Las calles del pintoresco Centro Histórico de Querétaro, con su rica herencia cultural y arquitectónica, han sido durante mucho tiempo un atractivo turístico y un punto de orgullo para la ciudad. Sin embargo, detrás de su apariencia encantadora se esconde una dura realidad para las personas con ceguera, quienes luchan a diario con una serie de obstáculos que hacen que caminar por estas calles sea un desafío peligroso.
Uno de los problemas más notorios es el estado lamentable de las banquetas. Los adoquines levantados y su dimensión estrecha hacen que el caminar para las personas que enfrentan ceguera sea complicada.
Aunado a lo anterior, otro de los factores que implica un riesgo para personas con discapacidad son las cocheras modificadas y los botes de basura obstruyendo las esquinas los cuales se conbierten en trampas invisibles.
“Caminar aquí es como un campo minado, ya que en varios puntos los adoquines safados alcantarillas abiertas y de las que se roban”, comenta José Sánchez, habitante de Querétaro y persona con ceguera, quien ha sufrido más de un accidente debido a estas condiciones.
Además, las obras en curso en las banquetes a menudo carecen de señalización adecuada, dejando a las personas con ceguera desorientadas y en riesgo.
“Estaría bueno que quiénes estan encargados de eso pongan una cinta para cuando hay una obra para no pegarnos, que pongan una señal por que win querer queriendo ya nos pegamos, que pongan tambos o en las alcantarilla que estan abiertas” señaló José Sánchez.
“No sabemos si es seguro caminar o si nos estamos adentrando en una zona peligrosa, cada rato choca uno con los brazos y las caderas, me he pagado en la nariz, en la frente y me he caído, dice Francisca Trejo, quién también enfrenta estos desafíos diariamente.
Un problema adicional es el robo de las nomenclaturas en sistema braille, que son esenciales para que las personas con ceguera se ubiquen en el entorno. Las nomenclaturas en nivel 3 de sistema braille, que son menos comunes, plantean dificultades para aquellos que no están familiarizados con este sistema avanzado.
“Son plaquitas insignificantes que cuesta mas trabajo encontrarlas, las toque algunas pero las pusieron en el tercer nivel y esos solo lo pueden leer ciegos que ya tuvieron una capacitación, como preparatoria o Universidad, y también hay otras que ya no estan se las robaron, manifestó Demesio Suárez, débil visual.
Las personas con ceguera y sus defensores hacen un llamado urgente a las autoridades locales para que tomen medidas. Piden la renovación y mejora de las banquetas, así como la inversión en obras inclusivas que consideren las necesidades de las personas con discapacidad visual.
La belleza del Centro Histórico de Querétaro no debería ser solo superficial. Es hora de que esta joya cultural también sea accesible y segura para todos sus habitantes y visitantes, incluidas las personas con ceguera.