Instituciones académicas, como ONGs, se disputan el derecho para que las y los candidatos asistan a sus espacios de dominio y organizar “debates” de ideas y propuestas. Sin olvidar a los titulares de las organizaciones: IEEQ e INE ¿Cuántos electores escuchan en vivo y directo a las y los aspirantes? ¡Muy pocos! En comparación con una lista nominal que alcanza el millón 413 mil electores.
Hay que buscar al día siguiente de los “debates” las síntesis apretadas de lo dicho y argumentado por los aspirantes a los cargos de elección popular. Si acaso el “debate” más difundido –el de mayor interés- fue el de los aspirantes a la gubernatura del Estado, que se transmitió por radio, internet y televisión. Aun con todo y eso la audiencia se supone fue escasa. Al día siguiente hubo que enterarse por los medios impresos de los “resultados” del debate, según la apreciación de quienes lo escuchan y lo narran sucintamente. Y hay quienes literalmente tergiversan información para ganar lectores.
Los espacios para albergar a invitados son reducidos y aún así no asiste la cantidad que esperan, el número se achica más. De tal suerte, por ejemplo, la exposición de ideas y propuestas que llevaron a cabo los candidatos a la Presidencia Municipal de Querétaro, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, furente a estudiantes apenas si alcanzaron los 250 alumnos, cuyo electorado supera el medio millón de ciudadanos y ciudadanas. Y, como en los “debates” prosperaron las agresiones y acusaciones en lugar de las propuestas, la Maestra Luisa Argelia Cabrera Chávez, impuso sus reglas, prohibiendo a los aspirantes recurrir a la confrontación o la crítica, incluso recibir aplausos durante sus presentaciones. Así que el “debate” fue una plática entre panelistas.
Otro evento de “debate” que pasó desapercibido esta semana, fue el realizado en las instalaciones de la ex prepa centro de la UAQ, moderado por la académica, Raquel Rabel García. Los aspirantes a la IV Diputación Electoral Federal, se concentraron en el corazón de la capital, luego entonces se desarrolló fuera del Distrito, y supone que la mayoría de aquellos que escucharon a “debatientes” no viven en el territorio donde votarán el 7 de junio; en ese Distrito viven poco más de 80 mil electores, así que, quienes votarán para esa elección pasaron desapercibido el evento; más si tomamos en consideración que el territorio lo compone el Municipio de El Marqués.
Y todavía hay quienes buscan afanosamente más sedes para un debate. Se traduce más bien en un protagonismo de organizadores que en una acción efectiva de información importante que permita al electorado estar enterado de las propuestas de los candidatos, sus ideas, sus capacidades histriónicas, de su preparación; incluso para conocerlos. En este proceso muchos candidatos incursionaron desde el anonimato al pretendido estrellato de la política. Lo mejor de todo, dicen los enterados, faltan menos días para que terminen las campañas y la “debatitis” sea vencida por el simple paso del tiempo por inocua, que no inicua.
