TRAS LA VERDAD
A casi 6 meses de iniciado el sexenio entró en funcionamiento la prueba piloto del nuevo transporte urbano metropolitano -con unidades modernas- que sustituirá a la fallida RedQ. Esta primera ruta cubre el trayecto de Santa Rosa Jauregui, a la Alameda Hidalgo, lado Constituyentes, con solo 9 paradas.
Se me viene a la memoria aquella empresa de transporte denominada Transmetro, que entró en funcionamiento en el sexenio de Enrique Burgos, entraron en funcionamiento camiones nuevos tipo turismo. Los autobuses eran amplios, cómodos, sillones mullidos, con televisión y choferes uniformados, diría que bastante decentes para manejar.
Los usuarios empezaron a dañar los camiones, a maltratar asientos, a rayonearlos, las televisiones las descompusieron y pronto desaparecieron los camiones, sin embargo la empresa de transporte continúa funcionando según datos recabados, pero con camiones “normales”, sin lujos y destartalados, a los que se diría, están acostumbrados los usuarios. Nada se dijo del retiro de esas dignas unidades, nadase informó. Las cosas continuaron igual en materia de transporte colectivo urbano: el mismo pésimo servicio, maltrato de los choferes, las carreras, los checadores, etcétera.
En el pasado sexenio surgió la idea de moderniza el transporte urbano colectivo de la zona metropolitana sin éxito alguno. Quitaron rutas y camiones, entró en vigor el pago con tarjeta electrónica. Simplemente complicaron las cosas quienes hicieron el proyecto y el servicio de transporte decayó, según los usuarios. Fusionaron las empresas para crear solo una llamada: RedQ; gobierno metió la mano y el brazo completo, la concentradora que administraba todo y a los concesionarios solo les depositaba 10 mil pesos mensuales por cada camión, según versión de uno de los “accionistas” o concesionarios ¡Fracaso rotundo!
Fue tanta la indignación de los miles de usuarios del transporte público, que exigieron volvieran las cosas como antes –al mayor desorden-, les devolvieran las mismas rutas y los cientos de camiones que sacaron de funcionamiento, a pesar de estar viejos y desvencijados; los usuarios preferían eso al nuevo sistema. Querían los usuarios las mismas rutas y como no, si el mercado estaba saturado de concesiones. En campaña los panistas tomaron como bandera la inconformidad de esos miles de usuarios y ofrecieron eliminar RedQ.
Así lo hicieron, el primer día de octubre pasado, el gobernador Francisco Domínguez, daba a conocer la desaparición de RedQ. Ofreció que en su lugar entraría otro proyecto de transporte, eliminando de inmediato las odiosas siglas, sustituyéndolas simplemente por otras. Sin embargo durante estos 6 meses las cosas continuaron exactamente igual en el transporte urbano metropolitano.
Entro los estudios de movilidad la reforma a la ley, la incursión de otras formas de transporte, la complejidad del problema hizo que el proyecto se alargara y a casi 6 meses de haber iniciado el gobierno, esta semana que concluye las autoridades de la Dirección de Transporte, por medio de su titular Alejandro Delgado, sorprendió a la población que ya clamaba por un nuevo proyecto y servicio de transporte.
Dada la complejidad que conlleva todo un nuevo proyecto que significa construir troncales –terminales- adecuar banquetas, seleccionar avenidas, determinar qué tipo de transporte debe usarse para una ciudad que creció con infinidad de problemas viales y de semaforización; la reorganización de los concesionarios ahora con Barrios al frente y la creación de una nueva empresa que amalgamara o fusionara a todos, es lo que ha atrasado la entrada del proyecto para ser una realidad. Por ello apenas la prueba “piloto”.
La autoridad no se arriesga en esta ocasión, y lo anuncia como una ruta “piloto”. Eso sí, echaron a andar envidiables camiones de lujo –como Transmetro- y capacidad para 128 usuarios; esta ruta cubre de Santa Rosa Jauregui a la Alameda Central, de tal suerte que es suburbano y urbano.
Unos pagarán 8 pesos y otros solo 4, dijeron. Los usuarios esperan que ahora sí, se modernice el transporte no solo con los camiones, sino en todo lo que engloba, lo implica un buen servicio. Veremos si el plan “piloto” funciona. De ser así seguirán entrando otras rutas. Ah, seguramente no en todas las rutas se podrán utilizar los mismos camiones, dado que lo largo –el doble de un camión normal- de las unidades no pueden circular por calles más estrechas. Pero seguramente saldrán ¿ahora sí? Los esos feos e incómodos camiones.
Otro problema y tal vez el más serio para mejorar el transporte, es el de los choferes, siguen siendo –la mayoría- los mismos abusivos, maleducados y salvajes que no respetan al usuario ¿Cómo hacerle para educarlos en las artes del buen servicio de transporte urbano? Estos doblaron y doblegaron al anterior gobierno, incluso hicieron paros, exigieron continuar con las mismas prácticas del desorden y lo lograron. El trato humano es complicado. Este delicado asunto debe contemplarse como otro plan para que no suceda lo mismo. Los choferes tienen el mayor porcentaje de responsabilidad para que la modernización trascienda. Habrá que cuidar en extremo este asunto de las relaciones humanas en el servicio público.