“Aguilar Vega: muchas promesas, pocos resultados positivos”. Jesús Roldán Acosta

“Frecuencias”.

 

La administración municipal de Querétaro, “liderada” por Marcos Aguilar Vega, ya no siente lo duro, sino lo tupido.

Ya que apenas sale de un problema, generado por las pésimas y obtusas decisiones, cuando se crean y emerge otra situación conflictiva. También, han trascendido, desde su incorporación en la adopción de las impopulares medidas altamente recaudatorias: elevados costos por el concepto del pago de predial, multas y cargos por la limpieza de terrenos baldíos, hasta la manera privatizadora en que ha puesto en vilo a los trabajadores de ese sector, a través del otorgamiento de la una Concesión para recolección de la basura generada en el municipio capitalino, así como  su pretensión por querer vender los inmuebles de las Casas de la Cultura, adscritas a las siete delegaciones políticas y la posible instalación de parquímetros en el centro de la ciudad, entre otras más.

En fin, el alcalde Marcos Aguilar Vega, con la actitud similar a la “Ley del mínimo esfuerzo” y mediante sus prácticas de burdas imitaciones por una serie de medidas experimentadas en otras latitudes, como los parquímetros y las famosas “foto multas en la Ciudad de México, que han traído caos vial y hartazgo de los vecinos que, como en el mismo caso del Distrito Federal, muchas veces ciudadanos se han quejado, en tanto que han sido injustamente multados, pese a que pudieron demostrar que sus automóviles no habían circulado (debido al Programa del “Hoy no circula”), o bien que sus unidades vehiculares se encontraban depositados, mientras eran reparados en talleres mecánicos en los supuestos días en que se registraron las “foto multas”.

Aguilar Vega pretende “tropicalizar” estas iniciativas en esta demarcación; sin haber un previo y efectivo sondeo de opinión y análisis de los representantes ciudadanos y no de su “círculo” de supuestos “notables”, mismos que le hacen el caldo gordo.

Adicionalmente y como la “cereza del pastel” observamos las inconformidades que de manera reciente presentaron los elementos de la policía adscritos a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) donde por cierto, ni el titular de ésta, general Eddy Hidalgo, ni mucho menos, el secretario de Gobierno Francisco de Silva pudieron resolver (a tiempo y en la forma armónica y deseable) en días recientes con los trabajadores del servicio de limpieza de esa misma demarcación, que aún se encuentran muy inconformes con el procedimiento para el otorgamiento de la Concesión para realizar la recolección de basura.

Aunado a los soterrados procedimientos de ese mismo hecho, lo que apuntaló al malestar de los diversos tipos de trabajadores y empleados del municipio capitalino, mismo que se derivó también de la mala calidad e inexperta conducción política, de parte del mismo Francisco de Silva; aderezado por el pésimo manejo de la información, procedente de la Coordinación de Comunicación Social, bajo el mando de la comunicóloga Estela Valenzuela.

Por supuesto que tampoco se queda atrás, el abogado Manuel Velázquez Pegueros (ex socio del bufete jurídico de Marcos Aguilar Vega) y actual secretario de Administración del Ayuntamiento, ya que tampoco ha sabido reaccionar bien y a tiempo, además de que no pudo resolver de manera directa las situaciones de conflicto gremial que se le presentaron, mismas que hemos comentado.

Finalmente, Aguilar Vega le ha tenido que entrar al quite; con esa clase de colaboradores no podrá aspirar a mejores rumbos.

Algo alarmante ha de estar sucediendo en esta dependencia, ya que se han dado tres relevos de funcionarios en los escasos siete meses transcurridos de la presente administración municipal.

El común accionar de las personas antes descrita es el siguiente: han mostrado lenta capacidad de reacción (son de personalidad “reactiva”); luego entonces, tendrán que aprender a marchas forzadas a colaborar de forma “proactiva, anticiparse a los hechos y contar con más opciones y tendrían invariablemente que saber elaborar escenarios viables que le favorezcan a las políticas públicas instrumentadas, mal que regular, por su jefe, Marcos Aguilar Vega, a fin de que éste se encuentre en condiciones de sortear, con éxito, el vendaval de reacciones mediáticas y de la ciudadanía.

