“México: el cuento de nunca acabar”. Jesús Roldán Acosta

Frecuencias”.

En la actualidad, muchas naciones como es el caso particular de México, atraviesan por serios problemas de índole financiero y social.

Nada más y nada menos que el 2015 cerró con un crecimiento económico del 2.5%; el mercado laboral (a enero del 2016) según datos reportados por el IMSS se generaron 69,170 nuevos empleos.

Sin embargo, al cierre del 2015 se perdieron un total de 300 mil 300 fuentes de trabajo; se recuperaron sólo 1 de cada 3 empleos. Es decir, existe una débil economía mexicana. Donde los estados de Veracruz, Tabasco, Campeche y en materia económica y laboral no les irá nada bien este año.

Se sabe bien que los sectores de la industria automotriz (manufactura de la electrónica); además del sector de manufactura no automotriz no crecerán lo suficiente e incidirá negativamente ese dato también influye para aquellos estudiantes que egresan de sus estudios profesionales tradicionales y que van a requerir de fuentes de empleos; tendrían que reconvertirse en otro tipo de especialistas técnicos, donde sí existe requerimientos de gente para laborar en la industria.

Desafortunadamente, en tanto que México no cambie su valor de producción y deje de ser mono-exportador, ya que históricamente nuestra nación pasó de la expoliación del petróleo a la automotriz; prevaleciendo de esa manera la serie de inercias de una economía típica de subsistencia. Donde 58 de cada 100 mexicanos generan uno de cada 4 pesos mexicanos e influyen muy poco a la economía del país.

Para muestra de errores históricos también los encontramos en el muy delicado y deficiente nivel educativo de las escuelas públicas de México. Donde según datos recientes dados a conocer por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), el 51.7% de los profesores evaluados (en Educación Básica) registraron un nivel de Insuficiencia académica; el 48.4% fue calificado con Buen Nivel (o destacado).

En cuanto al nivel de educación media superior en México, de 833 profesores examinados, sólo el 7.9% lograron resultados de Nivel de Excelencia; por el contrario, de 5,184 profesores que se presentaron a efectuar sus exámenes, el 18.5% quedaron “Super reprobados”; o sea lograron una calificación de “burros hacia abajo”, con el perdón de los asnos.

La punta del iceberg se aprecia en una serie de acontecimientos que inciden de manera desfavorable en el crecimiento económico y en el desarrollo de nuestra sociedad, con las recurrentes espirales inflacionarias, por una parte, impulsadas por el ambiente macro-económico, así como por las pésimas administraciones y conducción política en las que le han tocado participar e involucrarse a muchos malos gobernantes y mediocres funcionarios que han dejado –en su accionar- su respectiva y nauseabunda huella.

Resultado de ello, han sido los pesados lastres de nuestra dinámica social, que nos han invadido hasta el hastío de generación a generación; a excepción de unas cuantas administraciones de sexenios gubernamentales que a nivel federal se pueden salvar de la feroz crítica de la que hace eco la mayoría de la gente.

Así, por ejemplo, en cuanto a la dimensión presente que ha estado ocupando muchos espacios en los diferentes medios (a nivel nacional y estatal), es el penoso e improductivo caso de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Con Enrique Peña Nieto se han sentado rápidamente las bases para que esta empresa se tenga que vender (o para ocultar ese concepto “monetizar”) los activos de la petrolera y que se darán a conocer a más tardar el próximo mes de junio las formas en como ésta se realizará.

El término relacionado con “monetizar activos” no es más que traer dinero fresco, garantizándolo con la propiedad de una parte de un determinado activo de esa paraestatal, como sería el caso de las participaciones en infraestructura marítima y terrestre, en oleoductos y en terminales petroleras, a través de lo que se conoce como la “Fibra E”, que es un sofisticado mecanismo de coinversión por medio del cual se diversifica la propiedad de varias compañías; parecido a una Sociedad de Inversión de Capital, con el importante Valor Agregado de las muy atractivas exenciones de impuestos.

