“Elecciones 2018 rumbo al mejor rumbo del país”Jesús Roldán Acosta.

FRECUENCIAS

En menos de 50 días estarán disputándose miles de cargos de elección popular que habrán de tomar forma -suponemos- un mejor rumbo para nuestra nación; ávida de urgentes y profundos no cosméticos, sino de fondo, que favorezcan la vida diaria de la mayoría de la gente.

Todo ello se condensa en las diversas estrategias políticas, que estando avaladas por el Instituto Nacional Electoral (INE), también ser pulcramente escrutadas por este, con el atestiguamiento de los Observadores Internacionales.

Pues bien, dichas estrategias se reflejan en el día a día en las encuestas y o sondeos de opinión elaboradas por las empresas que se dedican a esa función electoral.

Las encuestas electorales sirven para posicionar a los distintos actores que a lo largo y ancho del territorio mexicano forman parte del proceso electoral. Son uno de los elementos informativos adicionales que sirven para formar una opinión pública y personal.

Adicionalmente, las encuestas son una clara narrativa del proceso electoral, de los planteamientos, de posicionamientos y no deben manipular la acción ciudadana por el carácter heterogéneo de las mismas. Son en general, un insumo para la definición del voto, es toda aquella base informativa, como es el desempeño de los gobiernos; es la percepción inmediata de la gente.

Hay que destacar que las encuestas y su precisión son un paradigma en constante movimiento, cambio. Es un problema en todo el mundo; ya que son un fenómeno multifactorial, las muestras representativas estadísticas que influyen también en casos de que existan problemas de inseguridad en muchas de las áreas geográficas de México.

En nuestro país, se estima que la tasa de rechazo a las encuestas es del 40%.

Por otra parte, también existe la propaganda política enmascarada de “Encuestas”, que tratan de incidir -favorable o desfavorablemente- en la opinión pública; además de que se presenta la gran desconfianza por votar.

Tampoco caigamos en el garlito de las encuestas, ya que éstas son estimaciones y No generan los resultados de una elección.

Recordemos que fue en el año 20012, cuando prácticamente todas las empresas encuestadoras subestimaron a Enrique Peña Nieto y a Andrés Manuel López Obrador; eso tiene mucho que ver por cuánto porcentaje se gana.

La participación electoral en México será cerca del 70%. En nuestro país, el nivel del abstencionismo es bajo. En las pasadas elecciones federales ese porcentaje fue del 60%.

El INE se enfoca sólo en la base nominal de electores con credencial para votar vigente. Cabe mencionar que en todo el territorio mexicano hay 45 mil supervisores y capacitadores de funcionarios de casillas.

En el año 2014, la Reforma Política electoral se nacionalizó la Norma. Los principios centrales de esa regulación se sustentan en la transparencia y en la máxima publicidad.

El INE, de acuerdo con el “Reglamento de Elecciones” aprobado en 2014, obliga a las casas especializadas en llevar a cabo las encuestas, para que se dediquen a realizar Encuestas con criterios científicos, internacionalmente ya aceptados; debiendo entregar toda la información a la autoridad electoral.

Algunos de los criterios científicos son: marco muestral, localidades encuestadas, barrios, secciones electorales, diseño de la muestra, población objetivo, tamaño y forma muestral, bases de datos, procesamiento, autoría y financiamiento, recursos aplicados, además de la experiencia profesional y académica de las empresas encuestadoras.

La encuesta electoral está basada en estudios demoscópicos que presentan un panorama de mayor representatividad general y se tiene que hacer de manera aleatoria; es decir, geo-electoral y nominal, por secciones de los estados.

En síntesis, para conocer qué tan seria y eficaz es el nivel de precisión de las empresas encuestadoras se requiere que esas hayan registrado su desempeño en las anteriores campañas electorales del 2006 y 2012, así como sus recientes levantamientos de encuestas, tamaño y el margen de error de las muestras aleatorias.

Se les dará un mayor peso específico, en tanto que sus resultados se aproximen al resultado de la elección. Sobre todo, de aquellas que hayan efectuado el registro de sus estudios ante la Secretaría Ejecutiva del INE, de las pasadas elecciones presidenciales del 2006 y 2012.

