TRAS LA VERDAD
En un medio electrónico de comunicación observamos –lo que a diario sucede- una discusión entre un automovilista de transporte particular y un chofer de camión de transporte público urbano; el salvaje chofer, después de observar al particular, lo embistió de manera criminal causándole daños a la unidad y lesionando al particular.Este acto de salvajismo se puede observar a diario, lo malo que no lo captan los medios de comunicación en el momento, de ahí lo sorprendente de la cínica y cobarde acción del chofer. Saben que normalmente nada les pasa y los daños no les preocupan, los seguros de los camiones los cubren después de las terribles molestias por las que pasan los afectados.
Y los accidentes que por imprudencia generan muertes tampoco afecta a los choferes de transporte púbico urbano, saben que no pisan la cárcel y la aseguradora o el patrón paga la fianza; la reparación de los daños y perjuicios que se ocasionen, también los paga la aseguradora. Total que esos delincuentes gozan de impunidad total.
Saben además que representan una fuerza política y económica importante. No en balde en las elecciones pasadas uno de los dirigentes de las organizaciones sindicales de camiones brindaron al candidato que ganó las elecciones para la gubernatura miles de votos; así que también estan protegidos por los políticos del momento. Y si no es así, los presionan con “paros y bloqueos de calles y avenidas”, como lo hicieron en el gobierno de Calzada, a quienes pusieron literalmente de rodillas; vamos, hicieron fracasar el proyecto de RedQ, que pretendía mejorar la prestación del servicio público de transporte colectivo, hasta su eliminación total.
Todo lo que se prometió en el sexenio pasado para mejorar el servicio del transporte público no se cumplió. Los choferes obligaron a las autoridades a seguir con el mismo nefasto y corrupto servicio. Los choferes continúan con sus carreras, invaden rutas, carriles, cobran directamente, embisten a los automóviles particulares y entre ellos mismos, descompusieron infinidad de aparatos para el cobro electrónico, hacen paradas donde quieren, suben a quien les place y dejan el pasaje que les hace la parada cuando llevan prisa o simplemente no les da la gana de levantar al usuario.
El servicio continúa siendo deprimente y las nuevas autoridades el ramo apenas si empiezan a entender la problemática con la que deben lidiar día a día. El titular de la Dirección del Transporte Público, anunció las sanciones al chofer. Pero, es solo un caso aislado, no se aplica una regla general para corregir las fallas, los vicios, los abusos y las tropelías a que están acostumbrados los choferes.
Y por si lo anterior no fuera poco, la dirigencia de transportistas tiene semanas de estar en conflicto; se acusan de todo, de abusos, de robos y más -entre los concesionarios- a quienes solo les preocupa su negocio y no la calidad en el servicio público que prestan a nombre del gobierno del estado ¡Es un servicio público! Pero no lo entienden y se sienten dueños de las concesiones de transporte. Son pues muchos los interese en juego y no hay quien logre poner orden en el sistema de transporte.
Muchos funcionarios del momento se han ido de paseo a otros países para tratar de emular y mejorar nuestro transporte público y nada. Las cosas continúan igual o peor, dado el crecimiento de la demanda ¿Sabían que los mexicanos consumimos mucho más gasolina que los alemanes o los italianos? No verdad. Bueno, se debe precisamente al pésimo servicio del transporte público al cual nadie quisiera subirse, solo lo hacen por necesidad aquellos que no tienen el privilegio de contar con automóvil, de tal manera que el particular seguirá prefiriendo usas su vehículo, antes que subirse a un cambión urbano. Y también se traduce en contaminación ambiental por el uso de más de medio millón de unidades.
Así las cosas, nada nuevo lo del atropello y abuso del chofer de camión urbano que fuera difundido en un medio electrónico de televisión, sorprendiendo a muchos por la actitud salvaje y delincuencial del susodicho chofer. Esa actitud es cotidiana y las autoridades prefieren no ver el problema para darle solución de fondo y no solo de maquillaje, como se hizo en el sexenio pasado. Eso sí, a fuerza de reconocer la verdad, muchos funcionarios del mismo ramo se enriquecen al amparo del transporte público urbano ¿Será, por eso que no se resuelve el problema? Total que las cosas continúan igual: sin cambios. Lastimosamente los queretanos siguen haciendo uso de un pésimo servicio de transporte público urbano ¿Hasta cuándo?
Héctor Parra Rodríguez