En suma, sería considerable ganancia y de gran beneficio para el gran capital externo.

Con pérdidas de más de $521 mil millones de pesos, casi el 98% registrados en las áreas de producción y exploración. Con ello se reduce la producción en 100 mil barriles de petróleo al día, ya que se dejan de producir todo barril que superen los 25 dólares.

Adicionalmente, se cancelan, en términos de operación de Pemex todos los proyectos de exploración en aguas profundas; de hecho, estos se le asignarán a empresas extranjeras.

Por si no fuera poco, Pemex le debe $145 mil millones de pesos a sus proveedores; de esa manera, la paraestatal mexicana contribuirá a que estos se descapitalicen; en tanto no se les hagan los pagos a que tienen derecho por sus servicios realizados.

Aunque en días recientes, el director de finanzas de la petrolera mexicana, Juan Pablo Newman haya dado esperanzas a los más de sus 200 grandes proveedores, al mencionarles que “se está trabajando en esquemas para poder cumplir con los pagos atrasados e ir liquidándoles, como lo han estado haciendo con los pequeños y medianos proveedores”. ¡Adiós Pemex, Adiós!

CFE E IMSS: otros lastres gubernamentales.

Desde luego que también existen otras dependencias gubernamentales que “no cantan mal las rancheras”, nos referimos a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); la primera reporta pérdidas por más de $94 mil millones de pesos.

IMSS.

En cuanto a ésta, abundan desde tiempo atrás la serie de casos relacionados con corrupción; sobre todo de los proveedores de medicamentos, productos y servicios; si bien muchos han sido denunciados por el órgano de Control Interno del IMSS en contra de presuntas colusiones de prácticas monopólicas absolutas en millonarias licitaciones. Por ejemplo, en asuntos referentes al servicio de análisis clínicos y bancos de sangre.

Ambas empresas, consideradas estratégicas, habrán de realizar serios ajustes; tendrán que convertirse en menos dependencias burocráticas y erradicar por completo esa pasmosa y pesada operación, que repercute negativamente en las cifras contables.

Es decir, tendrían que ser empresas muy eficientes, más pequeñas y sobre todo, muy redituables. De lo anterior se colige  que en la mayoría  de las veces, el gobierno no sabe administrar los recursos públicos; más bien, los dilapida.

La serie de anteriores problemas de carácter financiero, así como de fuertes fallas en la estructura organizativa de la Función Pública, muy probablemente se agudizarán con el hecho de que en el presente año, se reducirá el presupuesto del gasto público federal en cerca de $131 mil 200 millones de pesos y se cancelarán más de 53 importantes proyectos de inversión para la construcción de más infraestructura carretera.

En síntesis, las actividades económicas del gobierno federal se reducirán; no pinta nada bien este 2016; ya que el ritmo del crecimiento económico será menor que el registrado en el 2015.

Aunado a lo que muchos reconocidos economistas ubican la relación cambiaria del dólar estadounidense vis a’ vis el peso mexicano, para finales del 2016 se estima que éste llegue a los $17.66 pesos. Por el contrario, se espera que esa relación sea del orden de los $17.30 pesos  para fines del 2017.

En cuanto a la inflación mexicana, este año –según datos proporcionados por la SHCP- será del 3.30%, para el cierre del 2017 se estima que sea del 3.41%.

Asimismo, de acuerdo con recientes estudios realizados por el Banco de México, y dados a conocer en marzo pasado, se espera que la economía mexicana crezca este 2016 en un 2.40%; a diferencia, en el 2017, podría darse un crecimiento económico del 2.92%.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en voz de su titular, Luis Videgaray Caso, el viernes anterior mencionó que para el año próximo se requerirá hacer un ajuste al gasto público del orden de los $175.1 mil millones de pesos; adicionales a los anunciados en febrero pasado de $132.3 mil millones de pesos mexicanos.

Aparte, de que muy probablemente el año próximo se registre un crecimiento económico que iría entre un 2.6% y 3.6%.

