TRAS LA VERDAD
Inició el proceso electivo en el Senado de la República, el pasado 30 de octubre, para designar al titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; de la primeras 2 votaciones, ninguno de los tres propuestos logró votación calificada de las dos terceras partes de los senadores presentes. Debido a ello, convocaron para el jueves 7 de noviembre, para llevar a cabo la tercera ronda de votaciones entre los competidores Arturo Peimbert, Jesús Orozco y Rosario Piedra. Es esta sesión tampoco lograron la mayoría calificada, por lo que el coordinador de la bancada de Morena, Ricardo Monreal Ávila, “maquinó el fraude electoral”, pensando que pasaría sin ser notado por los senadores de las demás bancadas; no contaba con que sería filmado cuando depositó su voto en la urna, filmación que se volvió “viral” en las redes sociales, en la que se aprecia con toda claridad como el senador Monreal, introduce su voto en la urna y se desprende, al menos, otro voto, como por arte de magia “un voto parió otro voto” en el interior de la urna. Las cuentas no salían, el cómputo real arrojaba que Piedra no podía haber llegado a la votación calificada, sin embargo la morenistas que preside la Mesa Directiva, Mónica Fernández Balboa, dio por buena la votación y rechazó tajantemente que hubiese fraude, adelantando que no habría otra votación, ganó Rosario y así se queda. También cuestionaron el voto de otro senador como parte del fraude que no estuvo y fue introducido.
La Presidenta del Senado no imaginó lo que vendría después. La bancada panista literalmente cerró las oficinas y el Salón de Pleno del Senado de la República. La presión social y política nunca la esperó la bancada de Morena, de suerte tal que este martes el coordinador de la bancada Ricardo Monreal, decidió, a contrapelo, que se repitiera la votación, a pesar de no existir norma alguna que faculte a nadie para anular el acto legislativo y reponerlo. El traidor de Germán Martínez, hizo la observación. Pero en el Senado todo se vale. Bien sabe Ricardo que cometió una “cochinada, verdadera puercada legislativa”, sobre todo, que su falta quedara grabada, su sucia actitud fraudulenta al “embarazar la urna”. La supuesta votación había quedado de la siguiente manera: Peimbert 24 votos, Orozco 8 y Piedra 76, de un total de 114 asistentes, informó el Senado. Pero, hubo 2 votos de abstención, sí asistieron, cuentan para el computo. Si no se alcanza la votación, en tercera ocasión, la propuesta se regresa a la Comisión y esta envía otra propuesta, con candidatos distintos. Así debe ser el procedimiento, pero no cumplen. La información oficial aparece en la página del Senado de la República. Incluso fijaron fecha, para la toma de protesta a la señora Rosario Piedra, quien próximamente cobrará en la nómina de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Se trata de la candidata del Presidente de la República, militante de Morena, inclusive. Lo obscuro de lo más obscuro en el Senado.
La Presión de la bancada panista, así como la exigencia política y social, fue tal que Monreal reculó, no podía llegar Piedra a la Comisión cuya única autoridad es de carácter moral, sin moral alguna aceptaría su llegada a la CNDH, preñada de manipulación fraudulenta, misma que quedó evidenciada; tenían que limpiar el “cochinero morenista”; así que, unilateralmente decidió se repitiera la votación, quien entre otras cosas debía lavarse la cara de vergüenza, sin aceptar culpa alguna, Monreal dijo: “Una nueva elección porque no queremos que haya dudas, porque nosotros somos hombres limpios y Morena como grupo parlamentario no puede estar sometido a la duda y a la desconfianza’’. Siguió con su vergonzoso discurso: “No tiene precedente histórico, no hay incluso ningún fundamento jurídico para hacerlo, es de voluntad política con el riesgo de que no se logre la mayoría, pero es una nueva elección’’, argumento el morenista. Y pretendiendo cerrar con broche de “oro” su “cochinero”, también dijo: “no es aceptar que hubo error, ni siquiera discutimos eso, lo que estamos aceptando es la conveniencia de no dejar dudas, que no haya suspicacia, que no haya desconfianza, no lo merece ni el Senado ni la Comisión Nacional de los Derechos Humanos”. Para la risa, cerró diciendo: “Morena está actuando con responsabilidad y mesura, no hay precedente en la historia, en el pasado nunca se hubiera presentado porque a las minorías las excluían y pisoteaban, las ignoraban, ahora la mayoría legislativas ha aceptado debatir un tema que estaba agotado’’. “Vamos a demostrar a la población que no se equivocó cuando voto por nosotros; ni somos tramposos, ni somos rateros, ni cometimos fraude”. “Es perversa toda esta campaña desatada y hoy estamos demostrado que es conveniente que se repita la elección, independiente de los resultados”. Vaya cinismo extremo del morenista.
Ahora bien ¿Por qué aceptó Ricardo repetir de nueva cuenta la votación? Independientemente de la inexistencia de norma alguna que los faculte para tal efecto. Muy simple, todo indica que Monreal logró conseguir, ahora sí, los votos necesarios para alcanzar la mayoría calificada en favor de la militante morenista Rosario Piedra. Seguramente tuvo que acceder a conceder algunas prebendas para los que aportarán los votos necesarios (extras) y alcanzar la ansiada votación calificada de las dos terceras partes de los asistentes. Una vez más, queda demostrado con creces la manera tramposa de trabajar de los morenistas y su descarnado cinismo. En esta ocasión tuvo que ceder y acceder Ricardo Monreal Ávila, no se podía darse el lujo de empañar la llegada de la enviada de López Obrador, a la sede de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, le quitaría, antes de su arribo, la “autoridad moral” a doña Rosario Piedra, quien, por cierto guardó silencio todo este tiempo. A tal grado llega el descaro de los actores políticos que mandan en México, que la semana pasada el mismo Presidente de la República, festejó la llegada de su enviada al organismo autónomo; sí, felicitó a Rosario. Ahora, aunque no reconocen el “fraude maquinado”, Ricardo se ve en la necesidad de recular y repetir la votación. Así que, López Obrador tendrá que volver a felicitar a su candidata, una vez que legalmente sea electa (aun así su llegada quedó empañada, ensuciada) ya que la anterior felicitación no valió ¿Así o más cínicos?
Pero, las cosas no paran ahí, los senadores morenistas no aceptan la nueva votación, no quieren la propuesta de su coordinador, se rebelan, no olviden que Ricardo sigue confrontado con su compañero de bancada, Martí Batres, vamos ni siquiera el recuento de votos aceptan sus compañeros, presionan a Ricardo Monreal, para que continúe y arrolle a la oposición. Al cierre de esta Columna, los senadores continuaban con la discusión (a gritos) en la tribuna del senado, aun sin ponerse de acuerdo. Pase lo que pase, los morenistas empecinados en nombrar a la señora Piedra, a como dé lugar, todo hace suponer que designarán a la candidata del Presidente de la República, fuerte activista de Morena ¡Es un tema de constitucionalidad lo que está en juego! El procedimiento realizado está viciado de origen. Procede regresar el Dictamen a la Comisión, doña Piedra no podría volver a participar en una cuarta ocasión, luego entonces la candidata presidencial no sería la titular de la CNDH y no creo que lo permita López Obrador. Por cierto, la Presidenta del Senado acusó a los medios de comunicación, calificándolos como los malos, al haber difundido el fraude cometido por Ricardo Monreal.
Héctor Parra Rodríguez