El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este lunes que a partir del 1 de febrero se impondrá un arancel del 25% a México y Canadá, en respuesta a lo que considera un creciente problema de inmigración y tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. Durante su intervención en la Oficina Oval, Trump justificó esta medida señalando que ambos países no están haciendo lo suficiente para frenar el ingreso de estas sustancias y personas a territorio estadounidense.
Este nuevo golpe arancelario, que se suma a la creciente tensión comercial entre Estados Unidos y sus socios internacionales, también podría desencadenar represalias económicas. El mandatario sugirió incluso la posibilidad de imponer aranceles del 100% a las naciones del bloque BRICS, incluyendo a China, Rusia, Indonesia e Irán, lo que generaría incertidumbre en los mercados globales.
Además, Trump ordenó la evaluación del desempeño de China en relación con el acuerdo comercial “Fase 1”, firmado en 2020, que exigía a Pekín aumentar sus compras de exportaciones estadounidenses en 200,000 millones de dólares. Sin embargo, debido a la pandemia de COVID-19, China no logró cumplir con las metas establecidas, lo que podría dar lugar a nuevas medidas o ajustes en el tratado.
El presidente también se refirió a Canadá como un “mal abusador” en una conversación reciente con el primer ministro Justin Trudeau. Estas declaraciones, junto con los nuevos aranceles, buscan fortalecer la economía estadounidense y proteger sus intereses comerciales, pero también podrían desencadenar un impacto negativo en las relaciones bilaterales y el comercio internacional.
