“Frecuencias”.
Mucho tiempo atrás, en la década de los cincuenta, en época del visionario presidente Miguel Alemán Valdés se impulsó al estado de Guerrero, en particular caso se tuvo la oportunidad de prosperar e impulsar –entre otras cosas- al puerto de Acapulco, considerado por muchos años como un importante referente turístico a escala internacional. Contando con su bellísima bahía, mostró que el turismo era la principal opción para impulsar la economía de esa entidad.Sin embargo, desde entonces y hasta la fecha, se han observado e incrementado los contrastes de esa ciudad, como son de pobreza y prostitución. Más aún, al interior de esa entidad se localizan grandes extensiones de tierra, donde se cultivan la amapola y la “cannabis indica” (mariguana); no se diga de la existencia de violentos cacicazgos que aún hacen de las suyas, además de la presencia de movimientos guerrilleros.
Guerrero es un estado donde miles de mexicanos moran en situación de pobreza y que han tenido que dedicarse al cuidado y cultivo de la mota y amapola, entre otro tipo de drogas. Con la consabida presencia del crimen organizado y de la guerrilla, que cobrara fuerza con personajes como Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas, ambos egresados de la Escuela Normal de Ayotzinapa, la misma que cobrara fama por sus 43 jóvenes vía la desaparición forzosa.
El marcado énfasis se nota por ejemplo, donde prevalece la opulencia en las zonas ubicadas rumbo a la zona de “Punta Diamante”, en la proximidad de las playas del mar abierto, sitio por cierto, donde Diego Fernández de Cevallos (el “Jefe Diego”) cuenta con amplias y costosísimas propiedades residenciales asentadas en terrenos que recibiera en donación y que como “premio” por ciertos factores de orden político en su oportunidad le fueron concedidos por parte de Carlos Salinas de Gortari.
Ante los ojos del mundo y para la mala fortuna de las diversas regiones del vapuleado e indefenso estado de Guerrero, éste se ha convertido en tierra fértil para la pobreza y está propenso a revueltas sociales y al recrudecimiento de conflictos armados, dejando inerme a la población guerrerense y alejando a los inversionistas.
¿Qué tanto se puede hacer en esa entidad?
No sólo se tiene que continuar en el inteligente combate al crimen organizado y al monitoreo de la presencia del lavado de dinero de las grandes ganancias que el crimen organizado genera, sino también propiciar el crecimiento económico y aumentar el empleo formal, con ello se logrará impactar en la reducción de los niveles de pobreza; ésta no debe paliarse efímeramente con programas sociales con fines asistencialistas, como los que “Progresa” de la Sedesol acostumbra realizar.
Considero importante la inmediata actuación de varias dependencias federales como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), la Secretaría de Economía (SE), las cuáles deben trabajar de inmediato y de manera eficaz e inteligente, junto con la Coparmex y la Canacintra, para fomentar el empleo formal.
Finalmente, nos preguntamos lo siguiente: ¿Dónde se encuentran la serie de representantes de gobiernos federales y estatales que han tenido injerencia directa en la serie de acciones negativas y que de una u otra manera fomentaron el enrarecimiento del ambiente social en el estado de Guerrero?
¿Y la población guerrerense?
¡Bien gracias!
@Jroldana
