TRAS LA VERDAD
24 de febrero de 2016
Como un caso emblemático es considerada la desaparición de Yosheline. En redes sociales y medios de comunicación formales, la desaparición de Yosheline causó conmoción y se demandó la pronta aparición de la joven ¿Por qué la sociedad queretana no ha respondido de la misma manera con todos los demás desaparecidos?
Desde el sexenio pasado han existido discrepancias con las cifras reales y oficiales de los desaparecidos en Querétaro. Entonces el Procurador General de Justicia, Arsenio Durán Becerra, en agosto de 2014 dijo que eran 200 los desaparecidos. En tanto que a en noviembre de 2015, una ONG aseguró que eran 332 los desaparecidos.
Entre los desaparecidos en Querétaro se encuentran personas de todas las edades, mujeres y hombres, casi en la misma proporción. Al inicio del sexenio de Francisco Domínguez Servién, se le cuestionó sobre la cifra de desaparecidos en nuestro estado, afirmando que oficialmente no se tenía una cifra. Aseveración que corroboró el Secretario de Gobierno. Incluso al inicio de su mandato huno una manifestación de familiares de desaparecidos, quienes fueron recibidos por el gobernador, haciendo el compromiso de trabajar juntos en la búsqueda de los desaparecidos.
De las cifras de desaparecidos, aunque existe discrepancia en el número que han dado las autoridades y las ONGs, podemos coincidir en que son muchos, por cualesquiera que sean las razones de las desapariciones, son demasiados. La pregunta que salta con insistencia ¿Por qué la sociedad queretana no ha reaccionado de la misma forma en que lo hizo con la joven Yosheline? ¿Por qué los queretanos no se ha unido en una sola voz para reclamar a las autoridades la aparición de los cientos de desaparecidos con en el caso emblemático en comento?
Sin lugar a dudas es un caso a estudio de los antropólogos sociales, de la psicología de masas ¿Por qué se dio esa sugestionabilidad social solo en el caso de Yosheline y no el de los otros desaparecidos reclamando la aparición? ¿Qué y por qué unió a los queretanos en este caso en particular? ¿Una vez que fue localizado el cuerpo sin vida de la jovencita qué pasará con el resto de los desaparecidos en Querétaro?
Los mecanismo científicos de investigación no fueron definitorios en la localización del cuerpo sin vida de Yosheline, fueron circunstancias ajenas las que llevaron a su localización, conclusivas al final con los trabajos técnicos de la PGJ. Sin embargo el objetivo se cumplió, con un desagradable final, corroborar la muerte de la joven. La persona desaparecida apareció muerta y el asunto se resolvió con la detención del presunto responsable. Hasta aquí todo bien.
Y la pregunta continúa en el aire sin respuesta, seguramente así será por un buen tiempo. Sin embargo este trágico suceso da pauta para abrir varias puertas. Una de ellas, que se oficialice el número de desaparecidos para lograr la certeza. Otra, que la misma sociedad “alce la voz” en demanda –como lo hizo en el caso de Yosheline- de la aparición de los desaparecidos. Otra más, que las autoridades implemente mecanismos eficientes y eficaces para la localización de las personas desaparecidas. Que los medios de comunicación, virtuales, reales y formales unan esfuerzos en la misma dirección y exijan justicia generalizada a favor de los desaparecidos y no solo en el caso en particular que comentamos. Que la autoridad rinda un informe oficial de manera trimestral para saber de los avances de las investigaciones. Que se cree un grupo especializado en el caso de desaparecidos y se dediquen exclusivamente a esta delicada demanda de justicia. Que exista coordinación entre autoridades y familiares de los desaparecidos para aportar pruebas conjuntas que coadyuven a la localización de las personas desaparecidas. Que se abra una partida presupuestal extraordinaria específica para estos trabajos, etcétera.
De tal suerte que, de darse estos resultados, el caso representativo de Yosheline habrá servido de mucho a los desaparecidos, a sus familiares y a la sociedad queretana que relama seguridad como cualquier sociedad organizada. La antropología social, la psicología de las masas y algunas otras ramas sociales, seguramente podrán ayudar para descifrar positivamente la conducta social colectiva que se dio en el caso considerado como simbólico.
