Cortesía de NCYT / Amazings (noticiasdelaciencia.com)
Un robot capaz de ayudar a un anciano en sus quehaceres cotidianos puede permitirle seguir viviendo en su domicilio en vez de que tenga que mudarse a una residencia geriátrica, donde, aunque estará bien atendido, su vida ya no será como la de antes. En esta idea trabajan desde hace años diversos equipos de robotistas.
Los automatismos que le ahorran a una persona anciana tener que levantarse para encender una luz, o para mirar quién ha llamado a la puerta y abrirla si es el caso, entre otras ayudas más o menos enmarcadas dentro del concepto de hogar domótico o vivienda inteligente, han sido el punto de partida natural para una evolución cuyo paso final será la creación de un asistente robótico, capaz de ayudar al anciano en infinidad de cosas que le pueden resultar trabajosas o imposibles, desde cambiarse de calcetines hasta servirse un vaso de agua.
Ya hay algunos prototipos de tales robots de ayuda personal a ancianos y discapacitados, y ahora unos robotistas europeos dirigidos desde la Universidad de Hertfordshire en el Reino Unido han desarrollado el prototipo de un nuevo modelo, para el que se ha puesto especial cuidado en dotarlo de una gran capacidad de interacción social. Además, el robot puede colaborar con familiares y/o otros cuidadores de la persona necesitada.
El robot se basa en la avanzada plataforma llamada Care-O-bot® 3 y opera dentro de un entorno domótico.
El equipo de Farshid Amirabdollahian trabaja en el marco del proyecto llamado ACCOMPANY (Acceptable Robotics Companions for Ageing Years).
Los resultados logrados hasta ahora demuestran que un robot con la suficiente capacidad de interacción social puede potencialmente ayudar no solo a mantener un estilo de vida independiente a una persona anciana sino incluso también mitigar su soledad si vive sola. Un robot con las características adecuadas y lo bastante sofisticado puede además ofrecerle actividades estimulantes, al mismo tiempo que apoya su autonomía e independencia.