Universitaria estudia beneficios de la flor de tejocote

 Esta iniciativa forma parte del Fondo de Proyectos Especiales de Rectoría (FOPER).

 La egresada de la Maestría en Ciencias Químico-Biológicas de la Facultad de Química (FQ), Mtra. Daniela Alejandra Torres Ortiz realizó la investigación “Estudio químico preliminar de los metabolitos secundarios y evaluación de la capacidad antioxidante de la flor de Crataegus gracilior Phipps” con la finalidad de conocer la composición química de la flor de tejocote.

 El tejocote es una planta medicinal que según conocimientos de la medicina tradicional posee diversas propiedades que aportan beneficios a la salud cardiovascular de los humanos. Regularmente se consume en infusión durante la temporada de invierno. Diversos estudios se han realizado con la finalidad de conocer la composición química de las plantas de tejocote, no obstante, existe poca información sobre las especies endémicas de México.

 Por lo anterior, la universitaria tuvo bajo su cargo la investigación para identificar la composición química de las flores secas de Crataegus gracilior Phipps especie endémica de México. Ello debido a que conocer la composición química de la planta tiene como finalidad el desarrollo a largo plazo de extractos estandarizados con actividad biológica vasorrelajante.

 “Se obtuvo el extracto metanólico de las flores secas de C. gracilior. La muestra fue recolectada en Pinal de Amoles, Querétaro. Se determinó la capacidad antioxidante del extracto debido a que la actividad farmacológica de algunos de los metabolitos secundarios presentes en las especies de Crataegus se ejerce en parte por su capacidad antioxidante”.  

 Agregó que “en el caso del tejocote tiene esta actividad vasodilatadora, sin embargo, no basta con preparar un té ya que no se conoce tanto la composición como la concentración química, por lo que lo más probable es que no se obtenga el efecto deseado. El hecho de conocer la composición química es relevante ya que ésta determina la actividad biológica del extracto”.

 La universitaria destacó que en este proyecto –que forma parte del Fondo de Proyectos Especiales de Rectoría (FOPER)– se decidió trabajar con esta especie de tejocote porque es de origen mexicano.

 “Realmente no hay documentación sobre las especies endémicas y a veces nos olvidamos de la riqueza de plantas medicinales que tiene nuestro país”, finalizó.

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