SIGUE LA AMLOESQUIZOFRENICOMANÍA

TRAS LA VERDAD

La simpleza de medidas administrativas que en muchos gobiernos se han aplicado o que hoy aplican, son aplaudidas a “rabiar” como si fuese algo novedoso ¿O son tontos o no saben nada? No puede aplaudirse lo que ya otras administraciones hay realizado, unos con eficiencia, otros han fracasado. Incluso, como simple ejemplo en algunas oficinas para cambiar lápices tenían que entregar el desgastado o la reposición de una pluma, entregar la que terminó su vida útil, para poder darles uno nuevo; todo como medida de restricción. En Querétaro, llegando Francisco Domínguez, ordenó apretarse el cinturón a todos, logrando buenos resultados en economías. No es pues nada novedoso. Lo molesto es el “alarido” de sus seguidores por simples medias administrativas que de nuevo nada tienen, pero lo hacen parecer como tal ¡Nada es nuevo de lo que propone Andrés Manuel! No se vale endiosar a quien es un diablo consagrado y que muchos piensan que se ha transformado.

 La propuesta de reducción de plazas administrativas son medidas espectaculares que ya se han visto en otros momentos. Algunos se sorprenden por la velocidad, dicen, con que estás actuando las propuestas de Amlo, que ya se empiezan a aplicar en la administración de Peña. Afirman que ya están despidiendo personal y por eso su “espanto” ¿De qué se espantan si eso lo hacen siempre? Muchos piden su liquidación al 100%, antes de que lleguen los nuevos y los despidan sin cumplir con sus derechos laborales, por eso, para ellos es mejor su salida ahora, antes de que llegue el “enemigo administrativo”. Todo esto no debe sorprender a los amlomaniacos, es de lo más normal; tampoco a los periodistas o comentaristas que pasmados se quedan con la trascendencia de la fuerza de las palabras de López Obrador. Vaya que pecan de tontos o ignorantes, incluso de mala fe al endiosar a quien no deben. Allá ellos y sus calenturas.

 Que no habrá más compras de vehículos. Tampoco es una medida que deba sorprender por su espectacularidad. Lo impactante sería tomar la decisión de anunciar la venta total de todos los vehículos oficiales para que no se usara uno solo y cada quien, si quiere, que utilice el suyo. Pero nada de eso. Así el gobierno ahorraría cientos de millones de pesos. Lo que anuncia Amlo y le aplauden sus seguidores nada de novedoso, muchos antes que él otros lo han hecho. Más de sus “extremas medidas”, que tiene anonadados a más de alguno, es la prohibición de trabaja en estado de ebriedad o tomar alcohol en las oficinas; señores, esto lo prevé la ley laboral y no creo que nadie lo haga, es causa de despido sin responsabilidad para el patrón y el empleado lo sabe; engañabobos esta determinación. No habrá bonos ni viáticos, otra más de sus medias administrativas; los bonos hace rato desaparecieron, seguramente los había cuando él gobernó el DF; el no pago de viáticos, mis condolencias para aquellos que tengan que hacer trabajo lejos de oficinas, en otros estados incluso y que deban que pagar de su bolsillo todos sus gastos, vamos eso ni el China se estila. Prohibido el espionaje telefónico, también lo anunció como otra espectacular medida ¡Por favor! Ello también la prohíbe la ley y solo faculta a ciertas autoridades para ellos en la investigación y persecución de delitos ¡Ah! Pero no falta que los amloesquizofrénicomaniacos aplaudan las medias de austeridad para ahorrar 500 mil millones de pesos, para ser obsequiados como “beca” a los llamados calificados de “ninis”.

