“Estrés, Ansiedad e Incertidumbre social: vivir con mejor calidad de vida”. Jesús Roldán Acosta.

“Frecuencias”.

El tema que ahora nos ocupa está muy relacionado con el día a día de cualquier tipo de sociedad y que toma forma en los momentos en que las personas manifiestan sentir problemas de estrés, ansiedad e incertidumbre y son considerados sufrimientos mentales.

No es fatalismo, es una realidad concreta de la vida y nos invita a pensar y aceptar para estar en condiciones de avanzar hacia lo que pensadores y expertos de esa materia mencionan como “la curación que lleva a la felicidad duradera y más llevadera”.

Lo más importante es saber cómo vivir la vida, mediante la concentración y correcto entrenamiento de la mente; esto es, pensar correcto, hablar y expresarse correctamente, con esfuerzo correcto y la atención plena correcta. Es decir, las cosas son como son.

La aceptación de lo que nos ocurre se hila con dejar de pelear con la cabeza, más que “pensar con el corazón”.

Para lo cual debemos reconocer que uno no es más que el otro, uno no es  más que el resto. Hay que estar a la misma altura del prójimo, además de que tenemos que poner límites y preservar nuestra salud mental; desde luego que debemos también salir de los patrones de conducta. Y dejar de lado en caer en la constante negatividad, evitar charlas ociosas y las palabras duras.

En la medida en que modifiquemos nuestras expresiones al hablar, estaremos cambiando el malestar mental, realizar acciones correctas que sirvan a los demás; ser honestos e íntegros.

Por supuesto que lo idóneo sería no ser arrastrados por las emociones de los demás. (“El poder sanador del caos”, de Lucas Casanova).

Tener visión clara y objetiva.

Es esencial saber dónde ir: tener metas claras y ambiciones precisas; enfocarse en un objetivo determinado.

Ya que Visión más Enfoque es igual a realidad. Es decir, hay que tener un propósito con rumbo, no importa lo que hagas para realizar en la vida: disfruta y diviértete. No escuches a los “detractores”, éstos abundan y son los que dicen siempre “no se puede hacer”, así como lo menciona en su miniserie de Netflix: “Arnold” Schwarzenegger.

Enfócate en lo que realmente consideres sea significativo y que valga la pena. O como bien señala el magnate sudafricano-canadiense, Elon Musk, “hacer algo audaz y sin arrepentirse”.

O bien, que “nunca te rindas, ya que la facilidad es más una amenaza para el progreso que las mismas dificultades”. (Denzel Washington).

En síntesis, las metas, sin objetivos son sólo sueños y no se alcanzan sin disciplina y sin la constancia; “aspira a ganar la diferencia, aprende a decir que no”. (Denzel Washington).

Lo importante es que seamos felices en medio del movimiento y durante las circunstancias adversas.

Es costumbre que muchos dejan pasar por alto la gratitud, esta transforma las dificultades del sufrimiento, en cualquiera de sus aspectos, ansiedad, estrés, ira, depresión.

Tenemos que “soltar” el apego, la salud y los años anteriores ya no se recuperan. Los apegos materiales no valen la pena; todo en la vida se pierde. Hay que tomar acción y resolver en la marcha. Hay que aceptar el mismo cambio y fluir con éste.

Desde luego que hay que ser nosotros mismos y ser auténticos. Vivir con propósito de vida cambia todo y nos permite vivir con más y mejores herramientas.

Ánimo con alegría.

Según el reconocido especialista de la psicología positiva,  catalán Víctor Kuppers, “si bien la psicología positiva te ayuda, ésta no es milagrosa”. Hay que aprender a gestionarla y no estar conforme.

Siempre hay que elegir y asumir la mejor actitud ante la vida, no importan las circunstancias, sino que importa mucho más que uno decida y adopte una mejor actitud. Considerando el ¡Sólo por hoy!

Cambiar el pensamiento y la acción en cuanto a  que lo que no está en nuestras manos hacer y resolver, pues no hay que hacerlo.

La psicología activa.

Desahógate y Respira lentamente y pasa a otra cosa: escribe lo que no te gusta de tu vida y registra lo que puedes hacer o resolver. Hay que relativizar los problemas o circunstancias a solucionar.

¡Cuándo uno se acostumbra a ciertos aspectos, entonces no valoramos! Sólo hasta que lo vemos perdido.

