“Frecuencias”.
Con la novedad de que el gobierno federal mexicano desea invitar a migrantes mexicanos que viven en los Estados Unidos de América, a fin de que abran sus cuentas bancarias remotas desde esa nación y se incorporen al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) en nuestro país.
Algunas de las maneras auxiliares podrían ser a través del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), dependiente de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y del Banco Nacional de Servicios Servicios (Bansefi).
De ello, al menos 6 millones de mexicanos podrían estar en riesgo de perder sus bienes, en caso de que no cuenten con la suficiente información para su protección legal.
No habría que “echar las campanas al vuelo”, cuando la propia Condusef señala que “la bancarización de los migrantes no es un tema que le preocupe”; según esa dependencia gubernamental, “el 66% de quiénes envían sus remesas cuentan al menos con una cuenta de ahorro o depósito (cerca de 5 millones de personas).
Sin embargo, el nivel de uso del sistema financiero es muy bajo de quienes reciben remesas.
Sólo el 23% (1.2 millones de personas) tienen cuentas de ahorro o depósitos en México, eso encarecen las remesas; el 65% de los que reciben éstas tiene un teléfono móvil y el 26% utiliza la red internet.
Con apoyo de esa tecnología se pueden desarrollar canales digitales para enviar y recibir las anheladas remesas.
Se estima que aproximadamente 6 millones de mexicanos migrantes (el 48%) que viven en Estados Unidos de América se encuentran en situación de franca vulnerabilidad, en tanto que no poseen documentos que acrediten su residencia legal en ese país.
Hay que destacar que el año pasado las remesas que ingresaron a México ascendieron a 27 mil millones de dólares estadounidenses, (cifra 8.8% mayor, en relación con el año anterior 2015); dicha cantidad fue mayor a los ingresos aportados por la venta del petróleo y del turismo mexicano.
Por cierto, en 2016, México -en el caso de las Inversiones Extranjeras Directas (IDE)- recibió $26,738 millones de dólares, de los cuáles $10,410 millones de dólares provino de Estados Unidos; son a la fecha, 1,450 empresas de esa nación las representadas en la American Chamber of Commerce in Mexico (AmCham); estas, en el 2016, tuvieron poco más de 20 mil millones de dólares en utilidades, mismas que se re-invirtieron en sus distintas casas matrices norteamericanas.
Sabían ustedes que en Estados Unidos de América, muy especialmente en el estado de California se paga $10.50 dólares la hora trabajada; en Illinois ($8.25 dólares); en Kansas, Iowa, Indiana y Kentucky ($7.25 dólares por cada hora laborada).
En cambio, el porcentaje del salario mínimo (diario) que se paga en México no sobrepasa los 95 pesos.
!Vaya qué gran asimetría y disparidad salarial presentada en ambas naciones!
Ahora bien, en caso de que continúe la dura y reacia política por parte de la administración del presidente Donald Trump concerniente a instrumentar acciones para la deportación masiva de muchos connacionales, podrían presentarse graves quebrantos para la banca estadounidense.
Ejemplo, de acuerdo con lo manifestado por el titular de la Condusef, Mario Di Constanzo, eso tendría que considerarlo muy seriamente Donald Trump. En el entendido de que para finales del año 2013, el número de hogares en la unión americana ascendía a 4.3 millones de personas; 2.3 millones en viviendas rentadas.
Casi 2 millones de mexicanos contaban con vivienda propia, de los cuáles 1.4 millones conservaba su hipoteca.
El valor promedio de la vivienda en ese país oscila en los 113, 300 dólares.
El patrimonio en vivienda de los mexicanos es cercano a los 226 mil millones de dólares.
En el hipotético caso de que se llegaran a interrumpir de manera abrupta el pago de 1.4 mil millones de hipotecas existiría irreparable quebranto bancario, que sobrepasarían los 16 mil millones de dólares; esa gran abolladura financiera tendría serias y comprometedoras reacciones adversas a la administración de Donald Trump.
Lo que sería peor, ya que ese colapso financiero y bancario se incrementaría a 250 mil millones de dólares, derivado de los múltiples créditos hipotecarios y el de consumo,que se dejaría de realizar en la unión americana. Insisto, en caso de que se presentara la indiscriminada deportación masiva de migrantes mexicanos indocumentados.