 La medida de despedir al 70% de los empleados de confianza, no tiene el menor estudio de eficiencia administrativa; tampoco de sustento de eficacia administrativa. Solo número, 70%, que pone contentos a sus esquizofrénicos seguidores; algunos de ellos irónicamente afirman que los despedidos trabajarán por primera vez, este es el límite de inteligencia de los “rabiosos” seguidores. Despidos a tontas y a locas, solo como acto de espectacularidad, seguramente provocará deficiencia en la prestación de los servicios públicos, lo que redundará en perjuicio de los usuarios. Cierto, ello es previsible, además de lógico, en más de alguna oficina habrá exceso de personas laborando, todo por aquello de los compromisos políticos de los jefes; esas personas lo saben y ya están pidiendo su liquidación antes de que los corran sin derechos. No les darán el gusto a los nuevos “dueños del negocio” de ser despedirlos. El señor López, no dijo cuándo iniciará el despido masivo de empleados. Otra más de sus espectaculares medidas de restricción administrativa que nada tiene de novedosas. La parafernalia en toda su expresión.

 ¡Que nadie gene más que el Presidente de la República! Medida imperialista. Nadie tiene la culpa de su ignorancia, mucho menos de su falta de experiencia después de 18 años de no hacer nada. Una d persona de la tercera edad ya no es contratada y a él se le contrata por más de 100 mil pesos, es una maravilla laboral. No hay necesidad de comparar con otras naciones, con la nuestra es suficiente. Pregunten a cualquier empresa si contratan a personas de la tercera edad con un salario de 108 mil pesos mensuales sin saber hacer nada. Simplemente nadie lo contrata. Por eso la medida draconiana de que nadie gene más que el “Rey” es meramente de corte populista. Cierto, hay que establecer límites, pero que haya una medida para ellos. Por ejemplo, aquí algunas de ellas para tasar salarios, con curricula en mano y documentos que lo acrediten: nivel de estudios, experiencia en la materia, diplomas por eficiencia, diplomas por capacitaciones, distinciones laborales, nombramientos de otros empleos similares que prueben su conocimiento en la materia, etcétera ¿Podría cumplir su séquito de seguidores? Por supuesto que no, la mayoría de los que serán sus empleados no saben a lo que van, simples aventureros de la política. Si quieren eficiencia, deben empezar por ellos mismos, la semántica de los discusros solo embelesan a los amloesquizofréncomanicaos. La cruda verdad frente a la ilusión de la ficción política que hoy maneja a la perfección López Obrador.

 Que el salario y prestaciones de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es exorbitante, es cierto. Pero ya se protegen para no ser lastimados por decisiones autoritarias. Derechos mal habidos, a fin de cuenta adquiridos, la ley los protege y ellos representa la ley. Hueso duro de roer son esta casta social privilegiada que literalmente asalta el presupuesto público. Aquí sí hay que poner orden, pero resulta que no es la casa que gobernará Amlo, es la del vecino. Y si sabe de derecho constitucional, estará enterado que, históricamente a la división de Poderes Públicos, se le llama equilibrio de poderes. Pero ya su gente disiente de él y la Ministra en retiro, Olga Sánchez Cordero, prepara una iniciativa de ley para que el Poder Judicial tenga su presupuesto intocado, se les asigne desde la elaboración de los egresos, un porcentaje que fortalezca la independencia judicial ¿Qué les parece? ¡Ha! Pero de ello nadie se atreve a comentar. Los mismos legisladores han sido sancionados por los Ministros por omisión legislativa ¿Se imagina si intentan meterse con “su dinero”? Legalmente aplastan al contrincante y no creo que haya un conflicto constitucional entre los Poderes de la Unión. No descarto que debe haber una regulación legal para el pago de salarios a la alta burocracia a fin de terminar con los abusos, los de abajo regularmente no son bien remunerados como muchos piensan.

 Este día los EUA le dijeron al señor Andrés Manuel López Obrador, que ello no aceptan la legalización de las drogas que ya propone la inquieta Ministra en retiro de Olga Sánchez Cordero, que ya actúa como Secretaria de Gobernación. No todo está resultando miel sobre hojuelas para los animosos ganadores de la elección, les falta mucha experiencia, sin conocimiento y así se serán contratados los inexpertos y novísimos funcionarios públicos. Así es el ejercicio del poder, todos son iguales, la “Cuarta Transformación” solo es maquillaje administrativo.

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