¿A QUÉ LE TIRA LA IGLESIA?

La iglesia metida de lleno en los temas terrenales, desconoce derechos humanos y se olvida de salvar almas. Pidió a sus feligreses ‘‘no desentenderse del matrimonio gay, pues sí afecta a la sociedad en su conjunto’’.

En cinco artículos publicados en el semanario Desde la Fe, que publicara en los últimos cinco números semanales de ese medio, argumenta su abierta postura en contra del matrimonio igualitario aludiendo a los daños sicológicos, físicos, de salud y espirituales en las parejas y en los hijos naturales o adoptivos de esas parejas. Claro que esa justificación no la basa en ningún documento científico, simplemente en sus propias conjeturas.

Veamos que ha expuesto en esos artículos: ‘‘El ano del hombre no está diseñado para recibir, sólo para expeler. Su membrana es delicada, se desgarra con facilidad y carece de protección contra agentes externos y pudieran afectarlo. El miembro que penetra el ano lo lastima severamente pudiendo causar sangrados e infecciones’’. Sin pudor alguno lanza su propia tesis biológica y científica.

Recordemos que la Iglesia católica, ha opuesto férrea oposición a que en los libros de texto gratuitos se incluya información sobre el sexo ¿Entonces? Y siguen sus artículos. También ha mencionado que el cuerpo de la mujer ‘‘tiene una cavidad especialmente preparada para la relación sexual, que se lubrica para facilitar la penetración, resiste la fricción, segrega sustancias que protegen al cuerpo femenino de posibles infecciones presentes en el semen’’. Activa, muy activa la iglesia en este tema ¿Habrán olvidado a los Borgia? También advierten que el sexo lésbico puede generar contagios de enfermedades de transmisión sexual y daños por el uso de objetos que sustituyen al miembro masculino.

Y como para justificar su postura abiertamente discriminadora, aseguran no estar en contra de los homosexuales, a quienes mira ‘‘con compasiva comprensión y se preocupa por ellos’’. Así andan los señores de túnica larga. De tal manera que exhortan a los homosexuales a ‘‘esforzarse por vivir en continencia y castidad, fortalecidos por la ayuda sacramental’’. Esta afirmación pareciera que la formulan como para “curarse en salud” la iglesia. Está bien, parecen decir, los perdono, siempre y cuando haya abstinencia sexual.

Insisten en que, legalizar y promover el matrimonio gay ‘‘atenta contra el verdadero matrimonio, la familia y la Iglesia; crear un nuevo orden social, sin leyes morales’’. Luego entonces para la iglesia ¿Son amorales los gays? ¿Crear un nuevo orden social? La homosexualidad existe desde al igual que el ser humano, así lo describen muchos libros de historia.

También dijo la iglesia que los matrimonios gays ‘‘no tienen estabilidad emocional’’ y los niños criados en dichos hogares ‘‘tienen un promedio más bajo en niveles de ingresos económicos, mala conducta, padecen más problemas de salud física y mental, son más inestables en sus relaciones de pareja, tienen mayores niveles de desempleo, adicciones, necesidad de asistencia pública y participación en crímenes’’ ¿De dónde obtuvieron semejante información? ¿Quién fue capaz de semejante aberración? Nada hay que confirme semejante y aberrante hipótesis eclesiástica. También escribieron que ‘‘una parte importante de las personas homosexuales reconoce tener adicción al sexo e inclinación hacia un estilo de vida promiscuo’’; que la Iglesia católica fue una de las primeras en abrir las puertas de sus centros de salud a los enfermos de sida. ‘‘Hoy es la institución que más hace por (esos enfermos) a nivel mundial’’. Vaya pues con la embestida en contra de los derechos humanos de los gays.

Y aún hay más. Sostienen que los homosexuales son los principales transmisores de enfermedades sexuales. También dicen, según sus publicaciones, que ‘‘Los angloparlantes llaman a los heterosexuales straight, es decir, rectos, término aceptado por los propios homosexuales, que implica que la homosexualidad es una desviación’’.

Para concluir dicen que mantendrán un ‘‘Firme en su rechazo’’ al matrimonio entre personas del mismo sexo; y agregan que ‘‘Si el Estado cediera a la presión de influyentes políticos y empresarios mentirosos y legalizara su desviación hacia la mentira, la Iglesia no lo aprobará, exigirá que se diga la verdad, aunque no sea la opción políticamente correcta o popular, porque Dios ordena no mentirás’’. Y por supuesto la iglesia azuza a la grey católica, pide a la feligresía ‘‘No desentenderse del matrimonio gay, pues sí afecta a la sociedad en su conjunto’’ ¿A qué le tira la iglesia con estas posturas discriminatorias?

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