En Querétaro, cerca de 100 enfermeros provenientes de diversas instituciones del sector salud marcharon enérgicamente desde el Hospital del IMSS, ubicado en la esquina de Zaragoza y 5 de febrero, hacia la explanada de Plaza de Armas.
Su objetivo era claro: exigir el respeto y reconocimiento que merecen como profesionales de la salud, así como la dignificación de su trabajo y la valoración de sus amplias, desde técnicos hasta doctores. Esta movilización se produjo en respuesta al rechazo del tabulador del OPD IMSS BIENESTAR.
Los manifestantes hicieron un llamado a los sindicatos, colegios, a la comisión permanente de enfermería y a diversas instituciones que representan al personal de salud, instándoles a exigir a las autoridades correspondientes un trato justo y, sobre todo, el establecimiento de bases sólidas para aquellos que , después de años de dedicación, merecen un reconocimiento digno.
Entre las consignas que resonaron en la marcha, destacaron frases como “Si no hay respuesta, paro nacional”, reflejando la creciente frustración y descontento de los enfermos respecto a la falta de atención que han recibido. Asimismo, se coreó con fuerza “Enfermería unidad, jamás vencida”, subrayando la solidaridad será y cohesión de este gremio en su lucha por mejores condiciones laborales.
Los profesionales de enfermería han expresado su indignación al proclamar “Mi vocación no significa explotación”, evidenciando el agotamiento y el trato desfavorable al que se ven sometidos en su labor diaria. Además, hicieron en la necesidad de recibir un “salario justo a la licenciatura”, ya que consideran que su trabajo va más allá de un simple oficio, siendo una verdadera profesión que requiere de estudios y habilidades especializadas.
La situación actual deja en evidencia una falta de reconocimiento y valoración hacia quienes ejercen la enfermería en Querétaro. A pesar de ser un pilar fundamental en el sistema de salud, su contribución a menudo pasa desapercibida y su trabajo es subestimado. La labor incansable, el sacrificio y la dedicación de estos profesionales no pueden ser ignorados ni menospreciados.
Es urgente que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y brinden respuestas concretas a las demandas de los enfermos en Querétaro. La remuneración adecuada, el reconocimiento de sus capacidades académicas y la mejora en sus condiciones laborales son aspectos esenciales para garantizar la calidad de la atención médica y el bienestar tanto de los profesionales de enfermería como de la población en general.
La voz de estos manifestantes no debe caer en oídos sordos. Es momento de valorar y reconocer el arduo trabajo que realizan un día a día para cuidar de la salud de la comunidad. La enfermería en Querétaro necesita un cambio real y tangible que refleje la importancia que tienen en el sistema de salud y la sociedad en su conjunto.