La huelga en el municipio de Cadereyta, Querétaro, toma un giro polémico tras el despido de tres trabajadores sindicalizados del Sistema Municipal DIF, ocurrido cuando el sindicato ya había estallado la huelga. La secretaria del trabajo del Gobierno del Estado, Liliana San Martín Castillo, calificó como “desafortunada” la decisión tomada por la alcaldesa, quien notificó a los empleados que ya no podían laborar a través de un oficio firmado por la directora del DIF municipal.
San Martín Castillo destacó que, en el momento de los despidos, el municipio ya se encontraba en pleno proceso de huelga, un hecho que fue aprovechado por el gobierno local para iniciar también un emplazamiento de huelga en el DIF, que aún no había sido convocado al conflicto laboral.
La funcionaria señaló que este acto evidencia una falta de acompañamiento técnico y jurídico por parte de la presidencia municipal. “Esto demuestra la falta de asesoría legal, ya que los trabajadores despedidos forman parte de la organización sindical”, explicó San Martín, quien además recordó que la alcaldesa tiene la obligación legal de proteger los derechos de los trabajadores del municipio.
Este conflicto laboral sigue su curso y, el próximo jueves, se llevará a cabo la primera audiencia en el Tribunal de Conciliación y Arbitraje entre la administración municipal y el sindicato, con la esperanza de que ambas partes lleguen a un acuerdo que ponga fin a la huelga. La secretaria de trabajo subrayó la importancia de establecer mesas de trabajo técnicas y jurídicas, con el objetivo de lograr acuerdos transparentes y formalizados que beneficien tanto a los trabajadores como a la comunidad.
San Martín Castillo reiteró que, hasta el momento, no se ha atendido ninguna de las demandas presentadas por el sindicato, lo que ha resultado en la suspensión de servicios públicos esenciales, afectando a la población local.
“Es un procedimiento judicial que ha sido manejado de manera desafortunada”, añadió la secretaria, quien enfatizó que su dependencia sigue manteniendo la postura de abrir mesas de diálogo para la conciliación entre las partes involucradas. La situación sigue siendo incierta, pero se espera que la negociación pueda aliviar las tensiones y restaurar el servicio público en el municipio de Cadereyta.
