TRAS LA VERDAD
Diversos dirigentes de organizaciones civiles que se han distinguido como activistas en otras ramas, se han organizado con instituciones tan serias como la UNAM, para manifestarse en contra de Donald Trump, por las políticas implementadas en contra de México y los mexicanos. La unidad de los mexicanos en contra de Trump ya existe.
¿Es realmente necesaria la marcha para manifestar el rechazo a Donald Trump, por los agravios cometidos en contra de los mexicanos? En las redes sociales se ha dado muestra clara que millones de mexicanos están en contra de Trump, por las ofensas proferidas a México y los mexicanos. No hay día en que no transite por el ciberespacio algún mensaje de rechazo, de odio o desprecio en contra del presidente de los EUA.
De tal manera que no es un secreto que todo el pueblo de México –todo- no acepta ni por error lo que hasta ahora ha proferido y hecho el magnate y presidente de Estados Unidos, en agravio de nuestro pueblo. Esta réplica se ha extendido a nivel mundial y en su propio país; por distintas razones se ha ganado el rechazo unánime de países y poblaciones de los distintos continentes.
¿Por qué entonces de repente un grupo de personas de la clase acomodada se organizan para promover una marcha en contra de aquellos agravios respecto de los cuales bien se sabe todos están en contra? Y los medios masivos de comunicación abren espacios noticiosos a los mismos que hoy promueven la macha y en otras ocasiones se quejan –bien- de la delincuencia o ineficiencia del gobierno entre otros temas. Son críticos del gobierno y del “estatoquo” de los políticos, aquellos que sistemáticamente ahora se organizan para una “mega marcha”, en la CDMX, la cual seguramente se replicará en otras ciudades como Guadalajara, en donde el rector de la Universidad hace lo propio.
¿Acaso habrá algo más detrás de la convocatoria a la marcha? No olviden que en septiembre da comienzo el próximo proceso electoral y la mayoría de la ciudadanía está harta de partidos políticos y políticos, por la rampante corrupción institucionalizada, ineficiencia y degenerada impunidad entre ellos, que afectan al grueso de la población por sus liviandades.
Seguramente podrían salir varios candidatos –también candidatas- de entre ellos si logran la multitudinaria marcha de rechazo a Trump; buscan la unidad de los mexicanos en torno a un mismo objetivo, llamado Trump; pero esa unidad ya existe sin necesidad de la marcha. El asunto se ha vuelto mediático, con o sin marcha las cosas están tomando su rumbo; Trump ha logrado lo que ningún presidente de los EUA: la unidad mundial en su contra. Algo nunca visto desde la segunda guerra mundial, entonces en contra de Adolfo Hitler.
Las mismas caras, las mismas voces, los mismos comentaristas de algunos medios de comunicación nacional son los que llevan la directriz de la convocatoria, a quienes les abren micrófonos y cámaras, no son nuevos en el medio sociopolítico; no, son los mismos de siempre. Algo no me cuadra, algo no parece “muy transparente”. La molestia de los mexicanos en contra de Trump viene desde su campaña. No es nada nuevo. Con una “mega macha” Trump no va a cambiar. La unidad nacional ya se dio como hace mucho no acontecía.
Sin embargo pensemos de buena fe, que esos filántropos de la unidad nacional, solo buscan que Trump se entere que los mexicanos rechazan sus políticas discriminatorias en contra de los mexicanos, así como de su agresiva política anti inmigrante y anti económica en contra de México. Hasta aquí todo bien, excelente por esa noble y maravillosa idea ¿Y después que viene?
Si la “maga marcha” es todo un éxito, seguramente tendremos listos, preparados a varios aspirantes a cargos de elección popular quienes probablemente podrían ganar elecciones en contra de los políticos de siempre, en el siguiente proceso electoral ¿Será parte del plan de estos activistas que encabezan diversas organizaciones sociales? Para beneficio de ellos, otras respetables instituciones se sumarán a la marcha de la dignidad, mitin de la inconformidad, movilización del reclamo, acto masivo de la unidad nacional.
No suena del todo mal la organización de la marcha pacífica. Y si las cosas resultan como se planean, habrán rebasado a las instituciones, a los partidos políticos y a los nefastos políticos –no todos- que ya se preparan para ocupar los siguientes cargos de elección popular para continuar con la exacción del presupuesto.
¡Veremos que resulta de esta competencia de egos! La Unidad y repudio en contra de Donald Trump es un sentimiento que nadie puede ocultar, ni apropiarse del sentir de la población; Donald es abominable, no se necesitan marchas para demostrarlo, ese clamor mexicano de desprecio ya existe. Y si la marcha resulta todo un éxito, los promotores querrán atribuirse la paternidad de la unidad nacional que es patente en contra de Trump.