TRAS LA VERDAD
Desde la Presidencia de la República, AMLO arma su estrategia para descarrilar de la contienda del Frente Amplio por México, a la senadora Xóchitl Gálvez Ruíz.
A López Obrador no le importa la docena de aspirantes que se inscribieron para competir por encabezar el Frente Político, debidamente registrado ante el INE; quiere destruir la aspiración de la senadora con mentiras, descalificaciones, calumnias, vituperios e información falsa que obtiene desde las entrañas del Poder.
El Presidente de la República, “perdió la cordura”, se obsesionó con Xóchitl y no le importa, como siempre, violar la ley con tal de lograr su objetivo. Abusa del Poder y obtiene de manera ilegal información que hace pública, la sube a sus redes sociales y la difunde en su programa de entretenimiento conocido como las “mañaneras”; información que está protegida por la Constitución.
El problema, para López Obrador, que él se ha convertido en el mayor promotor de la senadora Xóchitl Gálvez Ruíz, al “subirla” en su programa de entretenimiento. La obsesión es su perdición, logró catapultarla y ahora se encuentra en un lugar privilegiado mediáticamente.
Xóchitl, hábilmente ha explotado la publicidad gratuita, mostrando sus dotes políticas y capacidades histriónicas, muchas de ellas desconocidas por la enorme mayoría de las y los mexicanos.
No solo ha demostrado ser “entrona” en el debate, eso lo probó en la tribuna del Senado de la República. No, ahora se sabe de su versatilidad y capacidad de respuesta, de su preparación y conocimiento de las ideas políticas; de su preparación profesional y expertis en la ciencia de la informática e inteligencia artificial, su conocimiento en cómo hacer negocios desde abajo, cómo generar empleos y producir riqueza; algo que desconoce López Obrador, quien en su vida ha trabajado, ha vivido del presupuesto en el sector público, ha obteniendo dinero por medio de la violencia en movilizaciones sociales, a grado tal que reconoce tener solo 200 pesos en la cartera y no sabe manejar una tarjeta de crédito.
Dos perfiles en competencia política, diametralmente opuestos. Una exitosa y honesta; el otro tramposo, corrupto y mentiroso.
AMLO no supo con quién se metió en una contienda política que no le corresponde. Todo por pretender descarrilar a la senadora. El belicoso ha salido doblegado por quien muchos suponían una novata. Craso error de cálculo político del “experto” que ha vivido de expulsar saliva durante toda su vida. Incluso el INE tuvo que ordenarle quedarse calladito y no estar generando violencia en contra de Xóchitl Gálvez ¡Violencia de género!
La senadora ha dato puntual respuesta a las calumnias presidenciales. No se ha desesperado, no ha utilizado violencia verbal; no, con tranquilidad, mesura y conocimiento le devuelve todas a López Obrador; adelantó que denunciará al abusador, por los delitos cometidos en contra de la senadora ¡Y todo por no abrirle la puerta del Palacio! Vaya que AMLO ha cometido muchas infracciones en apenas una semana que fue lanzada al estrellato nacional desde la misma Presidencia de la República.
AMLO acusó a la senadora de haber firmado contratos legalmente con los gobiernos pasados y el presente por algunos millones de pesos en conjunto ¿De qué la acusó López? Simple y llanamente de firmar contratos. No hay más.
¡Ah! Pero, aquí la doble moral del Presidente de la República. La difamó por haber firmado contratos por casi mil 500 millones de pesos con el gobierno federal; subió los documentos confidenciales en sus redes sociales y los exhibió en su programa. Los asesores de AMLO lo volvieron a “empinar”.
El monto de los contratos publicados no llega a la estratosférica suma difundida por el mismo López Obrador. No coincide lo dicho con los documentos ¿Será que tiene otros datos? ¡Ah bárbaro!
Xóchitl lo volvió a vencer, lo retó a comprobar su dicho. Le lanzó la apuesta: “si AMLO tiene razón, ella renuncia a sus aspiraciones; pero, si a ella le asiste la razón, que renuncie López Obrador a la Presidencia de la República”. Por demás obvio que el mitómano se quedó mudo; espera, urde maquiavélicamente su respuesta que, de veraz no tendrá absolutamente nada. Además de no bajarlo de mentiroso, lo conminó a ponerse a trabajar.
Los seguidores de la senadora Xóchitl Gálvez se multiplicaron exponencialmente. Eso ha molestado al coordinador de campaña de las “corcholatas”. En la semana que concluye, Xóchitl ganó los espacios mediáticos al conjunto de bufones del circo amloista, quienes quedaron como fichas sin corcho, por detrás de quien ya se perfila poseedora de un perfil atractivo, carismático, de espíritu luchador y triunfador. La señora convoca a los mexicanos a la unidad, contrario al discurso belicoso del tirano.
AMLO se complicó el camino. Pensaba, junto con sus fichas, estaba libre y pavimentada la ruta al triunfo; hoy se les presenta sinuoso y peligroso. Y Xóchitl los ha rebasado.
La oposición política, más la sociedad civil organizada, que prudentemente esperaron su momento, hicieron añicos la “esperanza de México”, convertida en desesperanza. De pronto fueron destruidos los sueños de quien imaginó su transformación (que es destrucción) continuaría sin impedimento alguno, a pesar de los fraudes a la ley, el fracaso de su gobierno y quebrantos al proceso electoral que aún no comienza. Cielos barruntos amenazan las ambiciones del dictadorzuelo de Andrés López Obrador.
Bienvenida a la arena política Xóchitl Gálvez Ruíz, dolor inesperado de cabeza para el demagogo de Palacio Nacional; posible dirigente que encabece el Frente Amplio por México. AMLO no la pudo descarrilar.
Héctor Parra Rodríguez