“Frecuencias”
Funestos y constantes accidentes se registran en el libramiento vial Fray Junípero Serra, sobre todo en los tramos que van desde la carretera 57 hasta pasando la zona residencial de “El Refugio” –en ambos sentidos-, ubicado en la Delegación municipal de Epigmenio González.
En gran medida se debe a las malas condiciones en las que se encuentran muchos tramos carreteros de ese libramiento, como por ejemplo, los recurrentes hundimientos de la carpeta asfáltica causados por un deficiente material de construcción. Dichos tramos se caracterizan por los frecuentes “chipotes” que en esas vialidades propician severas descomposturas de los vehículos automotores.
Para los que circulan por el Anillo Vial Fray Junípero Serra es común observar las constantes volcaduras de vehículos siempre acompañadas de la presencia de ambulancias y del vehículo de la SEMEFO, ahí se han perdido vidas humanas por choques y atropellamientos.
Pero no sólo los conductores de vehículos son los afectados, enfrente del Fraccionamiento Residencial de “El Refugio” se encuentra la colonia La Pradera, entre estas dos colonias transitan a pie hombres, mujeres y niños quienes cruzan más de una vez al día el Anillo Vial, muchos pasan corriendo, otros caminando en grupos de 5 o más personas “toreando” los autos, todo esto por falta de un puente peatonal. El resultado muchos atropellamientos de personas con consecuencias fatales.
Estas personas diariamente exponen sus vidas, además de que otras más lo hacen para esperar la anhelada llegada del pésimo y siempre retrasado servicio de transporte público de la RedQ, que valga mencionar circulan en periodos prolongados de tiempo; es decir, entre camión y camión hay una espera de poco más de 25 minutos.
Además de que faltan las continuas supervisiones en los tramos carreteros, por parte de la policía estatal y las escasas patrullas que se observan se dedican a extorsionar a los transportistas que llevan material de construcción.
Es menester observar también que se requiere urgentemente la colocación de vibradores que motiven a los conductores a bajar el exceso de velocidad en la manera en que conducen sus vehículos, sobre todo en las pronunciadas bajadas que se acompañan de las respectivas curvas provenientes de la zona de las universidades: Anáhuac y la zona residencial “Zibatá”.
Por cierto, también el organismo encargado de la Comisión Estatal de Caminos (CEC) necesita colocar señaléticas visibles desde lejos, que disuadan y adviertan a los automovilistas del peligro de no aminorar la excesiva velocidad, ya que muchos de ellos circulan como bólidos, en su mayoría a poco más de 120 kilómetros por hora. Sobre todo, rumbo a Bernardo Quintana, y en sentido contrario hacia la Universidad Anáhuac y a “Zibatá”.
Otra importante recomendación para nuestras autoridades estatales será que también se incluya la instalación de un par de amplios puentes peatonales, uno entre “La Cima” y “El Refugio” y el segundo frente al Hospital de Oncología Infantil (“Teletón” Hito); aquí mucho se requiere de ese tipo de infraestructura física. ¿O estarán esperando a que tome forma la multi-anunciada “Ciudad de la Salud” que difundida en la pasada administración de José Calzada Rovirosa?
Finalmente. ¡A quien corresponda! Sería altamente recomendable que los nuevos titulares de las Secretarías de Seguridad Ciudadana, de Obras y Servicios, así como de la CEC envíen a sus especialistas en asuntos de vigilancia, en el primero de los casos, y a los encargados de la movilidad para que pongan remedio a la serie de observaciones que en esta ocasión he planteado.
Otra particular consideración se refiere a que de lunes a viernes se observan grandes filas de vehículos automotores entre las 07:00 y las 08:30 de la mañana en el tramo que va del Campus Aeropuerto de la UAQ descendiendo hacia la zona de los hoteles Holiday Inn “Diamante” y el Crowne Plaza, incrementándose en los carriles centrales que conducen a la salida a la Ciudad de México.
La ciudadanía se los agradecerá con creces.
Twitter:@Jroldana