“Si llueve, no se mojan; se inundan”. Jesús Roldán Acosta.

“Frecuencias”.
En la reciente inundación que tuvo lugar en el municipio de San Juan del Río, Querétaro, cuyos efectos más devastadores se presentaron en la parte alta de esa demarcación y que afectaron a las Colonias México, La Floresta, Lomas de San Juan, taponearon el único dren que existe, arrastrando por gravedad a tierra y lodo.
Roldan
El agua acumulada en la Colonia México, como parte natural del escurrimiento sobre ese mismo dren, propició que se dañaran numerosas viviendas.
Históricamente esa zona- data de poco más de 50 años- , fueron los primeros asentamientos humanos, que de manera irregular se aposentaron de esos sitios; si bien ya actualmente se encuentran regularizados, la carencia de una efectiva planeación urbana en complicidad con las entonces autoridades municipales (priistas) han hecho que ese tipo de situaciones naturales lluvias “atípicas” repercutan en detrimento de sus pobladores.
Aún más, el problema de la Zona Oriente de ese municipio se ha debido por el desorbitado desarrollo en las colonias creadas de manera irregular, junto con lo ya regulado se adiciona la carencia de escuelas y de terrenos para construir aulas y lo que lleva implícito el sistema educativo, a fin de que los niños y jóvenes eviten tener que trasladarse a lugares distantes de sus domicilios para tener la oportunidad de asistir a clases.
Los niños y jóvenes educandos se ven en la necesidad de acudir a la zona centro de San Juan del Río para continuar sus estudios; se percibe gran complicidad y desgano de las autoridades municipales, en tanto que no fomentan la educación.
No es lo mismo haber sido diputado local, como lo fue el del actual edil Guillermo Vega Guerrero que estar ahora en una apoltronada posición, a la espera de que el gobernador Francisco Domínguez Servién les resuelva la vida a cada presidente municipal que -algunos- demuestran no estar lo suficientemente capacitados para conducir de manera adecuada y óptima los destinos de esa demarcación.
Hay que mencionar que en el municipio de San Juan del Río hay 84 comunidades que no cuentan con efectiva Planeación Urbana, mucho menos cuentan con un Plan de Desarrollo que sirva para paliar y responder a las severas contingencias ambientales. Que a su vez, incorporen vías de comunicación y de evacuación, que faciliten desfogues naturales y salidas de la población, ante los desastres naturales.
Afortunadamente para Guillermo Vega Guerrero y su familia directa no se vio afectada en sus propiedades  a causa de ese desastre natural, ya que él y su familia viven de manera bastante cómoda y con ciertos lujos en el adinerado lugar conocido como “San Gil”, donde además de contar con albercas, ciclo-pistas, lago artificial y Casa Club, también cuentan con un espacioso y profesional Campo de Golf.
Otro de sus colaboradores directos, el actual director General de la Japam (Junta de Agua Potable y del Alcantarillado Municipal), Jermaín Garfias, también es su vecino, en esa pomposa y elegante área de viviendas.
Como meros paliativos o”placebos” ante el fenómeno de irrupción de las lluvias atípicas presentadas en aquella zona queretana
tenemos que al regreso del gobernador de su periodo vacacional por varias naciones Europeas hizo un recorrido por las áreas afectadas de San Juan del Río y se ofreció en entregar  la cantidad de $200 millones de pesos para la construcción de infraestructura de obras pluviales, además de $25 millones para el re-encarpetamiento de las calles siniestradas, así como en la entrega de 100 colchones,, 25 estufas y de 25 refrigeradores.
En suma, la asistencia de parte del gobierno estatal ascenderá a los $225 millones de pesos y tan sólo $25 millones provendrán de parte del erario municipal de San Juan del Río.
La suma de las personas que salieron severamente perjudicadas ascienden a 300; de ellas, 58 sufrieron daños o pérdida total. Como resultado de poco más de dos horas de prolongadas y fuertes lluvias, mismas que sumaron  el 17% del total de la lluvia anual.
Cabe mencionar que en el Distrito X Local al que le corresponde el diputado panista Roberto Cabrera Valencia no se ha presentado ante la población afectada, para saber de qué manera les puede ayudar; a éste le he tratado de localizar, a su oficina de la Legislatura, así como en su teléfono celular y nunca lo encuentro; se la pasa en eventos de carácter personal y “sociales”, que nada abonan a sus verdaderas gestiones de representante popular.