De nuevo, hay que ser agradecidos y valorar; la vida cambia súbitamente; de un instante a otro.

Una recomendación adicional podría ser: ponerse “pequeñas ilusiones” y metas personales, eso contribuirá a mejorar el estado anímico, despertándose las habilidades que habían quedado en el olvido.

Reconociéndose, además las cualidades y fortalezas propias; hacerlo en los próximos días y semanas, con frecuencia, eso nos refresca el día a día y gozaremos más.

Como dijera la Madre Teresa de Calcuta: ¡Que nadie se acerque a ti, sin que al irse se sienta mejor y más feliz! Estupenda y grandiosa enseñanza.

Es importante hacer el cambio positivo, buscar ayuda de los seres más allegados a uno, de aquellos que han mostrado empatía; también caminar a diario de 20 a 4º minutos es de gran beneficio.

Llevar a cabo actividades de interés personal, disfrutar el día en todo aquello que a uno le haga sentir contento y más relajado.

Leer en voz alta escuchar música, de preferencia sentado cómodamente y con los ojos cerrados, del tipo de música que inspire tranquilidad, sean sonidos de la naturaleza, de violoncello, violín, clásica.

Registra por escrito los aspectos que a uno le inquietan y desmotivan y hacerse propósitos de enmienda y que muevan al cambio siempre será de gran valor.

En cuanto a los hábitos personales.

Se recomienda leer más libros como mínimo de 25 a 40 páginas diariamente, dedicarle tiempo suficiente a la semana.

Estar y sentirse sano: hacer ejercicio diario de 30-40 minutos y tomar de 2 a 3 litros de agua por día.

Reducir la ingesta diaria de café o de té a una taza, sin utilizar ningún tipo de azúcar.

A mayor cantidad de ingesta de comida ultra procesada, más incidencia de adquirir enfermedades como alzheimer, demencia y demencia vascular.

Bajar de peso es muy recomendable. Consumir menor cantidad de harinas, carnes rojas, carbohidratos, evitar la sal y el azúcar.

Evitar las bebidas gaseosas, como refrescos, productos azucarados (Corn Flakes, etcétera); lácteos

Incrementar la dieta de legumbres, verduras, frutos rojos, frutos secos (nueces, almendras, cacahuates (sin sal), nuez de la India.

Fumar, beber y la soledad son contagiosas y bastante negativas para la salud. Física y emocional.

Hay que aprender de lo bueno, lo positivo y evitar lo negativo, esto marchita el cuerpo y alma.

Se ha comprobado que quienes mantienen profundo respeto por los hábitos y costumbres religiosos y que suelen acudir a la Iglesia una vez por semana las esperanzas de vida aumenta un 7%.

El rodearse de personas que muestran conductas sanas y saludables: alejarse de los negativos de tiempo completo.

La práctica de la meditación es recomendable de 20 a 30 minutos al día; existen muchos tutoriales en redes sociales de Instagram y Tik Tok, Youtube.

Preocuparse y dedicarle menos tiempo de noticias nacionales e internacionales negativas y ocuparse más en lo básico.

Vivir a plenitud cada minuto de nuestra vida.

Declinar en las conductas negativas.

Ser congruente con lo que digo, pienso y lo que llevo a cabo.

No cuesta mucho pensar positivo y hay que ser más empáticos.

Propiciar pequeños y significativos hábitos positivos que cambien nuestra vida, mejorarla y lograr los propósitos personales.

Enfocarse en qué tipo de persona deseamos convertirnos y explorar en cómo llegar a serlo.

Concentrarse en actuar y no tanto en planear, replicar y concentrarme más en mejorar los aspectos positivos.

Mantener una mentalidad de mejora continua nos llevará a realizar mejores acciones y eso nos hará ser mejores seres humanos.

No decaer y seguir en el día a día. Con nuestros propósitos de vida. Recomiendo leer el estupendo y sencillo libro del autor austríaco Víctor Frenkl, “El Hombre en busca del sentido”.

Desde luego que al detectar lo que nos hace daño, hay que alejarse de ello.

Muchos especialistas, como son el Doctor y neurocientífico español, Martín Alonso Puig, Ricardo Jurado, entre otros, coinciden que “el 80% de las consultas a médicos generales, psicoterapeutas clínicos y de médicos psiquiatras se debe a estados de ira, miedos, depresión, estrés y ansiedad”.

