El vicario de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, recordó que el Día de la Candelaria es una tradición católica que conmemora la presentación del Niño Jesús en el templo y su papel como “luz de las naciones”, más allá de ser solo una costumbre gastronómica.
Explicó que, en tiempos del templo de Jerusalén, era común llevar a los recién nacidos a los 40 días de su nacimiento para ser presentados ante Dios. En México, esta celebración se mantiene con la bendición de la imagen del Niño Dios en los templos.
Lara Becerril destacó la relación simbólica entre la Rosca de Reyes y la tradición de los tamales, señalando que, al partir la rosca, se busca al Niño Dios, no solo el monito, y quienes lo encuentran asumen la responsabilidad de ofrecer los tamales el 2 de febrero.
Finalmente, hizo un llamado a los fieles para que esta fecha no se reduzca solo a una celebración culinaria, sino que se viva con su verdadero sentido espiritual.