El resultado de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, (INEGI) arrojo que el 65.35 de la población consideró como inseguro vivir en Querétaro de acuerdo a datos de diciembre del 2016.
De acuerdo a dicha encuesta se establece que Querétaro tuvo un repunte en relación a la percepción obtenida en septiembre del mismo año que fue del 62.2%.
Respecto a las situaciones de conflictos o conductas antisociales, el 54% de la población encuestada manifestó que existen en ciudad, mientras que en septiembre del 2016 la percepción fue de un 42 por ciento.
Cabe hacer mención que a nivel nacional la encuesta antes señalada realizada en diciembre del 2016, arrojó que el 74.1% de la población de 18 años en adelante consideró que vivir en su ciudad es inseguro, cifra que representó un incremento considerable, si se considera que en el mismo periodo pero en 2015, la cifra alcanzó el 68%.
Otros rubros que formaron parte de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública y que arrojaron un incremento: 82% manifestó sentirse inseguro en acudir a los cajeros automáticos que se encuentran en plena vía pública, 72% el uso de unidades del transporte público, 68.3% el acudir a las instituciones bancarias por temor a ser asaltados, mientras que el 67.1% manifestó su preocupación por transitar por las calles de su ciudad.
En dicho estudio realizado a nivel nacional, también se arrojó que el 34.7% de la población encuestada en México, consideró que en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia se complicará o permanecerá igual que a la fecha, situación que representa una reducción hasta del 1.6% en relación al último trimestre del 2016.
Ante dichos resultados, el 63.4% de los ciudadanos encuestados señalaron que modificaron sus hábitos respecto a “llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito” por temor a sufrir algún delito; mientras que 57.9 por reconoció haber cambiado hábitos respecto a “permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda”; 52.3 por ciento cambió rutinas en cuanto a “caminar por los alrededores de su vivienda, pasadas las ocho de la noche” y 35.5 por ciento cambió rutinas relacionadas con “visitar parientes o amigos”.
