Gustavo Vallejo, mejor conocido como el Doctor Veneno, colecciona figuras desde que nació y actualmente, le dedica casi todo su tiempo al Museo estatal del Juguete, porque más que un estilo de vida, las historietas, los comics, las películas, los libros y videojuegos, le han permitido vivir más feliz.
El doctor Veneno desde pequeño colecciona juguetes y ha intercambiado figuras con sus amigos, por lo que trasladó esa costumbre a sus dos hijas, quienes ya cuentan con sus propias colecciones.
Su colección favorita es del Señor de los Anillos, tiene todas las figuras de los personajes, así como Disney, con un lugar especial para las princesas y recordar cómo han sido salvadas por un guapo, valiente y encantador hombre y por último, Monster High, que con sus look terroríficos pero rostro elegante, llenan otro instante.
Desde hace muchos años, se dedica a crear infinidad de figuras con materiales como plastilina, cartón, madera, y todo lo que se le atreviese en el camino, sin embargo hace ocho meses pasó por una depresión y para poder descansar, tenía la necesidad de crear más y más.
Pero…la exposición a materiales tóxicos y la diabetes ocasionó que los médicos le prohibieran una de sus más preciadas actividades, sin embargo, aunque con menor tiempo, sigue creando.
“Empecé a jugar con materiales como plastilina, unicel, pastas tóxicas, mucho reciclaje, madera, cartón, en algún punto fabricamos algún tipo de escenario para algunos juguetes como ambientación del local y afortunadamente y desafortunadamente empecé con a mayor depresión mayor creación, tenía más necesidad de poder crear algo para evitar este estado de ánimo”.
Participó en diversos concursos, el último de Gobierno del Estado y lamenta que no se le invierta a la cultura o temas sociales, pues su proyecto de crear un Museo Internacional del Juguete se vino abajo por falta de apoyo de las autoridades.
Cosa que no detuvo su aspiración y con más inversión, complicaciones económicas y mucho entusiasmo, desde hace un año abrió su Museo Estatal en Zaragoza número 117, letra E, planta alta, esquina con Doctor Lucio en la colonia centro.
“La idea era tratar de poner un museo del juguete a nivel internacional, desgraciadamente no hay ni la infraestructura, apoyo ni ganas de las autoridades. Al ver la falta de apoyo, renté un local más grande, aventurándome incrementar mi mercancía para venta, sino que también incrementar mis gastos y costos para poder exhibir lo que se está fabricando”.
Con más de 12 mil piezas en exhibición, considera que este museo puede generar una cultura de la lectura ente los niños, pues los comics son una buena opción para los padres.
“Tenemos más de 20 proyectos que están guardados por falta de espacio para poder exhibir. Estamos fluctuando como un proyecto social de un museo del juguete porque tenemos piezas que no están a la venta, que son se exhibición pero para sobrevivir, tenemos que vender. Tenemos más de 12 mil piezas en exhibición”.
Y, sobre el mundo de los comics, afirmó que las personas pueden accesar a diferentes mundos sin la necesidad de levantarse del sillón, conociendo a personajes tanto nobles como agresivos, bondadosos o aterradores.
“Un ejemplo fuerte a nivel nacional, creo que se encuentra en Puebla, la primera universidad que cuenta con una biblioteca de comics, dentro de la universidad, el mundo del comic, no es algo que esté fuera de la cultura, es increíble ver que los niños sí coleccionan, ven comic, pero al mayoría de los coleccionistas y lectores, son personas de la edad media adulta”, dijo el Dr. Veneno.
Así es que si te quieres adentrar en el Museo del Juguete, podrás pasar toda una semana y no alcanzarás a identificar todas las figuras desde películas, anime, caricaturas, comics con muchos súper héroes que están esperando tomar vida cuando tus ojos perciban las imágenes y puedan salir de los libros a través de las palabras.
El tema económico no es tan bueno para Veneno, pues con la reforma hacendaria tiene que pagar más impuestos y como las figuras que adquiere, en su mayoría son de coleccionistas, por lo que no se intercambian ni entregan facturas.
