TRAS LA VERDAD
Marzo 28 de 2016
Si bien el pasado miércoles 23, por órdenes de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, se levantó la huelga en la UAQ, promovida por el Sindicato del personal administrativo y se condenó al patrón, al haberlo solicitado los trabajadores el conflicto se resolvió, lo que en el fondo no es cierto, quedó pendiente.
Mucho se ha dicho sobre el conflicto laboral que trascendió al ámbito político en el que muchos actores de “primer” nivel vertieron sus opiniones, sin que ninguno hubiese podio destrabar la huelga. Las partes endurecieron sus posiciones y no fueron capaces de ceder en la conciliación.
Fue gracias a la resolución de la Junta lo que motivó el levantamiento de la huego. Y algo que no se ha reconocido, el mismo Sindicato pidió se resolviera la imputabilidad de la responsabilidad de la huelga. Este marco de apertura dio la oportunidad para que los involucrados abran el espacio de negociación, sin huelga en la Universidad, se sienten nuevamente a negociar los asegunes de la desavenencia y firmen el convenio que finiquite el conflicto.
Han transcurrido 4 días de los 15 que fija la Ley Federal del Trabajo y nada se sabe de las negociaciones. Excepto que la UAQ, con razón jurídica interpondrá juicio de amparo al haberla considerado la Junta como la parte responsable de la huelga y sus consecuencias.
El gobernador Francisco Domínguez, se reunió con el Rector Gilberto Herrera: buenos augurios; pero nada sobre el cierre definitivo del conflicto que subsiste. El mismo Secretario de Educación Alfredo Botello, dijo que estaban dadas las condiciones para que pueda darse el acuerdo definitivo. Pero nadie logra acercar y hacer coincidir los puntos de acuerdo.
Lo cierto que, ante la pasividad de las partes en atender el fondo del asunto, un tercero debe intervenir; ese negociador que existe en todo gobierno que sirva para coadyuvar en la solución de conflictos. Como le hacen en materia federal en este mismo campo, se llevan a México a los involucrados y regresan con la solución del conflicto, de ahí que no haya huelgas en las empresas radicadas en Querétaro.
La vida de la Universidad Autónoma de Querétaro, se normalizó, sí, cierto; pero subyace el problema que generó la huelga, las desavenencias no han sido resueltas. Ese laudo “suigéneris” que resolvió pero dejó a las parte en libertad para que se arreglen, determinó solo 15 días, acorde con la Ley Federal del Trabajo; el tiempo se encoje, se achoca y nada. Y la UAQ no podrá con toda la carga laboral impuesta.
Seguramente el Sindicato es quien menos prisa lleva, dado que fallaron en su favor; la Universidad pueda dar el vuelco con el juicio de amparo y pedir la suspensión del acto reclamado para que no se ejecute esa resolución; entonces habría empate –por decirlo coloquialmente- en tanto se resuelve de fondo jurídicamente. Sin embargo está latente el problema.
El Sindicato seguramente está tranquilo si no cambia el estatus jurídico. Pero y ¿Si cambia? Seguirá en las mismas condiciones. No lo creo. Y ¿Si el juez federal confirma el laudo? Sería otro problemón para la Universidad. Lo cierto que alguien tiene que obligar a las partes a sentarse a la mesa y poner orden en esta materia para no generar un caos en la vida universitaria. El problema de fondo está latente, alguien tiene que ayudar a resolverlo; no puede pasar de los 15 días que fijó la autoridad laboral. El tiempo sigue transcurriendo.