El vocero oficial de la Diócesis de Querétaro, Saúl Ragoitia Vega consideró que a la Iglesia católica le preocupa y ocupa, todos los actos de violencia y adiciones en el estado, principalmente por los últimos hechos en Santa Rosa Jáuregui.
Puntualizó que en el Decanato de Santa Rosa Jáuregui se integró una nueva parroquia, con el objetivo de llegar a más personas, porque la Iglesia percibe un gran deterioro social y crisis familiar.
“En el municipio capitalino seguimos trabajando para construir la paz. Nosotros seguimos haciendo nuestra tarea, promover la paz, estamos en la misión permanente, en un continuo desarrollo de la pastoral juvenil, de la atención a las familias. Hoy el tema del divorcio también es un tema de violencia que se genera al interior de las familias. Hay un continuo trabajo pastoral”.
Lamentó que en muchas colonias ha aumentado el consumo de alcohol, drogas y la inseguridad, lo que se convierte en un fenómeno “generalizado”.
Por lo cual, añadió que el trabajo pastoral se ha intensificado, en estado de perseverancia con la intención de no bajar la guardia y otorgar la fe a las familias queretanas.
