CONFLICTO CON EL NEGOCIO DE LA BASURA

TRAS LA VERDAD

Sigue abierto el problema del negocio de la “basura”, una de las empresas que “perdió” la licitación asegura que impugnará el resultado de la asignación, dado que estuvo lleno de trampas el procedimiento para favorecer a la empresa ganadora. Un traje hecho a la medida para quien obtuvo la concesión del negocio de la basura.

 Independientemente de los problemas legales que hoy generan polémica y cada parte busca justificar su actuar, en el fondo hay dos serios asuntos que deben considerarse. Uno de ellos es el despidió masivo de poco más de 400 empleados, cuyo costo millonario sería cubierto inicialmente por la empresa ganadora del concurso de licitación. Por supuesto que el dinero saldrá del negocio de la basura, no del bolsillo de la empresa.

 Es digno de resaltar la facilidad con que se puede despedir a 400 cabezas de familia, en el ámbito municipal, instancia administrativa que está para gobernar, no para hacer negocios. La administración de Marcos Aguilar Vega, ha privilegiado el costo ganancia que implica concesionar la basura, sin importarle en lo más mínimo el destino de esas 400 familias. Habría además que considerar que la supuesta “ganancia” del municipio no la verá este gobierno, no, tendrán que pasar 15 largos años para ver esa ganancia, en tanto que de inmediato se liquida a los empleados, ese daño sí se ve de in mediato.

 Y la otra parte del negocio deambula eminentemente en el ámbito mercantil: el negocio de la basura. De todos es conocido que hace años muchas familias vivían de la “pepena” en los basureros, en ellos habitaban familias completas, recolectaban y separaban el producto, después aparecían los compradores y se llevaban ganancias millonarias desde entonces. No había disposición legal alguna y de la basura se aprovechaban unos cuantos.

 La enorme cantidad de basura que con el paso de los años se fue incrementando en el volumen, generó ambiciones y algunos funcionarios del ramo empezaron a “venderla” para beneficio personal, a fin de cuentas nadie es propietario de la basura. Algunos exfuncionarios obtuvieron grandes ganancias con la basura.

 Más tarde hubo que poner orden y el confinamiento se otorgó a empresas particulares, las que empezaron a explorar el producto que desecha la sociedad, hasta joyas de vez en cuando. Así desaparecieron los “pepenadores” en los basureros. Y n o faltaron los inteligentes que empezaron a recoger la basura directamente en las colonias, ahí se llevaban el producto que sabían puede venderse. La industria de la basura en su apogeo. Y es que, lo que para unos es basura, para otros es dinero en efectivo.

 De tal suerte que surgieron los empresarios de la industria de la basura, hoy llamado reciclaje, con la ventaja de inducir a la población para que separe su basura y así sea mucho más sencillo acumular grandes toneladas de “basura” debidamente separada, facilitándoles el negocio a los empresarios de la “basura”. El caso emblemático es el “Rey de la basura” en el DF, multimillonario el señor Cuauhtémoc Gutiérrez.

Aquí 10 productos “basura” que significan millones de pesos. Papel. El precio del papel blanco que ya fue usado es uno de los mejores pagados con un aproximado de 2.50 o 3 pesos por el kilogramo. Por cada tonelada de papel reciclado se salvan 17 árboles y se ahorran 28 mil litros de agua. Periódico. El papel periódico es uno de los que no son tan bien pagados, pero que si juntas bastante obtendrás una buena cantidad. El kilo se compra en 1.50. Vidrio. Un kilo de vidrio se compra por más o menos 60 centavos. PET. Un kilogramo de PET nos da tres pesos. Con el PET se producen bolsas de supermercado, botellas de agua y refresco que al reciclarse pueden darnos ropa, zapatos y artículos deportivos. Cartón. El cartón es el rey en esta vendimia, es el que más compran tanto en los lugares legales como en los ilegales. Se compra en 2 pesos.
Aluminio. Producir latas con aluminio reciclado reduciría en 95 por ciento la contaminación del aire ocasionada por su producción. El aluminio es el metal más ligero y tiene usos industriales, médicos y en la construcción. Un kilo se logra con 72 latas de refresco más o menos y se compra en 17 pesos. Latas de comida. El precio de las latas de comida está a un peso el kilogramo y es similar al proceso de reciclaje del aluminio ligero. Metal. Se vende el kilogramo en un 1.50 o 2 pesos. Libros. Hay lugares donde puedes intercambiarlos o vender aquellos que ya de plano se estén despedazando, sólo recuerda no debe tener moho; y Revistas y catálogos. En un precio de 2 a 3 pesos está el kilogramo de papel de revista y el de catálogos.

 Eso es solo una pequeña muestra del porqué la enorme pugna por quedarse con el negocio de la “basura”, empresa mercantil sumamente lucrativa. Este es el meollo del asunto. Lo lamentable, que ante la ambición empresarial que ha mostrado la administración municipal y la falta de sensibilidad social, poco les ha interesado el destino de 400 familias queretanas que trabajan y viven humildemente de la recolección de la basura; en la limpieza de la ciudad, dado que, de ellos no es el negocio, solo limpian. Lo único que les ha interesado y así lo han justificado, la “ganancia” y/o ahorro ¿Acaso pretenderán privatizar los gobiernos municipales y convertirlos en empresa, para dejar de ser gobierno?

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