Ésta última ya no se chupa el dedo, al menos los capitalinos sí son observadores y agudos en sus críticas, ayudados de las distintas redes sociales (“No son Ardillos”), en alegoría a una absurda y carente observación de compostura cívica de parte de Aguilar Vega, quien siempre se ha caracterizado por ser una persona de “mechita muy corta”.

Además de que la gente ha estado atenta y percibe que la conformación del “gabinete Ciudadano”, como así lo anunciara con gran pompa Marcos Aguilar Vega, en su campaña hacia la presidencia del municipio de Querétaro, se haría en base a la agrupación de un nutrido grupo de “expertos” en sus respectivas áreas.

Donde muchos de los actuales titulares de las principales carteras, no son ni expertos, mucho menos han precedido de la base ciudadana, ejemplo de algunas de las ONG´s (Organizaciones No Gubernamentales), o de las más representativas instituciones de la Sociedad Civil que tienen cotidiana presencia en nuestro territorio; o de las Asociaciones de profesionistas que hayan dado muestra de ser personas honestas, luchonas y entregadas  en sus correspondientes áreas laborales.

Menciono lo anterior, porque quienes ostentan los cargos superiores en ese municipio son panistas, que han sido recomendados (o fueron “enquistados”) por diferentes personajes del Partido Acción Nacional (léase del Comité Ejecutivo Nacional), así como de los personajes políticos que ejercen fuerte influencia y poder regional.

Si no lo creen nomás “rásquenle” un poco el antecedente de cada uno de ellos y anoten con lápiz y papel, hagan sus listados y saquen sus propias y acertadas conclusiones. Un servidor ha hecho lo propio; mi lápiz ya se quedó reducido, por tanto usarlo.

En síntesis, el gobierno del edil Aguilar Vega no es de “Ciudadanos” comunes y representativos de la sociedad queretana; así de sencillo.

¿A poco no?

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Por otra parte, también en los asuntos políticos las coincidencias, -que no casualidad-, sí existen, sólo remontémonos a un antiguo refrán popular que reza de esta manera: (….) “Cuando el río suena, es porque agua lleva”. Todo atiende a que, al parecer, está confirmado el distanciamiento entre Marcos Aguilar Vega y el gobernador Francisco Domínguez Servién.

Esa probable ruptura se ha consolidado con la manera terca y por demás testaruda en la que el alcalde capitalino se ha comportado políticamente, además de la insensibilidad y desatino por no responder a tiempo a la evolución de los problemas, cuya caja de resonancia repercute en la capital del estado.

Esa situación sí le ha estado preocupando al gobernador y no desea se desborden conflictos mayores; éste sí –consideran muchos-, se interesa en llevar armonía y tranquilidad social.

La última gota que derramó el vaso de agua fue el conflicto de los trabajadores del servicio de limpieza municipal; el anterior –y no distante- problema registrado a propósito de las quejas e inconformidades de los elementos de la policía municipal. En este caso específico, destacaron el titular de la SSPM, general Eddy Hidalgo y una vez más, el secretario de Gobierno capitalino Francisco de Silva.

Como sabemos, Marcos Aguilar Vega y su  principal equipo de colaboradores – salvo excepcionales casos- en sólo siete meses aún no han dado muestras de ser probos, eficientes y buenos administradores públicos.

De continuar así, Aguilar Vega; no sólo la reelección al cargo de presidente municipal -que hoy ostenta- se diluiría y la perdería, además de otras opciones políticas; basta recordar que hay varios y destacados panistas que podrían encargarse de propiciarle serios traspiés.

En la actualidad aquél y sus “expertos” colaboradores enquistados en su “Gobierno de Ciudadanos” se están encargando de hacerle pasar una mala jugada al municipio; con el gobierno y sus beneficiarios directos, la gente, no se juega.

Al tiempo.

@JROLDANA

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