Si bien la deportación es consecuencia de no tener la estancia regular (legal), en tanto que los propios tratados internacionales advierten que “la libertad de circulación y de residencia tienen las limitaciones que establezcan las leyes de cada país”.
Luego entonces, las autoridades estadounidenses tienen el legítimo derecho a efectuar el ejercicio de la deportación.
Desafortunadamente, nuestros representantes diplomáticos (y los 50 Consulados) acreditados en la unión americana aún no se han expresado públicamente respecto a las gestiones puntuales que se han realizado y pensamos seguirán haciendo para procurar la asesoría, protección y garantía de los Derechos Humanos de los compatriotas que se encuentran en esa situación particular.
México requiere que se realice de manera expedita la protección consular de los Derechos Humanos de migrantes y sean respetados los derechos civiles en el debido proceso legal.
Esa triste realidad se agudiza con el considerable cantidad de las deportaciones que para los primeros 100 días de la administración de Donald Trump suman poco más de 25 mil deportados, cifra menor a la reportada en los últimos tres meses de la administración de Barack Obama.
Cabe mencionar que en los ocho años que duró la presidencia de Obama sumaron poco más de 2 millones 800 mil mexicanos deportados; ese junto con William Clinton (ambos presidentes del Partido Demócrata) sumaron casi 5 millones de ciudadanos mexicanos que fueron deportados. Rebasaron con creces a lo realizado en ese ámbito por las administraciones de los Bush (del Partido Republicano).
Por cierto, ya en el ámbito estatal, en Querétaro, el diputado Carlos Sánchez Tapia afirma que en el que va de este año, hay 298 deportados de esta entidad; sus procesos fueron iniciados mucho antes de que Donald Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos.
Sánchez Tapia ha estado promoviendo la creación del Instituto del Migrante, a fin de que se trabaje en ese apartado social. Al tiempo de que también ha manifestado que existe desinterés de los presidentes municipales de Querétaro, en tanto que no se involucran en el tema de la problemática migratoria y que no atienden, ni mucho menos, pretenden entender la problemática social de éstos.
Existen cerca de 350 mil migrantes queretanos que laboran en esa nación.
Las principales causas del fenómeno migratorio internacional que ahora nos ocupa obedecen a la seria incapacidad de los gobiernos por no No invertir en las naciones expulsoras de migrantes, en mayor medida los provenientes de México, Centroamérica y del Caribe.
Del año pasado y a la fecha, poco más de 400 mil centroamericanos y caribeños (de Cuba y de Haití, principalmente) ingresaron a territorio mexicano con fines de ingresar a los Estados Unidos de América.
No olvidemos, que la tasa de crecimiento económico de Estados Unidos es del 0.4%, la más baja, desde el año 1776. Si desean crecer como mínimo al 4% requerirán de mano de obra de los migrantes jóvenes y de no reprimir a los que ya están ahí.
Poco más del 5% de la fuerza de trabajo estadounidense es indocumentada; uno de cada 6 migrantes labora en la agricultura, 9% en el sector servicios y el 40% en la construcción.
No basta con que el secretario de Relaciones Exteriores de nuestro país, Luis Videgaray Caso señale que: “México se siente agraviado” por todos los desagradables comentarios externados por Trump, hacia nuestra nación; que tomó forma desde su campaña presidencial y hasta nuestros días.
Esperemos que la cifra de 1 mil millones de pesos que se gastará este año, sea suficiente para la defensa de nuestros compatriotas que se encuentran en calidad de incertidumbre legal; probablemente en el 2018 se incrementará esa cantidad de presupuesto.
Mismos que han impactado desfavorablemente en la economía mexicana, empezando por la golpeada relación cambiaria -peso versus el dólar-; y en la incertidumbre y en el estancamiento de nuevas inversiones estadounidenses en territorio mexicano.
Lo más importante es saber acerca de qué harán nuestras autoridades federales para que se presenten mejores niveles de crecimiento y desarrollo económico y social, de beneficio directo para los sectores productivos y para la propia gente.
@JROLDANA