El Festival Internacional Querétaro Experimental, que a lo largo de tres años ha convertido a Querétaro en un faro de cultura y expresión artística, llegó a su fin este domingo 18 de agosto.
En su tercera edición, el festival logró congregar a más de 450 mil asistentes, generando una derrama económica de 534 millones de pesos, cifras que destacan la importancia y el impacto de este evento tanto a nivel local como nacional.
Este festival, organizado por el Municipio de Querétaro a través de sus Secretarías de Cultura y Turismo, se ha caracterizado por su apuesta decidida por el talento local, ofreciendo una plataforma donde artistas queretanos han podido materializar proyectos de gran calidad que no solo entusiasman al público local, sino que también atraen a visitantes de diferentes partes del país y del extranjero.
En sus tres ediciones, el Querétaro Experimental ha ofrecido un vasto abanico de actividades culturales, con 145 presentaciones de música, 54 de danza, 56 de teatro, y 10 de teatro aéreo o de gran formato, distribuidas en 45 fines de semana. Además, se han realizado 17 pasacalles y 20 workshops, llegando a las siete delegaciones del municipio y permitiendo una participación activa de 149 compañías locales, 82 nacionales y 51 internacionales provenientes de 21 países.
El cierre del festival fue marcado por el espectáculo de gran formato “Tamayo, el infinito cotidiano”, una producción enteramente queretana que celebró la vida y obra del icónico pintor Rufino Tamayo. Este montaje conjugó música original, danza aérea, proyecciones de gran formato y coreografías vibrantes, llevando al público a un viaje por los pasajes biográficos del artista.
Durante el último fin de semana, las plazas y andadores de Querétaro se llenaron de arte y cultura con presentaciones de danza, teatro, clown y pasacalles. Entre los espectáculos destacados, la compañía folklórica de la Universidad Autónoma de Querétaro presentó “Fortunato del Diablo y la muerte”, una pieza que narró la historia de un músico huapanguero enfrentado a la pérdida y el duelo, mientras que “¿Hasta cuándo?” invitó al público a reflexionar sobre aspectos olvidados de la vida cotidiana.
El teatro, por su parte, estuvo representado por “Parrot Contestatario”, una entrañable obra de clown que recordó la importancia de reír y cuestionar, especialmente en tiempos difíciles. La música, elemento esencial del festival, cerró con broche de oro con las presentaciones de la banda queretana “Demondeath”, que exploró los sonidos del thrash metal, la icónica banda mexicana “Descartes a Kant”, y el proyecto internacional “Hercules and Love Affair”, que puso a bailar al público con su mezcla de house, disco y techno.
El Festival Internacional Querétaro Experimental no solo se ha convertido en un referente cultural, sino que también ha demostrado la capacidad creativa y el talento de los artistas queretanos, consolidando a la ciudad como un punto neurálgico del arte y la cultura en México.
