DUELO DE MAGISTRADAS CELIA MAYA GARCIA VS CONSUELO ROSILLO

TRAS LA VERDAD

La magistrada Celia Maya García, en el “ring” de la justicia, ganó el primer asalto a la Presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Consuelo Rosillo. La primera promovió su jubilación, derecho del trabajador, después desistió de su derecho. La segunda le negó el derecho a desistirse e insiste en que debe jubilarse obligatoriamente. La justicia de la unión concede la suspensión provisional a Celia Maya.

Con eso de las reformas y adiciones a la Ley de los Trabajadores de los Poderes del Estado y Municipios, aprobadas, sancionadas, promulgadas y publicadas la semana pasada, muchos empleados del Poder Judicial decidieron ejercer su derecho a la jubilación, entre ellos varios magistrados. Así lo decidieron en sesión del Pleno, autoridad máxima –como patrón- que dio inicio al trámite de la prejubilación.

Entre las promoventes de su derecho a la jubilación por antigüedad –más de 30 años activa- fue la Magistrada Celia Maya García. Sin embargo, en uso de su derecho de activar la jubilación, se retractó y promovió su desistimiento para seguir activa en el cargo. Ni pronta ni perezosa, la Presidenta del Tribunal Superior de Justicia, mandó a la persona “idónea” para realizar el acta de entrega recepción, pidiendo llaves de la oficina y levantar el acta ¡Oh sorpresa! La Magistrada se había desistido.

De tal suerte que, la persona que había sido habilitada para levanta el acta circunstanciada, se enfrentó –legalmente por supuesto- a la Magistrada y ésta le dictó al escribiente lo que ella jurídicamente razonó en su defensa; y continuó segura su sus funciones tranquilamente y, por supuesto, no entregó ni oficina, ni expedientes, ni llaves.

Encaprichada la Presidenta Consuelo Rosillo, arremetió en los medios de comunicación, informando que Celia Maya ya no era magistrada en funciones. Lo que legalmente contradecía la decisión tomada por Celia, quien se había desistido de ejercer su derecho y su trámite administrativo.

Ante el conflicto de criterios, la Magistrada Maya decidió acudir a la justicia y pedir el amparo y protección de la justicia federal. Como experta en la materia, pidió  al juez federal le concediera la suspensión provisional y la definitiva -una vez que se dicte la sentencia de fondo- para continuar en el ejerció del cargo de Magistrada Propietaria ¡Derecho concedido!

Y el jueves –ayer- el juez de la causa le concedió la suspensión provisional, que significa en materia de amparo, que las cosas se mantengan en el estado en que se encontraban como lo ha pedido la peticionaria del amparo, hasta en tanto se resuelve el fondo del asunto. Y Celia Maya García, continúa en el ejercicio del cargo de Magistrada del Tribunal Superior de Justicia del Estado, a pesar del capricho de su Presidenta de no dejarla regresar, y a pesar del desistimiento de la amparista ¡Habrase visto semejante disputa!

Y como para no dejar sola tangencialmente a la Magistrada Presidenta Consuelo Rosillo, el Presidente del Colegio de Abogados Litigantes de Querétaro, saltó a palestra del escenario y dijo, entre otras cosas que las reformas y adiciones a la ley en materia de pensiones y jubilaciones, no eran violatorias de la Constitución Federal. Este es el origen del problema entre las magistradas.

Este abogado, seguramente para congraciarse con el gobernador en turno –así lo hizo con el anterior-, le dio el “espaldarazo” político. Y cómo no, si apenas unos días antes el gobernador le tomó protesta como presidente del Colegio de Abogados Litigantes. Había que estar bien, por aquellos de los “apoyos institucionales” a la organización de abogados –a la cual pertenezco por cierto-. Dijo un político queretano que ha estado bien con gobernadores priistas y panistas: “Con el poder no hay que pelearse, más bien hay que congraciarse”. Y así cobró como asesor y llegó a ser Presidente de la Legislatura, a pesar de ser oposición.

En la tesitura actual, el primer “raund jurídico” ha sido ganado por la Magistrada Celia Maya. Seguramente la Presidenta del Tribunal no podrá hacer mucho, pues los actos de autoridad reclamados de inconstitucionales, fueron ejecutados y no pueden ser resarcidos hasta en tanto no resuelva el juez federal de la causa. A no ser que la Presidenta dé respuesta a la Magistrada obsequiando positivamente a quien se desistió de su derecho de continuar con el trámite de jubilación. Entonces el juicio de amparo dejaría de tener materia, desaparecería el acto de molestia y la magistrada, entonces, hasta entonces, trabajaría tranquilamente sin asistir a las audiencias constitucionales.

Sería algo inédito en la justicia local: dos magistradas en litigio ante un juez federal; así lo exige Celia Maya a Consuelo Rosillo, que asista a la audiencia constitucional. Mientras tanto, el juez federal tiene la palabra.

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