TRAS LA VERDAD
Desde el país de Ecuador, Andrés Manuel López Obrador, candidato de Morena a la Presidencia de la República, lanza sus mensajes políticos, ahora dice que hará entrar en razón a Donald Trump, para hacerle saber que no se resuelve nada con muros.
Amlo fue a explicarle a Lenin Moreno, su “proyecto alternativo de nación para el 2018”. Si bien no se saben más detalles de la reunión que sostuvo con el mandatario de Ecuador, excepción de hablar bien tanto del ex presidente de ese país como del actual; lo cierto que López continúa en su desenfrenada campaña por la Presidencia de la República, a pesar de estar violando las normas electorales. El INE continúa complaciente, vamos ni una advertencia velada para todos los adelantados como el mismo Ricardo Cortés o Margarita Zavala, quienes también se encuentran en campaña, aunque en este último caso, el PAN, seguramente se irá a una elección o selección de su candidato una vez que se abran los tiempos de las precampañas. En tanto que Amlo va en pista libre, sin contrincante en Morena, su partido; este no tiene ni tendrá contrincante, calvo que abran un fraudulento proceso interno para aparentar competencia y pueda evadir la responsabilidad de ser descalificado por haberse adelantado a los tiempos electorales. Esta puede ser una jugada para ocultar su campaña anticipada, así tendría otra oportunidad más para prolongar más su campaña disfrazada de visitas “sociales”.
Desde Ecuador adelantó que llegando a México, que será mañana viernes, continuará con su gira de proselitismo por el Estado de Zacatecas. Enrique Ochoa, por su parte, anda “loco” con la organización de las mesas de trabajo y la XXII Asamblea Nacional del PRI, buscando a toda costa que no le salten los inconformes que ya suman millones de militantes, por aquello de las trampas para abrir los candados que se tienen en los Estatutos, para acceder a las candidaturas desde las posiciones ciudadanas; sí, sin ser militante priista inscribirse como candidato; así lo hacía saber una más de las mujeres priistas que avalan esta postura, Ivonne Ortega, diputada federal con licencia que busca la candidatura de su partido a la Presidencia de la República. Enrique Ochoa, quien a su vez recibió a la delegación queretana que conducirá el próximo proceso electoral; delegación que se compone de muchos perdedores –no todos los de la foto- de varios procesos electorales y fugados o expulsados de otros partidos que apenas hace unos meses tildaba a los priistas de corruptos, ahora se suma a los trabajos de los “corruptos” para recuperar posiciones electorales y todo por la cerrazón de su dirigencia para abrir puertas a otros grupos; la dirigencia prefiere al enemigo dentro que a la disidencia de opinión de otras corrientes, lo mismo que hace Enrique Ochoa.
En tanto Alejandra Barrales, lideresa del PRD, su único discurso se basa en impulsar el Frente Amplio Opositor, como para colgarse de las uñas para ver si al menos por medio del Frente le toca algo. Su obsesión es el Frente a sabiendas que ni el PAN ni Morena los necesitan, para lograr la Presidencia de la República. La señora distante de su discurso con los hechos, insiste en su retórica de la izquierda del PRD que en nada ha ayudado a logar la unidad, ese PRD que se mueve sobre arenas movedizas, que se compone de “tribus” que no la obedecen. Mancera, gobernador de la CDMX, que ganó las elecciones en el desaparecido DF, fue con las siglas del PRD, pero que no pertenece a este partido, se ha ganado simpatías y respeto; Miguel Ángel Mancera Espinosa, también coquetea a la candidatura, más no sabe cuál podría ser el partido político con la suficiente fuerza que lo impulse con posibilidades de ganar; el PRD, que ya tiene varios militantes como Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, que ya levantó la mano. Armando Ríos Piter, ex militante perredista y actual Senador, también quiere la candidatura y la pretende como independiente. Promueve un “Movimiento Independiente” que aglutine a simpatizantes para acceder a la candidatura, pero, bajo la “calentura” de los independientes, ya son muchos que encabezan la lista que divide más a los independientes. Así las cosas, Alejandra Barrales, navega sin rumbo y sin bandera que la soporte, por eso se aferra al Frente como su tabla de salvación.
En el PAN, divididos por culpa de Ricardo Anaya, quien ha abusado de la presidencia de su partido para auto promoverse en exceso por medio de los promocionales, ya trabaja adelantado con los pre-pre candidatos; cada quien por su lado en la búsqueda de simpatías que los arropen llegado el momento de la decisión, sea por “consenso” o elección interna. Ernesto Dervés, Margarita Zavala, Rafael Moreno y los que resulten, se promocionan libremente, con la complacencia del INE, de esos consejeros electorales que dividen a los representantes de los partidos por sus decisiones. Mientras todo esto sucede, Ricardo Anaya no cesa en sus promocionales personales, volvió a la carga después de las elecciones en los cuatro Estados, en donde se alzó como ganador absoluto, pero la dura realidad lo abofeteó feamente; tal vez se conforma con la nulidad de una de las elecciones que dijo haber ganado, en el caso la del Estado de Coahuila. En el Estado de México se fue hasta el tercer lugar, lindando con el cuarto en las preferencias electorales. Por esas razones Anaya mejor se dedica a aprovechar los tiempos de la radio y televisión que le autorizó el INE, a pesar de los disgustos de sus compañeros de partido, a quienes les ofreció de forma “magnánime” compartir los millones de promocionales con ellos, solo como promesa, la realidad es que él es el único que los utiliza.
El resto de los partidos políticos no cuentan, solo van a la caza de las alianzas y en espera de las ofertas. Por eso Amlo va tan campante a sus giras por el extranjero en la búsqueda de apoyos internacionales, por aquello de que pierda por cuarta ocasión las alecciones a la Presidencia de la República. Él no tiene contrincante alguno, por eso encabeza las preferencias electorales, precisamente por ser el único candidato en campaña, no hay otro.
