“Frecuencias”
A casi siete meses de haber transcurrido la toma de protesta de los 25 diputados locales en el estado de Querétaro, muchos de ellos -desafortunadamente- no cumplen con lo que prometieron en sus respectivas campañas políticas. Son unos cuantos los que sí efectúan las encomiendas para la que fueron contratados como representantes populares: legislar y ser gestores sociales; entre otras más.
Peor aún, otros tantos que llegaron por la vía plurinominal (seleccionados de “a pechito”), -salvo el diputado Carlos Sánchez Tapia-, que sí le vimos hacer recorridos por las comunidades de Corregidora, haciendo lo conducente no sólo por esta demarcación, sino que también participa en otras Comisiones que sin formar parte directa de ellas asiste y atiende con constructivas críticas lo ahí observado.
Nos ha constado –hasta la fecha- que Sánchez Tapia sí interactúa con la gente, en sus propias comunidades y además de aquella que acude a su casa de enlace.
Por lo regular y me refiero a los diputados locales que aún no han dado color, por el contrario, no son sensibles de las serias actividades de las que les concierne realizar con el oficio y profesionalismo requerido; más bien, se comportan y cobran como unos verdaderos cínicos.
Y es que a unos meses de haber tomado protesta de su representación, los miembros de la actual LVIII Legislatura Local muchos de esos 25 aún no despuntan; el ciclo de su aprendizaje ya les rebasó, pasan su valioso tiempo en trivialidades pseudo legislativas. Como el otorgamiento de “Medallas al Mérito…; o de hacer exhortos –como lo externado recientemente por el novel diputado priista Héctor Magaña -que por cierto cuenta con estudios de mercadotecnia-, para que manden imprimir billetes conmemorativos del Aniversario de….
Lástima, el diputado Héctor Magaña, nomás No propone algo serio y objetivo; debería sacarle mucho provecho a su entusiasta y empuje juvenil para ser más emprendedor y efectivo; pese a que se rodea de un círculo de bisoños y mozuelos inexpertos de la gestión social; nomás las neuronas no les da para más.
En esa misma tesitura también se encuentran otros tantos legisladores, aletargados, como aquellos que representan al PAN, como son la ingeniera María del Carmen Zúñiga, Antonio Zapata; Antonio Rangel, José González Ruiz, Juan Luis Íñiguez, el mismo Roberto Cabrera Valencia, que le dedica más tiempo a su labor de presidente de la Mesa Directiva y recibe instrucciones superiores y las obedece sin chistar, descuidando su labor para la que fue contratado.
Caso similar sucede con María alemán Muñoz Castillo (Panal) que se la pasa en medio de los reflectores, con inefectiva presencia, en vez de que legisle, por ejemplo, en asuntos serios prevalecientes, para la regulación de los Centros de Rehabilitación de Jóvenes en el estado de Querétaro, así como del hospital psiquiátrico.
O bien, también tenemos el caso de la representante del Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM) Yolanda Otero, que no hizo pronunciamientos relacionados con el aumento de las verificaciones vehiculares (antes de carácter anual), ahora, por Ley, serán dos veces al año, o de la “puntada” de Marcos Aguilar Vega para instalar parquímetros con el correspondiente por el uso.
Tampoco esa legisladora se ha referido a los planes para reforestar toda la entidad; fomentando con ello que el estado de Querétaro no continúe siendo el que lidera el índice de enfermedades gastrointestinales, derivado de la elevada contaminación del medio ambiente, por la erosión de las tierras (exagerada cantidad de construcción de viviendas y de otro tipo de obras que propician eso, así como de los bestiales e imprudentes quemas de pastizales y de terrenos baldíos.
No escapan de nuestra observación los legisladores del PRI, Mauricio Ortiz Proal, Jesús Llamas, Carlos Vega, Isabel Aguilar, Leticia Mercado, que no dieron luz para realizar sendos y –como se esperaba de ellos, en tanto que oposición- de fuertes pronunciamientos en contra del incremento en la angustiante cantidad de impuestos por el pago del predial en los 18 municipios de la entidad, o mejor aún, de la pirámide recaudatoria, como es el caso de los parquímetros o del sitio que ahora le han endilgado con el apócope de “El Torito”, instalado en el juzgado de la Delegación Epigmenio González; o bien, por el pago de exorbitantes multas por la limpieza de terrenos baldíos–a realizar dos veces al año-, así como de la imposición de otras multas, ya que, aparte de no pagarlas a tiempo, los particulares están obligados a realizar por cuenta de los servicios de terceras personas, mediante la erogación de otros recargos.
O sea, estamos frente a la desproporcionada e ilegal práctica lesiva de lo que en la jerga de los abogados se conoce como “Anatocismo”: pagar impuestos sobre impuestos; esa es una flagrante burla de parte de las autoridades recaudatorias del municipio de Querétaro.
Lo importante para la ciudadanía es que perciba y sienta que la actividad recaudatoria municipal y estatal. Ya que en vez de incrementar de manera inmisericorde los impuestos, tendrían que hacer más y mejores obras públicas; y sobre todo, la gente no observa la real contraprestación de obras sociales, derivado del pago de lo recaudado.