Por el contrario, se les otorga una menor ponderación a las nuevas empresas encuestadoras o de las que no hayan registrado sus correspondientes estudios de opinión de anteriores elecciones, ya que el sistema del INE no cuenta con formación previa para la evaluación del desempeño.

Cabe mencionar que el INE puede aplicar sanciones muy importantes en caso de que se infrinja esa Norma.

A partir de las anteriores elecciones, el INE empezó a monitorear las Encuestas electorales.

Finalmente, queda prohibido la realización y difusión de encuestas sobre preferencias electorales a más tardar durante los tres días previos a las elecciones y hasta la hora del cierre oficial de las casillas.

Viene a colación todo lo antes mencionado por un interesante estudio compilado por la empresa “Análisis y Consultoría”, respecto al ejercicio demoscópico realizado mediante el monitoreo a 12 empresas encuestadoras publicadas del 29 de enero al 3 de mayo del presente año; de ellas, 11 fueron efectuadas en viviendas y 1 en Facebook.

Destacan las siguientes: Enkoll, El Financiero, Berumen, GEA-ISA, Buendía y Laredo, BGC, Mendoza y Asociados, Suasor.

Las encuestadoras midieron la preferencia electoral para los candidatos siguientes. Ricardo Anaya Cortés (PAN.PRD-MC), a José Antonio Meade Kuribreña del PRI, Andrés Manuel López Obrador (MORENA; PES-PT), y los independientes Margarita Zavala Gómez del Campo y de Jaime Rodríguez Calderón; éste último dentro de la categoría de “otros”, por su escaso nivel de porcentaje sumado.

Las encuestas presentaron un porcentaje de confianza del 95% y un margen de error que iría del+/- 0.8% y el +/- 3.6%.

Anaya Cortés no apareció nunca en el primer lugar, 10 encuestadoras le ubicaron en segundo sitio; sólo 2 (Suasor y El Financiero lo registraron en tercer sitio.

El porcentaje electoral bruto es del 23.53%, mientras que el efectivo alcanzó el 29.30%.

A Meade Kuribreña dos encuestadoras (Suasor y El Financiero) lo ponen en segundo lugar; en contraste, 10 empresas lo ubicaron en tercer lugar. El porcentaje electoral bruto (12 encuestadoras) es del 17.52%, el efectivo logró 21.84%.

López Obrador, las 12 encuestadoras le colocaron en primer lugar de preferencia electoral. El promedio electoral efectivo bruto de las 12 es del 33.82%, en tanto que el promedio efectivo logró el 42.02%.

Zavala Gómez del Campo persiste en el cuarto sitio para las mismas 12, que todas ellas coincidieron en esa posición. No ha repuntado. El promedio electoral bruto es del 3.87% y el efectivo alcanza 4.79%.

Ese importante estudio de 21 páginas refiere que Ricardo Anaya Cortes ha ganado 6.18% bruto y 7.16% efectivo de preferencias electorales.

José Antonio Meade Kuribreña ha perdido 1.83% bruto y el 2.85<% efectivo de preferencias del voto.

Andrés Manuel López Obrador ha generado 5.04% bruto y 5.3% efectivo de las preferencias electorales.

Margarita Zavala Gómez del Campo ha perdido 5.03% bruto y el 6.05% efectivo de preferencias electorales.

A inicios del mes de mayo, la diferencia entre AMLO y Anaya era del 10.29% bruto y del 12.72% efectivo; en tanto que entre López Obrador y Meade Kuribreña era del 16.30% bruto y 20.18% efectivo. Entre Anaya y éste se registró 6.01% bruto y 7.46% efectivo de preferencias electorales.

El documento en cuestión advierte que de mantenerse esta situación y en caso de que Anaya volviera a ganar el segundo debate a verificarse en Tijuana, Baja California, entidad gobernada por panistas, será altamente probable que el representante del Frente por México, en el último mes de proselitismo le coloque entre 7 y 10 puntos porcentuales, de esa manera podría surgir imbatible el denominado “voto útil”.

De no existir algún “milagro político-electoral” de último momento, el candidato priista se distanciaría de Ricardo Anaya a poco más de 10 puntos de preferencia electoral efectiva.

Los pesos y contrapesos ya debiesen estar maquinando.

¿A poco no?

@JROLDANA

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