“Frecuencias”
Muchos se han estado preguntado últimamente, de ¿porqué el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés, no ha hecho nada respecto a los vericuetos internos generados por las personas incómodas como son: el ex gobernador de Sonora Guillermo Padrés, la diputada local de Sinaloa, Lucero Sánchez, involucrada sentimentalmente con Joaquín (“Chapo”) Guzmán Loera; o del ex candidado derrotado en la contienda a la gubernatura del estado de Colima, Jorge Luis Preciado.
No se diga del también diputado local de esa entidad Guadalupe Carrizosa Cháidez que sigue como Coordinador de esa bancada panista en el Congreso Local de Sinaloa, a este último también se le ha identificado por su cercanía con grupos delincuenciales.
Hay que destacar también que Carrizosa Cháidez fue inhabilitado por violentar las normas presupuestales de la Sagarpa, cuando éste fungía como Delegado Federal en Sinaloa. Con todo y eso, el PAN lo apoyó para hacerlo diputado local y además lo nombró como su Coordinador en ese Congreso estatal.
Por su parte, a Guillermo Padrés le han acusado por los excesivos abusos y latrocinios realizados al amparo de su entonces período de gobierno estatal.
Lo anterior contrasta con el masivo anuncio mediante spoteos en radio y televisión que Ricardo Anaya Cortés aprovecha para difundir que en su organización política “Meterán a los corruptos a la cárcel”; debería de iniciar ese proceso con sus propios correligionarios y miembros de Acción Nacional que han incurrido en ilícitos, como los anteriormente planteados.
Al parecer los costosísimos mensajes de Anaya Cortés no tuvieron remitente específico; con ello se constata que la Comisión Anticorrupción encomendada al ex presidente nacional, ex secretario particular y ex embajador mexicano en época de Felipe Calderón Hinojosa acreditado ante el Vaticano, Luis Felipe Bravo Mena, no sirve de nada.
Éste último, menciona que no ha podido actuar en tanto que el Instituto Nacional Electoral (INE) aún no les resuelve el cambio a las Reformas de sus Estatutos Internos. Entonces, ¿porqué “cacaraquearon” tanto la conformación de la oficina del Zar contra la corrupción encabezada por Bravo Mena?
Por otro lado, al interior de las filas del PAN hay mucha inconformidad, porque Ricardo Anaya Cortés no ha movido un dedo, tendiente a solucionar la difícil situación y la insatisfacción generalizada de los panistas -que ha trascendido las paredes del “búnker” nacional- que de respuesta a la precaria imagen mostrada generada por las acumuladas corrupciones y se sancione ejemplarmente a los corruptos; ahí tenemos casos, como algunos que ya son acaldes y que siendo diputados federales (Luis Alberto Villarreal, entre otros más) se encargaron, por la personal encomienda del entonces presidente nacional del PAN, Gustavo Madero Muñoz, de “obedecerle ciegamente” sus instrucciones y aparte se “embuchacaron” sus correspondientes “comisiones” por fungir de intermediarios de “jalar recursos financieros” dirigido a sus entidades federativas.
¿A poco no?
@JROLDANA