La misma SHCP, señaló que la reducción proyectada en los ingresos, derivado del entorno macroeconómico y del propio cauce en el déficit de $99.1 mil millones de pesos, incidirá en un ajuste del gasto público programable (sin inversión de alto impacto económico-social, por la suma de $311.8 mil millones de pesos, respecto al presupuesto del año en curso.

Pese a ello aún encontramos algunos gobiernos de entidades federativas que insisten en la tozudez de realizar obras que “sean muy visibles” a la población, sin que efectivamente sean las que ésta requiere, sobre en todo en las ciudades.

Sobre todo cuando dichas obras públicas no sean las óptimas, cuyo funcionamiento dejan mucho que desear, por parte de la gente, ni mucho menos les ayuda a mejorar su calidad de vida.

Caso concreto, lo observamos a diario cuando transitamos por las avenidas o vías principales de la capital del estado de Querétaro, como son: Anillo Vial Fray Junípero Serra, en Boulevard de Bernardo Quintana, por el constante tránsito vehicular de 5 de Febrero, y no digamos, por el inconcluso tramo carretero que conduce de norte al sur (y viceversa) de la capital queretana, en el malhecho tramo conocido como Ejército de la República, que le tocó ejecutar (a medias) durante la pasada administración del gobernador José Eduardo Calzada Rovirosa y por la cual, la presente bancada panista (de Querétaro) en la Cámara de Diputados (San Lázaro), coordinada por Armando Rivera Castillejos ha criticado el excesivo gasto y sobre todo,  ya que el costo de esa tramo carretero sobrepasó por 73 millones de pesos lo programado; y, la no ejecución completa de ese tramo vial.

En parte la obra inconclusa y mencionada en el anterior párrafo -en comento-, -lo sabemos-, se debe en cierta medida, gracias a la acción en varios frentes informativos, que se encargaron de dar a conocer,  mediante jugosas inserciones pagadas en muchos medios de comunicación escritos y electrónicos, en los que se mencionaron, hasta el cansancio, las bondades de contar con ese tipo de obras públicas de infraestructura física, que hasta el momento han sido inútiles.

Finalmente, otro de los temas pendientes y que a la brevedad habremos de encontrarles salida viable al enfrentamiento de los lastres cotidianos en nuestra nación se relacionan con la Corrupción y la Impunidad; entendida esta última como la recurrencia de actos que al margen de la ley no son castigados la mayoría de los culpables e infractores de ésta.

Así, por ejemplo, de un serio estudio –elaborado en el 2015 y difundido en febrero pasado- por la Universidad de las Américas (UDLA) en Cholula, Puebla acerca de la “Impunidad Global” refiere que México se ubica dentro de las 5 naciones que a escala Global registran los mayores índices de Impunidad Mundial, de los que también sobresalen: Filipinas, Rusia, Colombia y Turquía.

Además de que nuestro país se sitúa en el lugar 58, de 193 estados miembros de las Naciones Unidas; es decir, se encuentra en un Muy Alto grado en materia de Impunidad.

De 59 naciones que cuentan con Información Estadística Suficiente, para el cálculo del Índice Global de la Impunidad; México se encuentra en el sitio 58.

A nivel nacional, la mayor parte de las entidades federativas (casi el 60%) se ubican entre los estados con mayor registro de Alta Impunidad; entre las que tenemos a: Querétaro, Veracruz, Guerrero, Tamaulipas, Baja California, Quintana Roo y el Estado de México.

Sólo dos estados de la República Mexicana mantienen un perfil de baja Impunidad: Campeche y Nayarit.

En nuestro país, el 92.8% de los delitos No se denuncian; sólo un 7.2% de cada 100 delitos son denunciados; de ellos, el 0.1% son castigados.

En contraste, las prisiones mexicanas sobrepasan el 130% de su cupo.

De lo anterior se deduce que en nuestro país prevalece un Sistema Deficiente de Justicia.

Ésta no existe; no hay castigo para la mayoría de los culpables, ni para los que infringen nuestras leyes.

@JROLDANA

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