Entre los principales afectados están los millennials y siguientes generaciones porque solo se retirarían con el 30% de su sueldo promedio.
Dentro de siete años, cuando comiencen a jubilarse los primeros trabajadores bajo la Ley de Pensiones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de 1997, el país comenzará a enfrentar una crisis porque se retiraría con 30% o menos de su sueldo promedio y las dependencias necesitarán más recursos para hacer frente a la demanda, advirtieron los fiscales de las firmas Deliotte, Ernest&Young, KPMG y Ledezma-Ledezma Consultores, en el marco del 19º Día del Estudiante de Contabilidad, Finanzas y Negocios.
Durante su participación en el panel “Pensiones el Problema de México”, realizado en la Universidad Mondragón México, los analistas indicaron que el punto más alto de este reto se dará en 2050, cuando se estima se retiren el mayor número de personas bajo este esquema.
“Es urgente que gobierno, patrones y en general la sociedad propongan y generen alternativas, porque habrá escasez de pensiones”, enfatizó Eduardo Morán, socio estratégico de la Oficina de Impuestos y Servicios Legales de Deloitte.
En el evento organizado por el Colegio de Contadores Públicos de Querétaro y 15 universidades queretanas, Daniel Orlando Meléndez, gerente senior de Ernest&Young, aclaró que las pensiones son los recursos que una persona tiene derecho a recibir, tras su etapa laboral –en México debe tienen 65 años o más y después de cotizar 1,200 semanas en el IMSS- como parte de sus derechos humanos.
Bajo el esquema de 1997 – en el que están los millennials y siguientes generaciones-, una persona con un salario promedio de 10 mil pesos, en promedio recibirán 2,600 mensuales de pensión, cifra insuficiente para llevar una vida digna, debido a que sólo se pagará entre el 20 y 30% del salario promedio de los trabajadores, explicó Aldo Ramírez, director de Seguridad Social y Servicios Fiscales en Remuneraciones de KPMG.
Mientras que las dependencias que administran estos recursos, desde hace tiempo enfrentan problemas, pues la mayoría de sus ingresos se van al tema de pensiones.
“En el IMSS, el monto para las pensiones en este año fue de 385 mil 820 millones de pesos, mientras que su presupuesto total es de 687 mil 847 millones, es decir, designa a este tema 56.1% de sus recursos. En el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE,) el presupuesto para pensiones es 207 mil 264 millones de pesos, y sus recursos totales son de 282 mil 632 millones, lo que representa 73.3% de su presupuesto”, puntualizó Ramírez.
Por lo que el sistema actual de pensiones del país necesita cambios urgentes desde ahora, advirtió José Ledezma, de la firma Ledezma & Ledezma Consultores.
Algunas de las alternativas que se plantean son: que el gobierno federal incremente el monto que designa a este rubro, que en 2018 fue de 3.5% del PIB. Con la propuesta del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, bajo el programa de Pensión Universal, a partir de los 68 años, el gasto se incrementa a cerca de 4.4%, estimó Meléndez de Ernest&Young.
Que los patrones incrementen los montos que dan para las pensiones de sus trabajadores y que los empleados realicen aportaciones voluntarias para incrementar el monto de sus pensiones; sin embargo, son alternativas que impactan en la situación económica de todas las entidades involucradas y la falta de recursos, complementó Ledezma.
