mauricio Kuri, acompañados todos ellos de dos pajes. Pajes, no pejes, que quede claro.
Falto Ignacio Loyola, del PAN, que sí hizo falta en la función, pero estaba en otra arena, la del Congreso federal, porque nos hubiera lustrado con su lenguaje alegórico, seguro habría dicho que no fue un pleito, sino una “madriza”.
El prian en pleno, diría la vox populi, sin temor a equivocarse; los que están a la cabeza de los grupos de poder, dirán los corifeos de cada uno de los presentes.
Pasando de místicos, pasando de críticos, pasándola bien, diría Joaquín Sabina, peroooo: el tiro entre Pancho Domínguez y Pepe Calzada, según la exclusiva, el notición de Joaquín López Dóriga, pasó de los insultos al descontón, y del descontón a los botellazos y de los botellazos al chisme, algo exagerado, digo yo.
Pero bueno, uno forcado y el otro fajador de callejón, pues el tiro era, es porque sigue pendiente, de pronóstico.
Y todo por qué: por demostrar quién dejo más recursos, quién realizó un “mejor gobierno”.
El ego, ante todo, no los resultados que no tienen, ni reconocen la gente.
Porque mil millones de millones, es una carretada de dinero, que bien a bien mejor nos deberían de decir en qué se aplicaron, porque pleitos pendencieros a diario se ven, pero no a diario nos damos cuenta de la cantidad de dinero que majea el gobierno estatal, ni del ego de los gobernantes.
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