Derivado de una ardua labor de investigación realizada por parte de la Procuraduría General de Justicia de Querétaro (PGJ) en coordinación con la Policía Estatal se logró la detención de un joven a quien se le acusa de ser presuntamente el autor intelectual del secuestro de un joven de las familias mas reconocidas de Querétaro durante los primeros días de abril del presente año.
El joven del que se habla y de quien se omite su identidad a fin de no entorpecer las investigaciones que realizan las autoridades planeó y ejecutó el secuestro junto a 4 sujetos más, al parecer trabajadores de la construcción a quienes les propuso cometer dicho delito ofertando ganancias cuantiosas por su participación.
Los presuntos plagiarios mantuvieron privada de su libertad a su víctima por unos días en espera del pago del rescate correspondiente, sin embargo por rencillas al interior del grupo delictivo terminaron dejando en libertad al plagiado sin cobrar un solo peso por el rescate.
El hoy detenido se daba una vida de junior y se codeaba con los jóvenes de las familias más adineradas e influyentes de Querétaro; aprovechando esta situación planeó el secuestro de uno de sus amigos cercanos con quien tenía relación desde hace varios años.
La información hasta el momento se ha mantenido hermética por parte de las autoridades ya que fue hace apenas unos días que se llevó a cabo su detención al salir de su domicilio en la colonia Milenio III.
El arresto del presunto autor intelectual y también líder de la banda se llevó a cabo gracias a que previamente se logró detener a otros integrantes del grupo delictivo, mismos que señalaron que fueron contratados por él para ejecutar el secuestro de su amigo.
Aún se desconoce a ciencia cierta cuales fueron las causas que motivaron a este “junior” a cometer el secuestro de su amigo, ya que era propietario de negocios relacionados con alpargatas (calzado), relojes de marca y de ropa de renombre; incluso tambien era socio de empresarios reconocidos en el estado de Querétaro.
Cabe recordar que en esta ocasión se omiten tanto los nombres de la víctima, así como de los demás implicados a fin de no entorpecer las investigaciones y no poner en riesgo la integridad física de la víctima.