“Frecuencias”
No cabe duda que muchas veces y esta no será la excepción que las guerras se tornan favorables para generar efectos de “unidad”.
Eso mismo sucede en la propia unión americana, cuando hasta hace unos días los acérrimos adversarios políticos de los partidos Demócratas y Republicanos se deshacían para posicionar -por un lado al decrépito y mediocre presidente Joe Biden y ,por otra parte, para consolidar la presencia de Donald J. Trump y afianzarlo rumbo a las elecciones presidenciales a celebrarse el próximo año.
El envío reciente del portaaviones nuclear “Gerald Ford” que cuenta con 99 aviones de combate escoltado por 11 cruceros navales y que será de elemento disuasivo para que Israel haga frente a los combatientes de la organización terrorista “Hamas” -de línea dura- que opera en territorio palestino y tiene fuentes de apoyo bélico en el Sur del Líbano, desde donde dirigen sus ataques de cohetes que por cierto son de fabricación iraní.
Se sabe bien que el gobierno de la República Islámica de Irán suministra cualquier cantidad de equipo bélico y pertrechos militares a “Hamas”; esta fuerza beligerante pudo realizar sorpresivos y exitosos ataques a territorio de Israel, cuando la población israelí se encontraba celebrando su importante celebración religiosa del “Sabath”.
La reconocida y muchas veces efectiva Agencia de espionaje del Estado de Israel “El Mossad” no supo o no pudo detectar a tiempo la escalada de grave violencia suelo israelí.
Ese tipo de amenazas que en principio dejó varios miles de muertos y centenares de heridos, entre la población de Israel. Más los que lleguen a sumar con las represalias que en últimas horas ha ejercido el Ejército de Israel en territorio de Palestina, so pretexto de aniquilar a fuerzas bélicas de “Hamas”, llevándose consigo a miles de civiles ajenos al conflicto.
A la fecha son cinco países árabes las que han reconocido al Estado de Israel, entre ellos a la importante nación petrolera de Arabia Saudita.
“Hamas” ha combatido y también asesinado en suelo de Israel, éste ha hecho atrocidades en territorio palestino, desde 1948. Este es un serio juego de disuasión y que no le conviene escalar a nadie.
Por otra parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Oleksándrovich Zelenski -sexto presidente del país desde la independencia de esa nación en 1991- recién declaró a favor de Israel; no olvidemos que Zelenski es de origen Israelí.
¿Quiénes ganan de esta situación beligerante?
Indudablemente que son quiénes provisionan las armas en ambos lados del conflicto. Por parte de Israel le apoya el gobierno de Estados Unidos de América y a “Hamas” le favorece el gobierno de la República Islámica de Irán.
Además, de que los Estados Unidos de América apoya al gobierno de Israel y en particular al Primer Ministro Benjamín Netanyahu, en tanto que el vetusto y pésimo presidente Joe Biden recibe fuerte presión de parte de la comunidad financiera-empresarial estadounidense de origen judío.
Este es un serio y desgastante juego disuasivo -mediático también a escala global- en el que a nadie le conviene hacerlo sentir de larga duración.
Muy probablemente a Joe Biden a corto plazo sí le conviene, ya que en la unión americana se encuentra en época de pre-elecciones y este tipo de conflictos internacionales les beneficia y genera cierto sentimiento de anhelada “unidad” entre los adversarios políticos, tanto del lado de los Demócratas como de los Republicanos y de la misma ciudadanía que se encuentra dividida.
Actualmente en Estados Unidos lo que menos existe es “unidad”.
Con el importante envío de ayuda militar estadounidense a Israel a mares cercanos a la zona del conflicto tanto del portaaviones “Gerald Ford” que cuenta con 99 aviones de combate y 11 cruceros navales, se le facilitará a las fuerzas israelíes un epopéyico triunfo militar.
Por otra parte, Benjamín Netanyahu se ha estado empoderando rápidamente y le ha beneficiado el asalto de “Hamas” en suelo de Israel. No olvidemos que el Primer Ministro Netanyahu ha querido desaparecer a la Suprema Corte de Justicia de esa Nación -nos recuerda caso análogo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ante las constates intentonas para desacreditar y eliminar a la Suprema Corte de Justicia de nuestro país-.
Benjamin Netanyahu está siendo juzgado como gran corrupto y se ha dado a la tarea de restarle fuerza legal del Supremo Poder Judicial de ese país.
De la serie de hechos del conflicto actual y del “Estado de Guerra”, como lo ha declarado el mismo Netanyahu le hará sentirse fortalecido y será de gran beneficio a su imagen y generaría sentimientos de “unidad”.
Por lo devastador de la infiltración de “Hamas” a tierra y población de Israel; el único personaje político y ganador directo -quiérase o no- es Benjamin Netanhayu; de ello saldrá bien consolidado.
¡ Al tiempo ¡
