RICARDO ANAYA ACUSADO DE CORRUPCIÓN Y AMENAZAS: ALFIL

TRAS LA VERDAD

Resultó cierto que Marcos Aguilar Vega, presionó y negoció varias candidaturas, siempre y cuando él desistiera en su propósito de buscar la propia para reelegirse o la senaduría, bajo la condición de no levantar “polvo”; iba por dos candidaturas a sabiendas que no le darían ninguna de estas. Pero, con la finalidad de no romper la “tranquilidad” en las filas de las huestes panistas, tuvieron que cumplirle el capricho político y de supervivencia política; entre aquellos que serán protegidos con candidatura es su actual Secretario de Gobierno municipal, el que le ha servido desde hace varios años.

 Mientras tanto Marcos Aguilar tranquila y seguramente podrá ser llevado a una diputación plurinominal en la Cámara de Diputados federal, aprovechando que su amigo el “espléndido empresario de candidaturas”, Ricardo Anaya, quien actualmente sigue teniendo el control del PAN, a pesar de que ya no sea el dirigente, le brinda protección del fuero: el poder tras el trono. De tal manera que las candidaturas panistas han salido sin mayor problema, sin asperezas, sin mayores complicaciones; al menos no han permitido quejarse a ninguno de los panistas que aspiraban, como Carmelita Zúñiga, quien será recibida en un cargo administrativo una vez que termine du periodo como diputada local. El gobernador y su grupo político -que le ha operado las candidaturas- podría decirse que lo han hecho con éxito; no hay necesidad de operación cicatriz, no se sabe de rupturas, salvo de las consabidas molestias por no alcanzar el sueño anhelado de las candidaturas todos aquellos que aspiraban a algunas de ellas. Han tejido fino todo el territorio estatal, desde la reelección de la diputada por el XV Distrito Electoral Local, hasta Amealco de Bonfil ¡Todo es felicidad en el PAN Queretano! No se diga las posiciones federales de las senadurías que debe defender el mismo gobernador, no serán para Anaya. Claro, sin tomar en consideración las de representación proporcional que esas se deciden desde el “centro del poder” de cada partido político.

 Una vez más, quien no las trae todas consigo es el candidato aliancista a la Presidencia de la República, Ricardo Anaya Cortés, quien cada día que pasa algo surge de su “larga vida delictiva empresarial” –eso dicen-. Este día varios abogados denunciaron ser hostigados por Ricardo Anaya u otros dos personajes de cuyos nombres no vale la pena recordar, aunque los abogados que lo inculpan no aseguran que sea él, pero sí estar de tras de las amenazas e intimidaciones de que han sido objeto, todo porque denunciaron ante la Procuraduría General de la República, el lavado de dinero en que incurrió Anaya Cortés, para que, parte de su riqueza personal y familiar de negocios productivos desapareciera en los paraísos fiscales y se pierda el rastro de los negocios millonarios y fortunas mal habidas. Los abogados litigantes dieron conferencia de prensa para ello y aportaron pruebas documentales del “lavado de dinero” en que ha incurrido Ricardo Anaya. Por supuesto que el presunto responsable de Anaya, ya se le hizo costumbre acusar de todo y culpar de todo al gobierno federal, pretendiendo desviar la atención y de inmediato se escuda en que se trata de una campaña en su contra. Pregunta ¿Entonces los abogados independientes que lo acusan son enviados del gobierno? ¿Las pruebas documentales que presentaron a los medios en contra del candidato presidencial Ricardo Anaya también son del gobierno? ¡Claro que no!

 Aunque ya nadie le crea, es y seguirá siendo su eterna defensa hasta en tanto no demuestre lo contrario. Lo cierto e inequívoco, es que Ricardo Anaya, se enriqueció exageradamente en unos cuantos años al amparo del poder público y eso se llama corrupción, el cáncer que dice combatir. Este asunto apenas inicia ¿Recuerdan lo sucedido con el Kikín? Sí, aquel jovencito que fue asesinado al inicio del gobierno estatal de Francisco Garrido, en el que trabajara el mismo Ricardo Anaya Cortés. En Querétaro todos supieron quién fue el asesino, menos el gobierno en el que trabajó Anaya. Entonces los abogados que defendían a la familia del joven asesinado, también fueron asediados y amenazados por elementos del gobierno garridista. Los mismos abogados litigantes de entonces me lo confesaron entonces. De tal suerte que tuvieron que dejar el asunto y la familia del menor también hizo lo propio. Los antecedentes hablan y enseñan por sí solos, la historia no miente, cual significa que Anaya sabe el camino, conoce las triquiñuelas para presionar y liberar de culpas a los responsables y en este caso, en el que ahora él es acusado de delinquir, hace exactamente lo mismo que en su momento hicieron en el gobierno para el cual trabajó; la acusación de amenazas la hicieron los abogados denunciantes, no el gobierno ¡Ah que Ricardo Anaya! Y así nos quiere gobernar. Veremos en qué culmina este asunto cuyo hedor es un tufo mal oliente ¡El asunto es escatológico!

Entradas relacionadas

Dejar un Comentario

52 − 44 =