Después de haber entrado en funciones el ayuntamiento de Huimilpan, periodo 2016-2018, de haber transitado los huimilpenses por un periodo extraordinario de elecciones, de haber tenido en un mismo año tres presidentas municipales, la Maestra Celia Durán, parece no encontrar el rumbo.
Primero, no les correspondió hacer su presupuesto de ingresos ni de egresos de este año, lo hicieron los que fungieron –o fingieron- como concejales, de tal manera que los actuales regidores y regidoras se subordinan a lo programado por otras personas que solo iba de paso y cobraron por un período de 3 meses.
Segundo, por los problemas de la entrada y salida reiterada de la presidencia municipal María García, nunca se supo qué pasó con esos procesos de entrega recepción, si hubo o no responsabilidades en las antepasadas administraciones.
Luego le siguieron los concejales designados por la pasada Legislatura local, otros que entraron y salieron sin rendir cuentas, al menos nada se sabe de ello. Le siguió un proceso electoral extraordinario muy complejo, el primero en la historia de los queretanos. Todo por no querer que gobernara el partido nueva Alianza, estando al frente Juan Guzmán, a quien se le acusó de todo y nada se le demostró.
Después vino el “alegre triunfo” de la alianza PRI, Verde y NA, lo que motivó el asalto a los cargos administrativos en ese municipio. Casi tres meses después, a finales de diciembre entraba en funciones la maestra Celia; aun en febrero daba posesión a los delegados municipales, de ahí que el periodo de gobierno –de hecho y no de derecho- de ese ayuntamiento sea del 2016 al 2018, no vaya a pensar que hubo equivocación, dado que casi tres meses “gobernaron” los concejales.
La pasada administración panista –como ha sido su costumbre- heredó una abultada nómina de la cual no se quejó la maestra, había que darle cabida a muchos priistas consentidos que se quedaron sin empleo, sumado al triunfo de la alianza, no solo del PRI.
En número “rojos” fue recibida la administración municipal que encabeza Celia Durán, sin embargo no hubo quejas como en otros municipios. El silencio ha permitido ir resolviendo los problemas que dejaron las administraciones panistas, la electa y los concejales; de estos último nada se supo, salvo que cobraron salarios y proyectaron –se los hicieron- los presupuestos de ingresos y egresos que hoy administra el ayuntamiento y sus empleados.
Cuando las cosas iban más o menos, roban descaradamente en el interior de las oficinas que albergan la administración, se dijo como 200 mil pesos aproximadamente, robaron precisamente donde se ubica la tesorería. Las oficinas de la Presidencia Municipal se cierran totalmente y no hay manera de ingresar, salvo que sea de confianza o se brinque la barda. No hoya otra forma. Así que los ladrones deben ser de “confianza”.
Pero vendría lo peor, resulta que al paso de los días, la autoridad que investiga el robo ha descubierto que no fueron 200 mil pesos, que el hurto casi llega al doble, significa que no saben las autoridades ni el monto de lo que guardan día a día en las arcas de la Tesorería. O, grave sería que “aprovechen el viaje” para ocultar faltantes de una mala administración y, ahora, esos faltantes los involucren en el robo, así se saldan cuentas. Total que la opacidad en ese municipio sigue a todo “galope”.
Mientras tanto los ladrones no aparecen, a pesar de estar investigando a policías y al personal que labora en la Presidencia Municipal. Al menos la presidenta Celia no acusó a su personal como lo hiciera Mauricio Kuri, Presidente Municipal de Corregidora, quien dijo que investigarían a todos –cuando también robaron en la Presidencia Municipal- , dado que eran sospechosos. Vaya exabrupto que no mereció disculpa alguna cuando descubrieron a los ladrones, no fue personal administrativo de la presidencia, quienes para el presidente todos eran sospechosos.
Así las cosas, la administración municipal de Huimilpan, que preside la maestra Celia Durán continúa perdida entre problemas y dicen los que saben, aun hay más.