Ejemplo, la ansiedad, junto con la incertidumbre se generan por pensar demasiado en el futuro, éste aún no existe.

La depresión, por el contrario, ocurre por “anclarse” en el pasado.  Hay que esforzarnos por vivir el presente, gozar del aquí y ahora, estar con atención plena: sentir, oler, comer con atención plena y de manera lenta.

Además de meditar con foco atencional, respirar de forma lenta y profunda, escuchar sonidos y sensaciones del cuerpo; estar en armonía del entorno que nos cobija. Esto último forma parte de lo que se denomina “Mindfulness” (o “Atención plena”), cuyos estudios científicos iniciara hace varios el neuro científico estadounidense, el Doctor Kaban Zinn.

El “Mindfulness” nos ayuda a enfocarnos correctamente en el aquí y ahora, mediante la concentración correcta; nos facilita conectarnos con los demás sin perjuicios y sin generar malestar a otras personas. (Rich Hanson. “El cerebro de Buda”); recomendamos también la lectura del texto “Mindsight” (Relación mente-cerebro y relaciones personales”), del autor Daniel Siegel.

El estrés es la respuesta física y emocional debido a una o varias causas externas, como pueden ser: pendientes de actividades para realizar, acumuladas o postergadas (procrastinación), o por padecer algunas enfermedades, por deudas financieras, entre otras más.

Eso se suma a la angustia, en tanto se genera por los pensamientos negativos y de incertidumbre social, o también por los estados depresivos de las personas.

Existen elementos que disparan ese tipo de problemas, donde las redes sociales juegan papel determinante, ya que en muchas ocasiones,  contribuyen negativamente al aumento del estrés diario, por el excesivo bombardeo de informaciones negativas y polarizantes de presidentes y líderes políticos, que en vez de unir, dividen a los ciudadanos y estos entran en el perverso circulo de los engaños y propaganda política que les denigra.

Las emociones van de la mano con los pensamientos positivos o negativos. En este último caso lo observamos con las conductas nefastas y manipuladoras de los dictadores latinoamericanos, como Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en México; Nicolás Maduro (Venezuela); Daniel Ortega Saavedra (Nicaragua), entre otros más, que todo cuanto comentan es fatídico para el presente y porvenir de la gente; todo ello producen fuertes desgastes sociales.

El estrés puede presentarse en algunas cuantas ocasiones, o sucede frecuentemente durante cierto tiempo.

Por su parte, la ansiedad forma parte de la reacción corporal (emocional) al estrés y podría interferir en la consecuente afectación en el sistema de salud, se manifiesta en dificultad para conciliar el sueño, o aún reflejarse en el sistema inmunitario, con dolor de cabeza, problemas digestivos y o de índole cardiovascular.

En el mayor de los casos, se pueden desarrollar trastornos de ansiedad y o en estados depresivos.

Se sabe que del estrés la gente se puede beneficiar a corto plazo y está en saber en cómo se encara positivamente; en caso de que sea crónico éste sería muy peligroso y dañino a la salud de las personas.

Por poner algunos ejemplos tenemos que en EE.UU, el 50% de la población padece de estrés, en contraposición el promedio mundial es del 20%. La ansiedad, estrés, depresión ha reducido un 15%

los años de vida humana. (Fuente Gallup).

Esa última cifra es de alarmarse.

¿Cómo controlar el estrés?

He aquí algunas medidas que pueden ser de beneficio tangible: mostrar respeto y reverencia hacia la familia, sobre  todo en el cuidado personal y afectivo para con los ancianos; estos por naturaleza y años vividos y conservan en muchos casos, sabiduría, paciencia y amor; muchas veces nuestros viejitos se sienten y están desprotegidos; hacia allá vamos todos, invariablemente unos más rápido que otros.

Gran parte de lo anterior se ha perdido.

Debemos forjarnos un propósito real de vida, lo que en Japón denominan el “Ikigai”.

El voluntariado es parte valiosa de eso; sin embargo, no lo es todo.

Lo descrito anteriormente nos conduce al equilibrio emocional, reduciendo el estrés y ansiedad.

Las costumbres familiares nos unen más y hacen que hagamos mejores interacciones sociales entre y hacia las comunidades; va desde nuestras propias familias el trato con los vecinos y la manera en que nos relacionamos a diario en nuestro entorno social.

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