Como parte de un trabajo colaborativo entre investigadores de la Facultad de Filosofía (FFi) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) e integrantes de otras instituciones, la Editorial Universitaria de la Máxima Casa de Estudios queretana publicó el título “Ética de la investigación científica” -bajo la serie Nodos-, que tiene el objetivo de servir como texto guía en la práctica docente.
El Dr. José Salvador Arellano Rodríguez, coordinador de la Maestría en Filosofía Contemporánea Aplicada de la UAQ, es responsable de este libro junto con el Dr. Robert T. Hall –también docente de la FFi- y el Dr. Jorge Hernández Arriaga, de la Universidad de Guanajuato.
La elaboración de esta obra conjuntó a académicos pertenecientes a la Unidad de Bioética de la Facultad de Filosofía de la UAQ, al Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Campus Juriquilla y al Centro de Investigación Social Avanzada (CISAV) Querétaro.
El coordinador de la Maestría en Filosofía Contemporánea Aplicada explicó que se trata de un texto que reúne artículos de ocho investigadores. La primera parte de la obra consiste en siete capítulos escritos por el Dr. Robert T. Hall respecto a la historia, principios, diseño e implicación de la ética en la investigación.
Una segunda parte está conformada por seis artículos escritos por académicos de la UAQ como el propio Dr. Arellano Rodríguez, el Dr. Robert Hall y el Mtro. Jorge Vélez Vega; por parte del Instituto de Neurobiología de la UNAM: la Dra. Magda Giordano, el Dr. Michael C. Jeziorski y el Dr. Luis Concha Loyola; mientras que del CISAV participa el Dr. Manuel Ramos-Kuri.
En el artículo “Biotecnología y bioseguridad” -del Dr. Arellano Rodríguez- se aborda la responsabilidad de los científicos en las investigaciones, tanto con los productos que se obtienen de éstas como con las eventuales consecuencias que puedan traer para generaciones futuras.
Por su parte, en el apartado “Investigaciones en animales no humanos” se señala que “hablar de ‘animales no humanos’ es un concepto de características morales porque tiene un doble efecto: nos hace pensar que los seres humanos también somos animales y que cuando hablamos de animales no humanos hacemos énfasis en la conciencia moral de que existen otros seres que también tienen posibilidades de reconocimiento moral porque son seres sintientes”, explicó.
Indicó que actualmente siete becarios investigadores del área de la salud provenientes de Cuba, Colombia, Honduras, Panamá, Nicaragua y Costa Rica utilizan este texto como base para estudios científicos; al mismo tiempo, también lo manejan comités de bioética en otras instituciones educativas.
“Sin ética no hay posibilidad de desarrollo humano, pues no solamente es una necesidad, es un imperativo”, aseveró el investigador.