Acaso no le alcanza los poco más de $320 mil pesos mensuales, que por distintos mecanismos reciben cada uno de los actuales 25 diputados locales; en contraposición tenemos que los diputados federales reciben ingresos mensuales que no rebasan los $127 mil.
De acuerdo con los versados en los asuntos de finanzas y ejercicio del presupuesto estatal, destinado para beneficio de nuestros “leales diputados locales”, mucha de las asignaciones de esa cuantiosa percepción obedece entre otros al “mañoso” y lesivo “embute” que en la administración del entonces gobernador panista, Francisco Garrido Patrón les asignara parte del famoso 2% del “Impuesto Sobre Nómina de las Empresas”, para “resarcir” y controlar, más que “maicear” a nuestros dilectos legisladores queretanos.
Se conoce que esa lesiva e insana práctica financiera la siguió aportando el anterior gobernador José Eduardo Calzada Rovirosa; los conocedores en este tema refieren que actualmente siguen con la misma práctica.
Al mismo tiempo, conviene destacar que al tiempo que nos percatamos en los mismos sitios donde sucedieron los considerables hechos naturales antes descritos, también pudimos constatar que el diputado Cabrera Valencia, según las versiones de sus conciudadanos poco o nada se ha interesado por el porvenir de éstos.
Por el contrario, sin que ese X Distrito sea de la jurisdicción del también diputado panista José González Ruiz, varios vecinos de las comunidades afectadas comentaron que éste les llevó poco más de una tonelada de pepinos,los repartió en la Colonia México, les llevó ropa ,además de 6 camas y colchones y de que también estuvo pendiente de los asuntos necesarios a realizar con el titular de la Secretaría de Desarrollo Social del estado de Querétaro (Sedesoq), Agustín Dorantes Lámbarry, en la entrega de colchones y de estufas comprometidas por el gobernador Francisco Domínguez Servién.
Resultaron siniestrados poco más de 17 negocios de diversa índole, como cibercafés, tiendas de abarrotes, una de ésta fue la ubicada en la Calle de Durango 30, en la Colonia México, conocida por mucho tiempo como: Miscelánea “Ana Laura” que sufrió fuerte rapiña de parte de los mismos lugareños. Destacaba porque a casi 50 años de laborar en esa zona, se cayó el frente de la pared principal. La propietaria de nombre Teresa Torices Azcué les vencía fiado a las personas y éstas le abonaban cada día sábado.
El capital y la infraestructura física de la Miscelánea “Ana Laura” quedó hecho un caos; le daba empleo directo a 6 personas.
Por cierto, arriba de las Colonias México, La Floresta y Lomas de San Juan, se ubica la zona Industrial, lo que en ésta tiran o arrojan por gravedad cae a las partes bajas; por ahí fue donde fluyó el caudal de la lluvia, en ese cauce natural se agravó la situación por el desborde y erosión de las severas lluvias que por espacio de poco más de dos horas, también impactó a la zona centro de la cabecera municipal.
Las celdas de los drenes quedaron anegadas por el agua y el lodo.
Frente a las instalaciones del Hospital del IMSS, sobre la Avenida Central (crucero de la vía férrea con la empresa Kimberly Clark de México) tardaron 3 días en dezasolvar.
El municipio de San Juan del Río no se dio abasto con el uso de sólo 2 bombas chicas y 2 pipas para sacar el agua; trabajaron día y noche en esas faenas; eso fue en un radio de mil metros.
En el centro del puente, el agua y lodo alcanzó los 4 metros de altura; ahí quedó cubierto un trailer de doble remolque, cuyo imprudente operador intentó ganarle el paso al cauce del agua; obstinadamente pretendió seguir su viaje y quedo varado por poco más de 3 días.
La fuerte lluvia atípica fue peor qie la presentada en el mes de septiembre del 2010. Ese siniestro fue menor, aunque anegó el entonces Hospital General de Salud del Estado de Querétaro; se aplicó el Plan DN-III, por cierto, el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa autorizó $1 mil millones de pesos para construir un nuevo Hospital General de Salud Estatal, ubicado a un kilómetro distante del antiguo hospital.
@JROLDANA

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