TRAS LA VERDAD
¿Acaso no sabían las y los nuevos presidentes municipales en lo que se metían antes de ganar la contienda electoral? Ahora resulta que de todo se quejan. Sencillo, si hubo atracos, denuncien; o, si hubo mala administración inicien procedimientos de responsabilidad administrativa o resarcitoria.
La mayoría pide rescate financiero al gobernador y este por supuesto que está dispuesto, bajo ciertas condiciones; por medio de un plan de austeridad que garantice la inexistencia de abusos y un gasto público razonado y racionalizado. Por lo pronto dio el respaldo a la Presidenta Municipal de Pedro Escobedo.
Los presupuestos públicos año con año se aprueban para todo un ejercicio fiscal correspondiente; en él se prevén todos los ingresos y todo aquello en lo que se va a gastar. Absolutamente todo y los número deben cuadrar; 100 pesos de ingresos, 100 pesos de egresos. Así de simple es el ejercicio de un sano ejercicio del presupuesto.
De tal suerte que, a 9 meses de ejercicio, la lógica indica que en las arcas municipales hay recursos financieros para otros 3 meses, en los que se incluyen salarios y prestaciones. El gasto excesivo que va más allá de lo autorizado, con todo y la autonomía municipal de que gozan -según el artículo 115 de la Constitución Federal- para gastar el dinero de la hacienda pública municipal, es una irresponsabilidad, por lo tanto se incurren en falta –al menos- administrativa que genera, acorde con la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, el inicio de procedimientos de responsabilidad.
Así de sencillo es esto del ejercicio del presupuesto público y las responsabilidades que ello acarrea. Nadie puede estar exento de responsabilidad cuando se abusa de los dineros, ya sea por una mala o pésima planeación en su gasto o por dilapidar el dinero; vamos, incluso para contraer créditos debe haber un plan de pago ¿De dónde saldrá el dinero para pagar la deuda? Y si esta rebasa el periodo trianual, requerirá autorización de la Legislatura. No hay manera de evadir la responsabilidad.
De ahí pues la torpeza, abuso, ignorancia o mala de fe de unos u otros. Para eso se creó la Ley de Entrega Recepción, para precisar lo que se entrega –los que se van- y lo que puntualmente se recibe –los que llegan-. En esos documentos debe estar el soporte para enderezar cualquier denuncia en contra de los abusivos, de los tramposos, de los fraudulentos; o bien, de quienes hicieron bien las cosas.
Aquellos que llegaron a gobernar en las nuevas administraciones municipales tienen expedito el derecho para actuar; no deben de estar quejándose de todo, como si ignoraran a qué lugar llegaron. Si hay algo irregular ¡A denunciar para procesar y castigar! Aunque no hayan robado los que se fueron, pero se gastaron el dinero del presupuesto público anticipadamente, también incurrieron en falta administrativa por no respetar los programas autorizados para este ejercicio fiscal.
No deben ni pueden actuar en contubernio con quienes fueron abusivos en el gasto siendo omisos con la sola declaración a los medios. No. Deben enderezar zendas demandas de cualquier naturaleza. No debe perdonarse, tampoco exculparse a nadie que haya hecho un mal uso del dinero del pueblo; en su caso debe ser sancionada o sancionado legalmente. Querétaro tiene la oportunidad de erigirse en ejemplo ante la corrupción, debe sentar precedente y ser intolerante ante los abusos, no debe haber impunidad.
Pero si solo se trata de justificar la ignorancia o incapacidad de los que llegaron y no hay anomalías en la administración municipal que terminó, lo mejor que pueden hacer todos aquellos y aquellas que inician, es ponerse a trabajar, el tiempo es incontenible; 3 años es muy poco para desperdiciarlo en reyertas en el aire. Más ahora que varias y varios que hoy gobiernan en su vida habían tenido experiencia alguna en el arte de gobernar, mucho menos de bien administrar un gobierno municipal.
O es una u otra opción, no hay más; si hubo abusos, deben actuar presentando las denuncias que correspondan. Si no hubo anomalías, lo inmediato es trabaja, ejecutar lo que resta de los programas y dinero para el último trimestre del año; y preparar ¡Ya! el presupuesto del año venidero que llegará con mucha austeridad por la falta de recursos públicos. Huimilpan no se escapa de esta responsabilidad, también debe actuar, aunque sigan siendo los mismos que gobiernan como Concejo Municipal.