Con el objetivo de incrementar la belleza turística de la ciudad y como una muestra de respeto a la herencia histórica de los queretanos, se erigieron cinco monumentos de Santiago Apóstol en las entradas a la ciudad, en los cuales se hizo una inversión total de 3 millones 811 mil pesos para las bases y de 10 millones 440 mil pesos en las esculturas, informó el presidente municipal de Querétaro, Marcos Aguilar Vega, durante la entrega de la escultura ubicada en la entrada de la carretera México-Querétaro.
Explicó que este es un símbolo que proyecta la paz, la unidad y la armonía que definen a Querétaro, y que los símbolos generan identidad, cohesionan a la sociedad y contribuyen a fomentar una imagen de ciudad única, memorable y abierta a compartir su historia.
“La imagen de Apóstol Santiago es un símbolo para Querétaro y un punto de partida para seguir aumentando la calidad de vida de nuestra ciudad, porque solo un pueblo que sabe de dónde viene, tiene la capacidad para saber a dónde va”, expresó Marcos Aguilar durante la entrega de esta escultura realizada por el artista mexicano Miguel Michel.
“Aquél 25 de julio de 1531 en el Cerro del Sangremal, se fundó Querétaro alrededor de la imagen ecuestre del Apóstol Santiago, símbolo que logró cimentar la convivencia entre dos razas y dos culturas diferentes, bajo los ideales de paz, unidad, generosidad y convivencia. Como muestra de gratitud, su nombre y su figura quedaron grabados en el nombre y la heráldica de nuestra ciudad, y a partir del día de hoy, la figura del Apóstol Santiago también formará parte de nuestra imagen urbana”.
Acudieron, el padre Israel Arvizu Espino, representante personal de Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, obispo de Querétaro; el secretario general de Gobierno, Agustín Luna Lugo; la síndico municipal Fátima Yadira Montes Fraire; el secretario de Servicios Públicos Municipales, Alejandro González Valle; el secretario de Gestión Delegacional, Carlos Silva Reséndiz; el secretario de Obras Públicas Municipales, Hiram Villeda Rodríguez, y el cronista de la ciudad, Andrés Garrido de Toral.