Como es el hecho de que la ciudadanía constate la mejoría y una mayor presencia de seguridad pública (que haga rondines frecuentes de vigilancia, que lleguen a tiempo, cuando se suscitan actos delictivos); que exista buen sistema de iluminación en calles, parques y jardines; que el bacheo se realice – en caso de que verdaderamente lo hagan- por la tarde-noche y no en “horas pico”, cuando circula la mayor cantidad de vehículos automotores, propiciando así la presencia de importantes niveles de contaminación ambiental y del congestionamiento vial (“cuellos de botella”).
Además, ya no se tienen que malgastar los recursos públicos en innecesarios y derrochadores gastos, como la de pintar puentes, poniéndoles grandes escudos del Municipio de Querétaro, como si la gente que transita y pasa debajo de ellos no supiera que moran en éste. Son cosas absurdas y frecuentes de este edil.
Desde luego que ese tipo de “obras” es para dejar la marca territorial y la presencia del edil actual.
En el mejor de los casos, es como “ponerle una especie de huella que identifique que por aquí ha pasado la “novedosa” administración panista. Estas son puras vaciladas.
El presidente municipal Aguilar Vega – al igual que muchos de los actuales diputados locales- se pierde en trivialidades y descuida lo esencial: lo que únicamente está tipificado y facultado a ejercer, sustentado claramente en el Artículo 115 de la Constitución Política de los Estadios Unidos Mexicanos, relacionado con el deber y quehacer de los municipios.
De todo lo anterior, el edil capitalino, Marcos Aguilar Vega está férreamente asido, ya que para todo quiere cobrar más; sin importar qué cantidad de la población está en condiciones de pagar dichos impuestos, sobre todo de manera oportuna.
Ojalá que el incremento y suma de lo recaudado no genere un caos y desbordamiento social; habría que cuestionarle una vez más: ¿sabe a ciencia cierta qué cantidad de la población capitalina está en condiciones de pagar los nuevos impuestos, sobre todo que lo realicen de manera oportuna?
Como esas, existe un sinfín de aspectos inocuos y absurdos en los que discurren su tiempo como legisladores. Es más, no han hecho nada importante acerca de lo que les corresponde ejecutar. Y no toman en serio su desempeño.
¡Vaya que les falta el oficio de la política y de la gestión social ¡
En síntesis, a los diputados locales que dicen representar al pueblo y más bien, actúan, se conducen y viven como seres de una élite, con los privilegios que eso conlleva y olvidan su cercanía y gestión con la gente que les confió y eligió.
Han perdido el piso, algunos ya levitan, otros más y con eso se “marean”.
Habría que refrescarles la memoria, como cuando hace unas cuantas semanas el gobernador Francisco Domínguez Servién, en referencia hacia unos diputados, caso más específico a uno de su misma filiación política (PAN), Eric Salas González, les conminó a lo siguiente: “señores, mejor pónganse a trabajar”; en tanto que Salas González andaba muy entretenido con una Propuesta de Ley para prohibir el ingreso de menores de edad a eventos públicos de peleas de gallos, novilladas, corridas de toros, etcétera. Y de la cual poco después mencionó que él no estaba identificada, ni se inclinaba por esa opción.
O sea. !Eres o no eres!
Por cierto, le he buscado al representante popular Eric Salas González y no tiene la amabilidad de contestar mis comentarios; le han de estar zumbando sus oídos –o bien su área de comunicación es pésima- y (aunque no olvidemos que también representa a la gente de todo el estado de Querétaro.
Parece que no han de llevarle oportuno seguimiento de lo que acontece en su jurisdicción, ya que han sido varios los muertitos y muchos de los accidentes viales ocasionados por el exceso de velocidad y la manera imprudente de los conductores que circulan por el Anillo Vial “Fray Junípero Serra”.
Caso concreto lo documenté en una de mis entregas anteriores (“Libramiento Fray Junípero Serra: ¿zona mortal?, publicado en la primera semana del pasado mes de octubre); y desafortunadamente lo consignado en mi columna de referencia aún ocurre frente al Fraccionamiento Residencial “El Refugio” (Delegación Epigmenio González, Querétaro), a la altura de la escultura “Morada”.
En esa área no se cuenta con un puente peatonal que permita a los trabajadores que viven en la Unidad Habitacional de “La Pradera” (Municipio de “El Marqués”) y que a diario, centenares de ellos arriesgan sus vidas, dirigiéndose desde muy temprano los días lunes a sábado, para laborar en “El Refugio”. Previo a esta zona deberían instalar múltiples vibradores para que los “cafres al volante” se vean forzados a bajar la velocidad.
Además de los frecuentes choques y alcances de vehículos que tienen lugar desde el Fraccionamiento de “El Refugio”, rumbo hacia Bernardo Quintana; cabe destacar que también suceden lamentables accidentes en dirección hacia “Zibatá”, donde de manera estúpida y por demás imprudencial hay frecuentes accidentes; los rondines policíacos sea de la Policía Estatal o de ambos municipios colindantes (Querétaro y El Marqués) no se les ve con regularidad.
Al diputado por el IV Distrito local, Eric Salas González para nada se le ha visto por esos rumbos.
De la misma manera, la crítica anterior está dirigida a quienes les ha tocado administrar y gobernar en las distintas esferas de gobierno (estatal y municipal) y regir el rumbo que a nosotros los ciudadanos nos interesa, ya que somos los principalmente beneficiados; ¿o perjudicados? De las mediocres actuaciones de los servidores o funcionarios públicos.
@JROLDANA