El día de hoy la gente que vivimos y habitamos el estado de Querétaro, nos enteramos de una nueva burla, de manera cínica y descarada, el congreso del estado anuncia la jubilación y autoriza la pensión a una de las personas que más se ha beneficiado del erario público.
Despues de la derrota electoral del PRI, quien soñaba ser el Secretario de Gobierno de Roberto Loyola Vera, aplica su plan “B” y para no quedarse fuera del pago y seguir viviendo a costa del esfuerzo de los contribuyentes, se autoriza sin ningún pudor y en complicidad de los demás diputados el pago de pensión por 47 mil pesos.
Marco Antonio León Hernández, ahora Diputado Local, más conocido por realizar acuerdos que le dejaran fuertes sumas económicas a favor (Ley de Tauromaquia), que por promover leyes que en realidad favorezcan a los queretanos.
Cuatro veces Diputado Local, una Legislador Federal, Una más Regidor en el Municipio Capitalino, 10 años dirigente del PRI, no le bastaron para saciar su ambición desmedida por el dinero facil y hoy en un hecho sin precedentes, entra a la historia de los políticos nefastos que serán recordados por el daño que hicieron a la ciudadanía al ser el primer diputado en solicitar su jubilación.
Bonos, dietas, prerrogativas, durante quince años consecutivos, no fueron suficiente, acuerdos, favores pagados en lo económico y que engordaron sus arcas personales, solo fueron frenadas por el descalabro electoral.
Sin ética alguna, profesionalismo, pudor o vergüenza, se anuncia que este holgazán o sanguijuela política, seguirá viviendo como lo ha hecho toda su vida, de los impuestos de la gente y sin esfuerzo alguno.
Nuevamente en el Querétaro donde no pasa nada se vuelve a realizar un hecho que no queda muy claro, un acto que deja al pueblo un mal sabor de boca, hoy en una crisis de credibilidad que atraviesan los gobiernos, un mal funcionario, es beneficiado de manera increíble.
Y como cereza en el pastel, anuncia cínicamente que también buscará su pensiòn en la UAQ, estamos seguros que ineficacia como servidor público es similar a la de catedrático que tuvo en la UAQ, si para los contribuyentes es una afrenta el pago de su pensiòn como funcionario pùblico, para la comunidad universitaria pagarle a este pèsimo profesor serà una carga.
